Chicaaaaasss!! Ya estan aqui los grandes exitos del Don Bosco!!! Asi cuando vayamos de fiesta podamos cantarlas y demostrar lo que valen las Chicas de Infantil del Don Bosco!!! jajajaja ((Entrada dedicada a las Chicas de la uni
---> q majas sois jodias!!))
El tren del amor
Subete al tren de la risa jaja
Subete a la moto del motor rumrum
Subete al tren de la fantasia
Subete al tren del amor
Que hace chiqui que hace chaca
Que hace chiquichiquichiquichiquichaca
Que hace chaca que hace chiqui
que hace chacachacachacachacachiqui!!
Pequeño conejo Pedro
Pequeño conejo Pedro tenia una mosca en la nariz
Pequeño conejo Pedro tenia una mosca en la nariz
pero el la espanto y la mosca se marchó!!
El conejo de la suerte
El conejo de la suerte
ha salido esta mañana
a la hora de dormir
oh si, ya está aqui
haciendo reverencias
con cara de inocencia
un caramelo daras
al chico o a la chica que te guste más
Los patitos
Yo soy el pato TO
tu eres la pata TA
Buscamos peces CES
Coloraditos TOS
Para comernoslos TODITOS TOS!!
CUA CUA CUA CUA CUA CUA
CUA CUA CUA CUA CUA CUA
CUA CUA CUA CUA CUA CUA
CUA CUA CUA CUA CUA CUA
Domini abanti
Domini prieto (domini prieto)
Tipitichá tipitichá tipitichachachá (bis)
Domini prieto (domini prieto)
Pata quebrata (pata quebrata)
Tipitichá tipitichá tipitichachachá (bis)
Domini prieto (domini prieto)
Pata quebrata (pata quebrata)
Culo di fora (culo di fora)
Tipitichá tipitichá tipitichachachá (bis)
Domini prieto (domini prieto)
Pata quebrata (pata quebrata)
Culo di fora (culo di fora)
Testa en alto (testa en alto)
Tipitichá tipitichá tipitichachachá (bis)
Domini prieto (domini prieto)
Pata quebrata (pata quebrata)
Culo di fora (culo di fora)
Testa en alto (testa en alto)
Cuello quebrato (cuello quebrato)
Tipitichá tipitichá tipitichachachá (bis)
Domini prieto (domini prieto)
Pata quebrata (pata quebrata)
Culo di fora (culo di fora)
Testa en alto (testa en alto)
Cuello quebrato (cuello quebrato)
Ojo guiñato (ojo quiñato)
Tipitichá tipitichá tipitichachachá (bis)
Domini prieto (domini prieto)
Pata quebrata (pata quebrata)
Culo di fora (culo di fora)
Testa en alto (testa en alto)
Cuello quebrato (cuello quebrato)
Ojo guiñato (ojo quiñato)
Lengua di fora (lengua di fora)
Tipitichá tipitichá tipitichachachá (bis)
Domini prieto (domini prieto)
Pata quebrata (pata quebrata)
Culo di fora (culo di fora)
Testa en alto (testa en alto)
Cuello quebrato (cuello quebrato)
Ojo guiñato (ojo quiñato)
Lengua di fora (lengua di fora)
Girando!!
Tipitichá tipitichá tipitichachachá (bis)
La muñeca vestida de azul
Tengo una muñeca vestida de azul
con su camisita y su canesu.
La saque a paseo sse me constipó
la tengo en la cama con mucho dolor
2 y 2 son 4 4 y 2 son 6
6 y 2 soon 8 y 8, 16
y 8 24 y 8, 32
Anima bendita me arrodillo yo!!
Fray Santiago
Fray Santiago, Fray Santiago
No estas tú! No estas tú!
Toca ya maitines, toca ya maitines
Din Don Dan! Din Don Dan!
Monday, December 18, 2006
Monday, October 30, 2006
La comunidad del anillo
Versión extendida
Galadriel:
I amar prestar aen (El mundo ha cambiado)
han mathon ne nen (lo siento en el agua)
han mathon ne chae (lo siento en la tierra)
a han noston ned gwilith.(lo huelo en el aire)
Mucho se perdió entonces y pocos viven ahora para recordarlo.
EL SEÑOR DE LOS ANILLOS
Todo comenzó con la forja de los Grandes Anillos. Tres fueron entregados a los Elfos, inmortales, los más sabios y bellos de todos los seres.
Siete a los señores Enanos. Grandes mineros y artesanos de las cavidades montañosas.
Y Nueve... Nueve fueron entregados a la raza de los hombres... que ansían por encima de todo el Poder.
En aquellos anillos residía el poder y la voluntad para gobernar a cada raza. Pero todos ellos fueron engañados... pues otro Anillo más fue forjado... En la tierra de Mordor, en los fuegos del Monte del Destino, el Señor Oscuro Sauron forjó en secreto el Anillo Regente para controlar a todos los demás. En ese Anillo descargó toda su crueldad, su malicia y su voluntad de dominar todo tipo de vida... Un Anillo para gobernarlos a todos. Una a una, las comarcas libres de la Tierra Media fueron sometidas por el poder del Anillo.
Pero hubo algunos que resistieron. Una Última Alianza de Hombres y Elfos lucharon contra el ejército de Mordor. Y en las lomas del Monte del Destino libraron su batalla por la libertad de la Tierra Media.
Elrond: Tangado haid! Leithio i philinn! (¡Mantened la posición! ¡Disparad!)
La victoria estaba próxima... Pero nada puede acabar con el Poder del Anillo... Y fue en aquel preciso momento, desvanecida ya toda esperanza, cuando Isildur, Hijo del Rey recurrió a la espada de su padre...
Sauron, el enemigo de los pueblos libres de la Tierra Media fue derrotado.
El Anillo llegó a manos de Isildur, que tuvo la oportunidad de destruir su mal para siempre. Pero el corazón de los hombres se corrompe con facilidad, y el Anillo de Poder goza de voluntad propia. Traicionó a Isildur hasta llevarle a la muerte.
Y aquellos hechos que nunca debieron caer en el olvido, se perdieron en el tiempo. La Historia se convirtió en Leyenda, la Leyenda en Mito, y durante 2.500 años el Anillo pasó desapercibido. Hasta que cuando se presentó la ocasión embaucó a un nuevo dueño...
Gollum: Mi Tessoro....
El Anillo acabó en manos de la criatura Gollum que lo ocultó en las profundidades de las Montañas Nubladas. Y allí, le consumió.
Gollum: Él vino a mi... todo mío... mi vida... todo mío... ¡Mi tessoro! ¡Gollum!
Galadriel: El Anillo proporcionó a Gollum longevidad antinatural. Durante 500 años envenenó su mente; y en la lúgubre caverna de Gollum esperó. La oscuridad negó los bosques del mundo. Llegó el rumor de que una sombra crecía en el Este. El murmullo de un temor sin nombre. El Anillo de Poder lo percibió. Su hora había llegado. Abandonó a Gollum, pero algo ocurrió al margen de la voluntad del anillo... fue recogido por la criatura que menos cabía imaginar...
Bilbo: ¿Qué es esto?
Por un Hobbit, Bilbo Bolsón, habitante de la Comarca.
Bilbo: Un anillo.
Gollum: ¡Mi vida! ¡¡Perdido!! ¡MI TESSOORO! ¡PERDIDO!
Galadriel: Pero pronto llegaría el momento en que lo Hobbits tendrían en sus manos el destino de todos...
Bilbo: Ehem, vigésimo segundo día de Septiembre del año 1400, según cómputo de la Comarca. Bolsón cerrado, Bolsón de Tirada, Hobbiton, Cuaderna del Oeste, la Comarca, la Tierra Media. Tercera Edad de este mundo.
La Comunidad del Anillo
Bilbo: Partida y regreso. Historia de un hobbit, por Bilbo Bolsón.
A ver... por dónde empezamos.... ah sí...
Acerca de los Hobbits. Los Hobbits han habitado y cultivado las cuatro cuadernas de la Comarca durante cientos y cientos de años, muy satisfechos de ignorar y ser ignorados por el mundo de la gente grande. Dado el gran número de extrañas criaturas que pueblan la Tierra Media, más allá de lo imaginable, los Hobbits deben de parecer de poca importancia, pues no gozan de fama de buenos guerreros, ni se cuentan entre los más sabios. Jejeje
¡Frodo! ¡Alguien llama a la puerta!
De hecho hay quienes consideran que la única pasión de los Hobbits es la comida. Una observación harto injusta, pues también hemos desarrollado un agudo interés por la elaboración de cerveza y en cultivo de hierba para fumar en pipa... Pero lo que nuestros corazones realmente se inclinan es a la paz, la tranquilidad y el diligente cultivo de la tierra. Los Hobbits comparten el amor por las cosas que crecen, y en efecto no cabe duda que para otros, nuestras costumbres resultan peculiares. Pero hoy más que nunca lo veo con absoluta claridad. No hay nada mejor que gozar de los pequeños placeres de una vida sencilla.
¡Frodo, la puerta!
Será posible... ¿dónde estará ese chico? ¡Frodo!
Gandalf: El camino sigue sin cesar... pero sin demora he de continuaar...
Frodo: Llegas tarde.
Gandalf: Un mago nunca llega tarde, Frodo Bolsón. Ni pronto, llega exactamente cuando se lo propone.
Frodo: ¡Cuánto me alegro de verte Gandalf!
Gandalf: No me iba a perder el cumpleaños de tu tío Bilbo.
¿Cómo está mi viejo amigo? He oído que va a dar una fiesta de especial importancia.
Frodo: Ya conoces a Bilbo, tiene a todo el pueblo alborotado.
Gandalf: Bueno, eso siempre le ha entusiasmado.
Frodo: Ha invitado a media Comarca, y el resto se han invitado ellos mismos.
Bilbo: La vida en la Comarca transcurre de modo muy similar a como fuera en la pasada Edad, con su típico ir y venir, perezosa para los cambios, si es que cambia algún día, pues parece que todo estuviera pensado para perdurar en la Comarca, transmitiéndose de generación en generación. Siempre ha habido un Bolsón viviendo bajo la colina en Bolsón Cerrado. Siempre lo habrá.
Frodo: A decir verdad, Bilbo ha estado un poco raro estos días; bueno, más de lo habitual. Le ha dado por encerrarse solo en su estudio. Se pasa las horas escudriñando viejos mapas cuando cree que no le veo.
Bilbo: ¿Dónde estará? ... Aah
Frodo: Está tramando algo.
Está bien, guardad vuestros secretos, porque sé que tú estás metido en esto.
Gandalf: Pobre de mí...
Frodo: Antes de tu llegada, los Bolsón gozábamos de buena fama.
Gandalf: Sin duda.
Frodo: Ni teníamos aventuras ni hacíamos nada inesperado.
Gandalf: Si te refieres al incidente con el dragón, yo no tuve nada que ver. Únicamente le di un empujoncito para que saliera.
Frodo: A pesar de todo te han puesto la etiqueta de perturbador de la paz.
Gandalf: Vaya, vaya...
Niños Hobbits: ¡¡Gandalf!! ¡Espera! ¡Gandalf!
Gandalf: Jojojo
Frodo: Gandalf, me alegro de tu regreso...
Gandalf: Yo también amigo. Yo también...
Prohibido entrar excepto por asuntos de la Fiesta
Bilbo: ¡No, gracias! No más visitas, ni admiradores, ni parientes lejanos.
Gandalf: ¿Ni tampoco viejos amigos?
Bilbo: ¿Gandalf?
Gandalf: Bilbo Bolsón...
Bilbo: ¡Mi querido Gandalf! Qué alegría volver a verte.
Gandalf: Cumples ciento once años, quién lo iba a decir. No te afectan los años.
Bilbo: ¡Pasa, pasa! ¡Bienvenido! ¡Bienvenido! Qué te puedo ofrecer ¿Té? ¿O tal vez algo más fuerte? Me quedan unas botellas de la vieja viña de 1296, muy buena añada, casi tan vieja como yo, embotellada por mi padre. ¿Te parece que abramos una?
Gandalf: Sólo té, gracias. ¡Ouh!
Bilbo: Te esperaba la semana pasada. No es que me importe mucho. Vienes y vas a placer, siempre lo has hecho y siempre lo harás. Me pillas desprevenido, solo tengo pollo frío y escaleche; queda algo de queso por aquí... no, no, un pelín arriesgado; mermelada de frambuesa y tarta de manzana y vainilla, por algún lado... acabo de encontrar un poco de bizcocho de huevo. Sí, espero que sea suficiente.
La Montaña Solitaria
Puedo hacerte unos huevos si quier...
Gandalf: Solo té, gracias.
Bilbo: Como quieras. No te importa que coma yo, ¿verdad?
Gandalf: No no, claro que no.
Sacovilla: ¡¡Bilbo!! ¡Bilbo Bolsón!
Bilbo: ¡No estoy para nadie! Son esos Sacovilla-Bolsón. Quieren quedarse con la casa. Nunca me perdonarán el haberme ido tanto tiempo. Tengo que alejarme de estos condenados parientes. ¡No me dejan ni un momento en paz! Quiero volver a ver montañas, montañas Gandalf, y encontrar un lugar tranquilo donde terminar mi libro. ¡Oh! ¡Té!
Gandalf: Te refieres a cumplir tu plan, ¿eh?
Bilbo: ¡Sí!, ¡Sí! Con todo detalle. Está todo previsto. Oh, gracias.
Gandalf: Frodo sospecha algo.
Bilbo: Claro que sí, es un Bolsón. No un zopenco Ciñatiesa de Casadura.
Gandalf: ¿Se lo dirás verdad?
Bilbo: Sí, sí.
Gandalf: Él te aprecia mucho.
Bilbo: Lo sé. Hasta vendría conmigo si se lo pidiera. Creo que en el fondo, Frodo sigue enamorado de la Comarca, de sus bosques y praderas, de sus arroyos. Estoy mayor, Gandalf. Sé que no lo aparento, pero ya lo siento en mi corazón. Me siento frágil, disperso como mantequilla untada sobre demasiado pan. Necesito vacaciones. Unas buenas vacaciones, y no espero volver. La verdad, no pienso hacerlo.
Bilbo: Del viejo Tobby, ¡La mejor hierba de la Cuaderna del Sur!
Gandalf viejo amigo, esto va a ser una noche memorable...
Hobbit: ¿Un trozo de tarta?
Bilbo: ¡Hola! ¡Hola! Gordo Bolger, me alegro de verte ¡Bienvenido!
Frodo: Anda Sam, saca a Rosie a bailar.
Sam: Creo que tomaré otra cerveza.
Frodo: ¡Ah no! Otra no. ¡Anda!
Bilbo: Y allí estaba yo, a merced de tres monstruosos Trolls; y los tres discutiendo entre ellos sobre como nos iban a cocinar, si a la brasa, ensartados, o engullidos crudos, uno por uno sin cocinarnos ni nada. Tanto tiempo pasaron debatiendo los pros y los contras, que el primer rayo de sol apareció entre los árboles ¡Pluf! ¡Convirtiéndolos en rocas!
Merry: Deprisa... ¡No, no! ¡El más grande! .... ¡Corre!
Bilbo: Señora Ciñatiesa, encantado de verla. ¿Todos estos niños son suyos? Caramba, una mujer prolífica.
Sacovilla: Aquí vienen 2 jarras.
Bilbo: Sacovilla-Bolsón, ¡rápido a cubierto!
Gracias hijo mío. Eres un buen chico Frodo, y yo un egoísta ¿sabes? Sí, lo soy, muy egoísta. No sé porqué te acogí cuando murieron tus padres, pero no fue por caridad. Creo que fue mas bien porque de entre todos mis parientes tú eras el único Bolsón que manifestó autenticidad.
Frodo: Bilbo, ¿has pasado por la taberna?
Bilbo: No, bueno sí, pero no, eso no es lo que importa, la cuestión es, Frodo, que .... tú estarás bien...
Pippin: ¡Corre!
Merry: ¡Hay que clavarlo en el suelo!
Pippin: ¡Ya está en el suelo!
Merry: ¡Sí, pero fuera!
Pippin: ¡Ha sido idea tuya!
Frodo: ¡Bilbo, Bilbo, cuidado con el Dragón!
Bilbo: ¿Dragón? Tonterías, hace mil años que no hay dragones por aquí.
Merry: ¡Qué bueno! Hay que ir a por otro.
Gandalf: Meriadoc Brandigamo y Peregrin Tuk. Debí imaginarlo.
Hobbits: ¡Bilbo Bolsón, unas palabras!
Frodo: ¡Que hable!
Bilbo: ¡Muchas gracias! Mis queridos Bolsón, y Boffin... Tuk y Brandigamo... ¡Cavada! ¡Redondo! ¡Corneta! ¡Bolger! ¡Ciñatiesa! ¡Y Ganapiés!
Ganapié: ¡¡Ganapié!!
Bilbo: ¡Hoy es mi centésimo-décimo-primer cumpleaños!
Hobbits: ¡Feliz cumpleaños!
Bilbo: Pero aay, ciento once años no son nada para vivir rodeado de tan excelentes y admirables Hobbits. No conozco a la mitad de vosotros la mitad de lo que desearía, y lo que deseo es menos de la mitad de los que la mitad merecéis.
Hobbit: ¿Qué ha dicho?
Bilbo: Yo... tengo asuntos que atender. Los he pospuesto ya demasiado. Lamento anunciar que ha llegado el final. Ahora me iré. Os dedico mi más sentida despedida. Adiós.
Gandalf: Te habrá parecido muy inteligente por tu parte.
Bilbo: Vamos Gandalf... ¿Te fijaste en sus caras?
Gandalf: Hay muchos Anillos Mágicos en este mundo, Bilbo Bolsón, y ninguno debería usarse a la ligera.
Bilbo: ¡Era una pequeña broma! Oh, supongo que tendrás razón, como siempre.
Le echaras un ojo a Frodo, ¿verdad?
Gandalf: Dos ojos, tan a menudo como disponga de ellos.
Bilbo: Le voy a dejar todo.
Gandalf: ¿Qué me dices de ese Anillo tuyo, también lo incluyes?
Bilbo: Sí, sí. Está en un sobre que hay sobre la repisa. No... espera está... aquí, en mi bolsillo... Es cur... Qué curioso, ¿eh? Sí claro, porqué no. ¿Porqué no iba a quedármelo?
Gandalf: Creo que deberías olvidarte del Anillo.. Bilbo ¿Tan duro te resulta?
Bilbo: Pues, no... y sí... Llegó el momento.. no deseo partir sin él ¡Es mío! ¡Yo lo encontré! ¡Él vino a mí!
Gandalf: No hay porqué enojarse.
Bilbo: ¡Si me enojo es por tu culpa! ¡Es mííoo! ¡Mío todo él! ¡Mi Tessoro!
Gandalf: ¿Tesoro? Ya lo han llamado así, pero no tú.
Bilbo: ¡Pero a ti que te importa lo que yo haga con mis cosas!
Gandalf: Creo que has tenido ese Anillo demasiado tiempo.
Bilbo: ¡Lo quieres para ti!
Gandalf: ¡Bilbo Bolsón!, no me tomes por un hechicero del tres al cuarto! ¡No tengo intención de robarte! ... Sólo intento ayudarte. Todos tus largos años hemos sido amigos. Confía en mí, como antaño hiciste. Renuncia a él.
Bilbo: Tienes razón Gandalf. El Anillo debe estar con Frodo. Es tarde y largo el camino. Sí, llegó el momento.
Gandalf: Bilbo... El Anillo sigue en tu bolsillo...
Bilbo: He pensado un final para mi libro. "Y vivió feliz para siempre... hasta el fin de sus días."
Gandalf: Y estoy seguro de ello, querido amigo.
Bilbo: Adiós, Gandalf.
Gandalf: Adiós, querido Bilbo.
Bilbo: El camino sigue y sigue...
Gandalf: Hasta nuestro próximo encuentro.
Bilbo (voz en off): Es mío, sólo mío, mi Tesoro...
Gandalf: Acertijos en la Oscuridad.
Frodo: ¡Bilbo! ¡Bilbo! Se ha ido, ¿verdad? Llevaba tiempo advirtiéndolo, pero nunca pensé que lo haría. ¿Gandalf?
Gandalf: El Anillo de Bilbo. Se ha ido a vivir con los Elfos. Te ha dejado Bolsón Cerrado junto con todas sus pertenencias. Ahora el anillo es tuyo. Guárdalo en lugar seguro.
Frodo: ¿Dónde vas?
Gandalf: Hay asuntos que me requieren.
Frodo: ¿Qué asuntos?
Gandalf: Preguntas. Que necesitan respuesta.
Frodo: ¡Pero si acabas de llegar! No lo entiendo.
Gandalf: Tampoco yo. Guárdalo en secreto, en lugar seguro.
Gollum: ¡¡La Comarca!! ¡¡Bolsón!!
Gandalf: Año 3434 de la Segunda Edad, he aquí el relato de Isildur, Rey de Gondor y del hallazgo del Anillo de Poder.
"Ha llegado a mí, el Anillo Único será el legado de mi Reino; todo descendiente de mi linaje quedará atado a su destino, pues no arriesgaré daño alguno para el Anillo. Me es muy preciado, aunque fue ganado con gran dolor. El grabado de su banda comienza a extinguirse. La escritura antes clara como roja llama ya prácticamente se ha desvanecido. Un secreto que ahora sólo el fuego puede desvelar."
Nazgûl: ¡Comarca! ¡Bolsón!
Maggot: No hay Bolsones por aquí. Están todos en Hobbiton. ¡Por ahí!
Frodo, Merry y Pippin: "...que alegra el corazón y las penas ahoga. Puede llover o ventear pero ¡hay muchas piiiintas para brindar! Dulce es el canto del chaparrón que el arroyo al llano fue a llegar, mejor que el agua, la tempestad....
Pippin: ¡....es la buena cerveza de este Tuk!
Hobbit: Gente muy extraña atraviesa la Comarca estos días. Enanos y otros de no menos deleznable naturaleza.
Tío: Hay una guerra en ciernes. Las montañas están infestadas de Trasgos.
Hobbit2: Cuentos de hadas, historias de niños, eso es lo que son. Te estás pareciendo al viejo Bilbo Bolsón, el descerebrado.
Tío: Je, mire, el señor Frodo. Él sí que pierde el juicio.
Frodo: Y a mucha honra. Salud, Tío.
Tío: Salud.
Hobbit2: No es de nuestra incumbencia lo que ocurra atrás de nuestras fronteras. Apártate de los problemas y los problemas se apartaran de ti.
Rosita: Buenas noches.
Sam: Buenas noches.
Hobbit2: Buenas noches, dulce dama de la dorada cerveza.
Sam: Eh tú, cuidadito con lo que decimos...
Frodo: No te apures Sam, Rosie reconoce un idiota a la legua.
Sam: ¿Ah sí?
Frodo: Buenas noches Sam.
Sam: Buenas noches Frodo.
Gandalf: ¿Está a buen recaudo? ¿Está seguro?
Frodo: ¿Qué estás haciendo?
Gandalf: Extiende la mano Frodo, está frío... ¿Qué ves? ¿Puedes ver algo?
Frodo: Nada, no hay nada. Espera...hay unas marcas.. Algo que parece élfico, no sé leerlo.
Gandalf: Muy pocos pueden. Es la lengua de Mordor, que no emplearé aquí.
Frodo: ¡Mordor!
Gandalf: En la lengua común dice: "Un Anillo para gobernarlos a todos, un Anillo para encontrarlos, un Anillo para atraerlos a todos, y atarlos en las... Tinieblas.
Éste es el Anillo Único, forjado por el Señor Oscuro Sauron, en los fuegos del Monte del Destino; arrebatado por Isildur, de las mismas manos de Sauron.
Frodo: Bilbo lo encontró... en la caverna de Gollum...
Gandalf: Así es. Durante 60 años el anillo permaneció en silencio, en poder de Bilbo, prolongando su vida, postergando su vejez. Pero ya no, Frodo. El mal se revuelve en Mordor. El Anillo ha despertado. Ha oído la llamada de su dueño.
Frodo: ¡Pero le derrotaron! ¡Sauron fue aniquilado!
Gandalf: No, Frodo. El espíritu de Sauron perduró. Su fuerza vital está ligada al Anillo y el Anillo sobrevivió. Sauron ha vuelto, sus orcos se han multiplicado, su fortaleza de Barad-dûr vuelve a erguirse en la tierra de Mordor. A Sauron le basta este Anillo para cubrir las tierras de una segunda oscuridad. Lo está buscando, lo busca, su única intención es encontrarlo, pues el Anillo anhela por encima de todo regresar a las manos de su dueño. Son un todo, el Anillo y el Señor Oscuro. Frodo, nunca debe encontrarlo.
Frodo: De acuerdo. Lo guardaremos, lo ocultaremos y no se hable más de él. Nadie sabe que esta aquí, ¿verdad? ¿Verdad, Gandalf?
Gandalf: Hay otro que sabe que Bilbo tenía el Anillo. Busqué por todas partes a la criatura Gollum, pero el enemigo lo encontró antes.
No sé cuanto tiempo lo torturaron... pero entre interminables gritos y confuso balbuceo, distinguieron dos palabras...
Gollum: ¡¡Comarca!! ¡¡Bolsón!!
Frodo: ¿Comarca? ¿Bolsón? ¡Eso los conducirá aquí!
Hobbit: ¡Quién anda ahí!
Frodo: Cógelo Gandalf ¡Llévatelo!
Gandalf: No Frodo...
Frodo: ¡Debes quedártelo!
Gandalf: No puedes ofrecerme este Anillo.
Frodo: ¡Pues te lo estoy dando!
Gandalf: ¡¡No me tientes Frodo!! No quiero ni tocarlo... Ni siquiera para esconderlo. Entiéndelo Frodo, utilizaría este Anillo con ánimo de hacer el bien, pero conmigo adquiriría un poder desatado y terrible de imaginar.
Frodo: No puede quedarse en la Comarca.
Gandalf: ¡No! No debe.
Frodo: ¿Qué debo hacer?
Gandalf: Partir, y cuanto antes.
Frodo: ¿A dónde? ¿A dónde voy?
Gandalf: Sal de la Comarca. Ve a la aldea de Bree.
Frodo: Bree. ¿Y que harás tú?
Gandalf: Te estaré esperando, en la Posada del Poney Pisador.
Frodo: ¿El Anillo estará seguro allí?
Gandalf: No lo sé Frodo, no tengo respuesta. Debo ver al decano de mi orden, es sabio y poderoso. Confía en mi Frodo, él sabrá que hacer. Debes renunciar al apellido Bolsón, pues ese nombre no es seguro fuera de la Comarca. Viaja sólo de día, y evita los caminos.
Frodo: Puedo atravesar los campos fácilmente.
Gandalf: Mi querido Frodo... Los Hobbits son criaturas sorprendentes, puedes aprender todas sus costumbres en un mes, y después de cien años, aún te sorprenden.
¡Agáchate!
¡Rayos y centellas! ¡Samsagaz Gamyi! ¿Has estado fisgoneando?
Sam: ¡No estaba fisgoneando señor, no! Sólo cortaba el césped bajo la ventana, si usted me entiende.
Gandalf: Un poco tarde para cortar césped, ¿no crees?
Sam: Oí unas voces.
Gandalf: ¡Qué oíste! ¡Habla!
Sam: ¡Nada importante! Algo acerca de un Anillo y un Señor Oscuro y algo sobre el fin del mundo, pero por favor señor Gandalf no me haga daño. No me convierta en un monstruo.
Gandalf: No... más bien no... he pensado en darte mejor uso...
Vamos Samsagaz, ¡date prisa!
Tened cuidado los dos. El enemigo tiene muchos espías a su servicio, aves, bestias...
¿Está seguro? Nunca te lo pongas, pues los siervos del Señor Oscuro serán atraídos por su Poder. Recuerda siempre Frodo, que el Anillo intenta volver a su dueño. Desea ser encontrado.
Sam: Se acabó.
Frodo: ¿Se acabó qué?
Sam: Si doy un paso más, será lo mas lejos que he estado de mi hogar en mi vida.
Frodo: Vamos Sam. Recuerda lo que Bilbo solía decir ...
Bilbo (voz en off): "Es peligroso, Frodo, cruzar tu puerta, pones tu pie en el camino y si no cuidas tus pasos, nunca sabes a donde te pueden llevar..."
Frodo: ¡Sam! Elfos de los bosques. Se dirigen a la costa, más allá de las Torres Blancas. A los Puertos Grises.
Sam: Abandonan la Tierra Media.
Frodo: Para nunca volver.
Sam: No sé porqué... pero me entristece.
Da igual dónde me tumbe, ¡siempre hay una dichosa raíz que sobresale!
Frodo: Cierra los ojos e imagínate tumbado en tu cama, sobre un mullido colchón, y una almohada de plumas.
Sam: No funciona señor Frodo. No podré pegar ojo a la intemperie.
Frodo: Ni yo, Sam.
Saruman: El Humo se eleva de nuevo en el Monte del Destino. La hora se acerca, y Gandalf el Gris cabalga hacia Isengard en busca de mi consejo. Pues para eso has venido ¿no es así, viejo amigo?
Gandalf: Saruman.
Saruman: ¿Estás seguro de eso?
Gandalf: Sin duda alguna.
Saruman: El Anillo de Poder ha sido hallado.
Gandalf: Todos estos largos años ha estado en la Comarca, delante de mis narices...
Saruman: Y no tuviste ojos para verlo. Tu pasión por la hierba de los Medianos sin duda ha enturbiado tu mente.
Gandalf: Pero aun hay tiempo el suficiente para combatir a Sauron, si actuamos con presteza.
Saruman: ¿Tiempo? ¿Cuánto tiempo crees que tenemos?
Sauron ha recuperado mucha de su fuerza perdida; aún no puede hacerse corpóreo, pero su espíritu no ha perdido su poder. Confinado en su fortaleza, el señor de Mordor lo ve todo. Su mirada atraviesa nubes, sombras, tierra y ...carne. ¿Sabes de lo que hablo, Gandalf? Un gran Ojo, sin párpado, rodeado de llamas...
Gandalf: Sí, Sauron.
Saruman: Está atrayendo todo el mal hacia él. Muy pronto habrá reclutado un ejército suficiente para atacar la Tierra Media.
Gandalf: Y tú lo sabes... ¿Cómo?
Saruman: Lo he visto...
Gandalf: Un Palantir es arma peligrosa, Saruman.
Saruman: ¿Por qué? ¿Por qué hemos de temer usarlo?
Gandalf: No todas las piedras videntes corrieron la misma suerte; no sabemos quien más podría estar mirando.
Saruman: La hora está más avanzada de lo que piensas. Las tropas de Sauron han emprendido ya la marcha. Los Nueve ha partido de Minas Morgul.
Gandalf: ¿Los Nueve?
Saruman: Cruzaron el rió Isen en la Pascua de Verano, vestidos de Jinetes Negros.
Gandalf: ¿Están en la Comarca?
Saruman: Encontraran el Anillo y destruirán a su portador.
Gandalf: ¡Frodo!
Saruman: ¿No creerás en serio que un hobbit puede torcer la voluntad de Sauron? Nadie puede hacerlo. Contra el poder de Mordor no hay victoria posible. Debemos unirnos a él, Gandalf. Debemos unirnos a Sauron. Sería lo más sabio, amigo mío.
Gandalf: Dime, amigo, ¿cuándo abandonó Saruman el Sabio, la razón por la locura?
Saruman: Te he dado la oportunidad de ayudarme libremente, pero tú has elegido ¡la senda del dolor!
Sam: ¡Señor Frodo! ¡Frodo! ¡Frodo! Creí que le había perdido.
Frodo: ¿De qué hablas?
Sam: Es por algo que dijo Gandalf.
Frodo: ¿Qué dijo?
Sam: No le pierdas de vista Sam Gamyi. Y no pienso hacerlo.
Frodo: Sam, seguimos en la Comarca, ¿qué podría ocurrir?
Pippin: ¡Eh, Frodo! Merry es Frodo Bolsón.
Merry: ¡Hola Frodo!
Sam: ¡Apártate! Levántese señor Frodo.
Frodo: ¿A qué viene esto?
Merry: Sujeta.
Sam: ¡Habéis entrado en el huerto de Maggot!
Maggot: ¡Eh os conozco! ¡Fuera de mi huerto! ¡Salid de ahí golfos! ¡Os he dicho que fuera de mis tierras!
Merry: No sé porqué se enfada tanto, por dos zanahorias...
Pippin: Y unos repollos... y los tres sacos de patatas de la semana pasada... ¡y los champiñones de la semana anterior!
Merry: Sí Pippin, en mi opinión, ¡está exagerando claramente! ¡Corred!
Pippin: ¡Uff! ¡Por los pelos!
Merry: Creo que se me ha roto algo...
Sam: Fíate de un Brandigamo y un Tuk.
Merry: ¿Qué? ¡Ha sido un desvío! ¡Un atajo!
Sam: ¿Un atajo a dónde?
Pippin: Mirad, ¡setas! Cuántas setas. Qué buenas. Qué bien huelen...
Frodo: Deberíamos salir del camino.
¡Salid del camino! ¡Rápido!
Sam: Silencio.
Frodo.
Merry: ¿Qué era eso?
Sam: ¿Ve algo?
Frodo: Nada.
Pippin: ¿Qué ocurre?
Merry: Ese Jinete Negro buscaba algo... o a alguien, ¿Frodo?
Pippin: ¡Agacháos!
Frodo: Debo dejar la Comarca. Sam y yo vamos a Bree.
Merry: Ya sé. La balsadera de Gamoburgo, ¡seguidme!
¡Corred! ¡Por aquí! ¡Seguidme! ¡Frodo aprisa! ¡Corre!
¡Desata la soga, Sam!
Sam, Merry y Pippin: ¡Corre Frodo! ¡Vamos, date prisa! ¡Corre! ¡Salta Frodo! ¡Salta!
Frodo: ¿Cuánto hay hasta el próximo paso?
Merry: El puente del Brandivino, veinte millas.
Frodo: Vamos.
Guardia: ¿Qué quieren?
Frodo: Vamos al Poney Pisador.
Guardia: ¡Hobbits! Cuatro Hobbits. Y peor aún, fuera de la Comarca, por el acento. ¿Qué asuntos les traen a Bree?
Frodo: Venimos a la posada. Nuestros asuntos son cosa nuestra.
Guardia: Tranquilo jovencito, no era mi intención ofenderle. Debo preguntar después de anochecer; se habla de extraños forasteros. Toda precaución es poca.
Hombre: Quitaos de en medio. Largo de aquí.
Posada el Poney pisador
Frodo: Disculpe.
Cebadilla: Buenas noches, pequeños señores. ¿Qué desean ustedes? Si buscan alojamiento, nos quedan habitaciones tamaño hobbit muy acogedoras, siempre orgullosos de atender a la gente pequeña, señor...
Frodo: Sotomonte, mi nombre es Sotomonte.
Cebadilla: Sotomonte, ya...
Frodo: Somos amigos de Gandalf el Gris. ¿Le dirá que hemos llegado?
Cebadilla: ¿Gandalf? Gandalf... ¡Ooooh sí! Ya recuerdo. El amable anciano. Larga barba gris y sombrero picudo... Hace seis meses que no le veo.
Sam: ¿Qué hacemos ahora?
Frodo: Sam, ya llegará. Vendrá.
Hombre: ¡Quita de enmedio!
Pippin: ¿Qué es eso?
Merry: Esto amigo mío, es una pinta.
Pippin: ¿La sirven por pintas? ¡Voy por una!
Sam: ¡Ya te has tomado media!
Ese hombre no ha dejado de mirarle desde que llegamos.
Frodo: Perdone. Ese hombre del rincón... ¿quién es?
Cebadilla: Es un montaraz, gente peligrosa que vaga por los bosques. Su nombre no lo sé, nunca lo he oído, pero por estas tierras se le conoce como Trancos.
Frodo: Trancos...
Sauron: Bolsón... Bolsón... ¡Bolsón!
Pippin: ¿Bolsón? Yo conozco a un Bolsón. Está ahí, Frodo Bolsón. Es primo mío, primo segundo por parte de madre y primo tercero por parte de padre... El viejo Bilbo le ha dejado todo, ¿saben?
Frodo: ¡Pippin!
Pippin: Tranquilo, Frodo.
Sauron: No puedes esconderte. Te veo. No hay vida en este vacío. ¡Solo muerte!
Aragorn: Está llamando demasiado la atención, Señor Sotomonte.
Frodo: ¿Qué quiere usted?
Aragorn: Más cautela, no lleva precisamente una baratija.
Frodo: ¡No llevo nada!
Aragorn: Ya... Yo puedo evitar ser visto si lo deseo, pero desaparecer del todo... ¡Un curioso don!
Frodo: ¿Quién es usted?
Aragorn: ¿Estás asustado?
Frodo: Sí.
Aragorn: No lo suficiente. Sé quién te persigue.
Sam: ¡Suéltale o te remato, patas largas!
Aragorn: Tienes bravo corazón, hobbit. Pero eso no te salvará. No debes seguir esperando al mago, Frodo. Ya vienen...
Frodo: ¿Qué son?
Aragorn: Antaño fueron hombres. Grandes Reyes de los Hombres. Luego Sauron el impostor, les entregó los Nueve Anillos de Poder. Cegados por su codicia, los aceptaron sin dudar... Han sucumbido uno a uno en la oscuridad. Ahora son esclavos de su voluntad. Son los Nazgûl, Espectros, ni vivos ni muertos. En todo momento sienten la presencia del Anillo. Son atraídos por su poder. Nunca dejarán de perseguirte.
Frodo: ¿Adónde nos llevas?
Aragorn: A la espesura.
Merry: ¿Cómo sabemos que este montaraz es amigo de Gandalf?
Frodo: Un siervo del enemigo tendría mejor aspecto y parecería más insensato.
Merry: ¿Más insensato aún?
Frodo: No tenemos mas remedio que confiar en él.
Sam: ¿Pero adónde nos lleva?
Aragorn: A Rivendel, señor Gamyi. A la casa de Elrond.
Sam: ¿Habéis oído eso? ¡Rivendel! ¡Vamos a ver elfos!
Sam: Este sitio está bien.
Pippin: Saca la sartén.
Sam: Voy a buscar leña.
Aragorn: ¡Caballeros! No pararemos hasta el anochecer.
Pippin: ¿Qué pasa con el desayuno?
Aragorn: Ya has desayunado.
Pippin: Una vez sí, pero ¿y el segundo desayuno?
Merry: No creo que sepa nada del segundo desayuno.
Pippin: ¿Y del almuerzo? ¿Aperitivo? ¿Té de la tarde? ¿La comida? ¿La cena? Esos los conocerá ¿no?
Merry: Yo no contaría con ello.
Pippin...
Merry: ¿Qué comen cuando no hay hobbits?
Pippin: Si no ceno pronto me moriré aquí mismo.
Merry: Ahí viene ese montaraz, y con la cena, creo.
Aragorn: (cantando en élfico)
Frodo: ¿Quién es ella?, la Dama de la canción.
Aragorn: Es la Dama de Luthien, la doncella elfo que entregó su amor a Beren, un mortal.
Frodo: ¿Qué le pasó?
Aragorn: Murió.
Duerme un poco, Frodo.
Saruman: El poder de Isengard está a vuestras ordenes. Sauron, Señor de la Tierra.
Sauron: Procúrame un ejército digno de Mordor.
Orco: ¿Qué ordenes hay de Mordor, mi señor? ¿Qué encomienda el Ojo?
Saruman: Hay trabajo que hacer.
Orco: Los árboles son fuertes mi señor..., profundas sus raíces.
Saruman: Arrancadlos todos.
Aragorn: Ésta era la Atalaya de Amon Sûl. Pasaremos la noche aquí.
Para vosotros, tenedlas a mano. Voy a inspeccionar la zona. Quedaos aquí.
Pippin: Oh, mi tomate se ha reventado. ¿Me das un poco de bacon?
Merry: ¿Quieres un tomate Sam?
Frodo: ¿Pero qué haceis?
Merry: Tomates, salchichas, y rico y crujiente bacon
Sam: Le hemos dejado algo Señor Frodo.
Frodo: ¡Apagad eso insensatos! ¡Apagadlo!
Pippin: Tomates a la ceniza.
Frodo: ¡Corred!
Sam: ¡Atrás, malditos!
Rey Brujo: Dáselo al señor Oscuro...
Frodo: ¡No! ¡Aaaaahhh!
Sam: ¡Frodo! Frodo.
Frodo: ¡Oh, Sam!
Sam: ¡Trancos! ¡Ayúdale, Trancos!
Aragorn: Le han herido con una hoja de Morgul. Supera mis conocimientos de curación; necesita medicina élfica.
¡Corred!
Sam: Estamos a seis días de Rivendel, ¡no llegará con vida!
Aragorn: ¡Aguanta, Frodo!
Frodo: ¡Gandalf!
Sam: Mire Frodo, los Trolls del señor Bilbo. ¿Señor Frodo? ¡Se está enfriando!
Pippin: ¿Se va a morir?
Aragorn: Se hunde en el mundo de las sombras. Pronto será un espectro como ellos.
Merry: Están cerca.
Aragorn: Sam, ¿conoces la Athelas, la planta?
Sam: ¿Athelas?
Aragorn: La hoja de Reyes.
Sam: ¡Athelas! Sí, es una hierba.
Aragorn: Ralentiza el envenenamiento, rápido.
Arwen: ¿Qué es esto? ¿Un Montaraz desprevenido?
Arwen: Frodo, im Arwen. Telin le thaed. Lasto beth nîn, tolo dan na ngalad. (Frodo, Soy Arwen. He venido a ayudarte. Oye mi voz. Vuelve a la luz.)
Merry: ¿Quién es?
Arwen: Frodo.
Sam: Una mujer elfa.
Arwen: Se nos va. No le queda mucho. Debemos llevarlo a mi padre. Llevaba dos días buscandoos.
Sam: ¿Adónde le llevais?
Arwen: Hay cinco Espectros persiguiendoos. Los otros cuatro, ignoro donde están.
Aragorn: Dartho guin Beriain. Rych le ad tolthathon.
(Quédate con los hobbits, te enviaré caballos)
Arwen: Hon mabathon. Rochon ellint im.
(Yo soy el jinete mas rápido, yo le llevaré)
Aragorn: Andelu i ven.
(El camino es peligroso)
Pippin: ¿Qué dicen?
Arwen: Frodo fîr. Ae athradon i hir, tur gwaith nîn beriatha hon.
(Si puedo atravesar el río, el poder de mi gente lo protegerá.)
No les tengo ningún miedo.
Aragorn: Be iest lîn.
No mires atrás. Cabalga veloz.
Arwen: ¡Noro lim, Asfaloth, noro lim!
(¡Corre, Asfaloth, corre!)
Sam: ¿Qué hacéis? ¡Esos espectros siguen por ahí!
Arwen: ¡Noro lim, Asfaloth!
Nazgûl: ¡Entréganos al mediano, mujer elfa!
Arwen: ¡Si le queréis, venid a por él!
Nîn o Chithaeglir lasto beth daer, Rimmo nîn Bruinen dan in Ulaer!
(¡Aguas de las Montañas Nubladas, escuchad la gran palabra: que fluyan las aguas contra los espectros del Anillo!)
¡No! ¡Frodo no te rindas! ¡Ahora no! La gracia que me ha sido otorgada entre en él y por ella sea curado. ¡Sálvale!
Elrond: Frodo, Lasto beth nîn. Tolo dan nan galad.
(Frodo, oye mi voz. Vuelve a la luz)
Frodo: ¿Dónde estoy?
Gandalf: En la casa de Elrond. Son las diez de la mañana del 24 de octubre para tu información.
Frodo: Gandalf.
Gandalf: Sí, aquí estoy; y tú también, por suerte. Unas horas más y no habríamos podido ayudarte. Pero hay mucha fuerza en ti, mi querido hobbit.
Frodo: ¿Que pasó, Gandalf? ¿Por qué no apareciste?
Gandalf: Oh, lo siento mucho Frodo... Me retrasé.
Saruman: ¡La amistad de Saruman, no se desprecia a la ligera! El tiempo de ser siervo de otros se ha terminado. Doblégate al poder del Anillo o afronta tu propia destrucción.
Gandalf: Solo hay un Señor del Anillo. Sólo uno puede doblegarlo a su voluntad. ¡Y él no cede su poder!
Saruman: La muerte ha sido tu elección.
Frodo: Gandalf, ¿qué pasa?
Gandalf: Nada, Frodo.
Sam: ¡Frodo! ¡Frodo!
Frodo: ¡Sam!
Sam: ¡Bendito sea, ha despertado!
Gandalf: Sam no se ha separado de ti.
Sam: Nos tenía muy preocupados, ¿verdad señor Gandalf?
Gandalf: Gracias a la sabiduría del caballero Elrond, te estás recuperando.
Elrond: Bienvenido a Rivendel, Frodo Bolsón.
Frodo: ¡Bilbo!
Bilbo: ¡Hola Frodo, muchacho!
Frodo: "Partida y regreso.Historia de un Hobbit" por Bilbo Bolsón. ¡Es maravilloso!
Bilbo: Quería volver a maravillarme con los poderes del Bosque Negro. Visitar la Ciudad del Lago..., volver a ver la Montaña Solitaria... Pero la edad al parecer ha hecho presa de mí.
Frodo: Echo de menos la Comarca. Pasé mi infancia soñando que algún día me iría lejos, contigo a una de tus aventuras... pero mi aventura ha resultado ser muy distinta. No soy como tú, Bilbo.
Bilbo: Mi querido muchacho.
Sam: Algo se me olvida...
Frodo: ¿Ya has hecho el macuto?
Sam: Hay que estar bien preparado.
Frodo: ¿No querías ver elfos, Sam?
Sam: Claro.
Frodo: ¿Más que cualquier cosa?
Sam: Sí, pero es que... Hemos hecho lo que Gandalf quería ¿verdad? Hemos traído el Anillo hasta Rivendel, y he pensado... al ver que se recupera, que partiríamos pronto... a casa.
Frodo: Así es Sam. Hemos cumplido nuestro cometido. El Anillo estará seguro en Rivendel. Ya puedo volver a casa.
Elrond: Recobra sus fuerzas.
Gandalf: Esa herida nunca sanará del todo. La llevará el resto de su vida.
Elrond: Y eso que llegar hasta aquí portando el Anillo es muestra de extraordinaria resistencia a su mal.
Gandalf: Es una carga que jamás tendría que haber llevado. No podemos pedirle más a Frodo.
Elrond: Gandalf, el enemigo avanza. Las tropas de Sauron se concentran en el Este. Su ojo está fijo en Rivendel, y Saruman según dices nos ha traicionado. Nuestra lista de aliados se reduce.
Gandalf: Su traición es mayor de lo que crees. Con malas artes, Saruman ha cruzado Orcos con Trasgos. Está criando un ejercito en las cavernas de Isengard. Un ejército que puede recorrer grandes distancias a la luz del día con rapidez. Saruman viene en busca del Anillo.
Elrond: Ese mal no puede combatirse con el poder de los Elfos. No somos capaces de luchar contra Mordor e Isengard. Gandalf, el Anillo tiene que irse.
Es una amenaza para toda la Tierra Media. Ellos deben decidir cómo acabar con él. La Era de los Elfos se ha terminado, mi pueblo deja estas costas. ¿A quién acudirás cuando ya no estemos? ¿A los enanos? Hurgan en las montañas, quieren riquezas, se desentienden de los problemas ajenos.
Gandalf: Es en los hombres en quien hay que poner esperanza.
Elrond: Hombres... Los hombres son débiles. La raza del hombre se desvirtúa, la sangre de Númenor está más que agotada. Su orgullo y su dignidad harto olvidados. Por culpa de los hombres el Anillo aún pervive. Yo estuve allí, Gandalf. Yo estuve allí hace 3.000 años... Cuando Isildur aceptó el Anillo, yo estuve allí el día que la voluntad del hombre fracasó.
"Isildur, aprisa, sígueme."
Yo conduje a Isildur al corazón del Monte del Destino, donde el Anillo fue forjado, el único lugar en que puede ser destruído.
"¡Arrójalo al fuego! ¡Destrúyelo!"
Isildur: No.
Elrond: Aquel día debió ser su final. Pero el mal consiguió pervivir.
Isildur conservó el Anillo, y así interrumpió la saga real. No quedó poder en el mundo de los Hombres. Desechos, divididos, sin dirección.
Gandalf: Hay alguien que podría unirlos. Alguien que podría reclamar el trono de Gondor.
Elrond: Dejó ese camino hace largo tiempo. Ha elegido el exilio.
Boromir: Tú no eres elfo...
Aragorn: Los hombres del Sur son bienvenidos aquí.
Boromir: ¿Quién eres?
Aragorn: Un amigo de Gandalf el Gris.
Boromir: Entonces nuestro propósito es común, amigo.
Fragmentos de Narsil... La hoja que cortó el Anillo de la mano de Sauron. Aún está afilada...
Es una reliquia hecha pedazos.
Arwen: ¿Por qué temes al pasado? Eres el heredero de Isildur, no Isildur en persona. Tú no compartes su destino.
Aragorn: La misma sangre corre en mis venas. La misma debilidad.
Arwen: Tu tiempo llegará. Te enfrentarás al mismo mal, y lo derrotarás.
A si i-Dhúath ú-orthor, Aragorn. Ú or le a ú or nin (La sombra aún no domina, ni sobre ti, ni sobre mi)
Arwen: Renich i lú i erui govannem? (¿Recuerdas cuando nos conocimos?)
Aragorn: Nauthannen i ned ôl reniannen. (Creí que me había perdido en un sueño)
Arwen: Gwennnin in enninath. Ú-arnech in naeth i si celich. Renich i beth i pennen? (Largos años han pasado. No tenías las cargas que soportas ahora. ¿Recuerdas lo que te dije?)
Aragorn: Dijiste que acabarías uniéndote a mí, renunciando a la vida inmortal, propia de tu pueblo.
Arwen: Y lo sigo diciendo. Antes compartiría una vida contigo que enfrentarme a todas las Edades de este mundo sola. Elijo una vida mortal.
Aragorn: No puedes darme esto.
Arwen: Dárselo a quien quiero es mi privilegio. Como mi corazón.
Elrond: Forasteros de tierras lejanas, amigos de siempre. Habéis sido convocados para atajar la amenaza de Mordor. La Tierra Media se encuentra al borde de la destrucción. Nadie puede escapar a ella. Debéis uniros o pereceréis. Toda raza se enfrenta a este destino, a ésta maldición. Muéstranos el Anillo, Frodo.
Boromir: Entonces es cierto...
Gimli: El Anillo de poder.... la maldición del hombre....
Boromir: En un sueño vi el cielo oriental oscurecerse...Pero en el Oeste persistía una pálida luz, una voz gritaba "tu maldición está cercana, el Daño d Isildur ha sido hallado." El Daño de Isildur...
Elrond: ¡Boromir!
Gandalf: ¡Ash nazg durbatulûk, ash nazg gimbatul, ash nazg thrakatulûk agh burzum-ishi krimpatul! (Un Anillo para gobernarlos a todos, un Anillo para encontrarlos, un Anillo para atraerlos a todos, y atarlos en las Tinieblas)
Elrond: Jamás antes una voz dijo palabras en esa Lengua aquí, en Imladris.
Gandalf: No he de pedir perdón, maestro Elrond, pues la Lengua Oscura de Mordor puede ser oída en cualquier rincón del Oeste. El Anillo es el Mal en sí mismo.
Boromir: Es un privilegio. Un regalo para los rivales de Mordor. ¿Por qué no usar el Anillo? Largo tiempo mi padre, el Senescal de Gondor ha contenido las tropas de Mordor. Gracias a la sangre de nuestro pueblo vuestras tierras fueron seguras. Entregad a Gondor el arma del enemigo. ¡Usémoslo contra él!
Aragorn: ¡No puedes dominarlo! ¡Ninguno de nosotros puede! El Anillo Único solo responde ante Sauron. No tiene otro señor.
Boromir: ¿Qué sabe un Montaraz, de estos asuntos?
Legolas: No es un simple Montaraz. Es Aragorn, hijo de Arathorn. Le debes lealtad.
Boromir: ¿Aragorn? ¿El heredero de Isildur?
Legolas: Y heredero al trono de Gondor.
Aragorn: Havo dad, Legolas. (Siéntate, Legolas)
Boromir: Gondor no tiene Rey. Gondor no necesita Rey.
Gandalf: Aragorn está en lo cierto. No podemos usarlo.
Elrond: Solo os queda una opción. El Anillo debe ser destruido.
Gimli: ¡A qué estamos esperando!
Elrond: El Anillo no puede ser destruido Gimli, hijo de Glóin, mediante las artes de las que disponemos aquí. Fue forjado en los fuegos del Monte del Destino. Solo allí puede ser fundido. Debe ser devuelto al corazón de Mordor y arrojado en el bárbaro abismo del que procede. Uno de vosotros, deberá hacerlo.
Boromir: No se entra así como así en Mordor. Son más que orcos los que guardan sus negras puertas. Habita en su seno un mal que nunca duerme. Y el Gran Ojo, permanece alerta. Es un yerma extensión, pasto del fuego, cenizas y polvo. El aire que se respira es vapor venenoso. Ni con diez mil hombres podría hacerse. Es un disparate.
Legolas: ¿¡No has escuchado nada de lo que Elrond ha dicho!? ¡El Anillo debe ser destruido!
Gimli: ¡Y supongo que eres tú quien se ofrece hacerlo!
Boromir: ¿¡Y si fracasamos qué!? ¿¡Qué pasará si Sauron recupera lo que es suyo!?
Gimli: ¡Antes muerto que ver el Anillo en manos de un elfo! ¡Nadie confía en un elfo!
Gandalf: ¿Es que no lo entendéis? Mientras discuten entre si el poder de Sauron está creciendo. ¡Nadie se librará de él! ¡Todos seréis derrotados!
Anillo: Ash nazg durbatuluk, Ash nazg gimbatul, Ash nazg thrakatuluk, Agh burzum-ishi krimpatul (Un Anillo para gobernarlos a todos, un Anillo para encontrarlos, un Anillo para atraerlos a todos, y atarlos en las Tinieblas)
Frodo: ¡Yo lo llevaré! ¡Yo lo llevaré! ¡Yo llevaré el anillo a Mordor! Aunque... no sé como voy a hacerlo.
Gandalf: Yo te ayudaré a llevar esta carga, Frodo Bolsón. Mientras seas tu quien la lleve.
Aragorn: Si con mi vida o mi muerte puedo protegerte, lo haré. Cuenta con mi espada.
Legolas: Y cuenta con mi arco.
Gimli: ¡Y con mi hacha!
Boromir: Tu cargas con nuestros destinos, pequeño. Si es esta la voluntad del Concilio, Gondor la ha de ver cumplida.
Sam: ¡Eh! El señor Frodo no se va a ningún lado sin mí.
Elrond: Desde luego es difícil separarlos, aun cuando él ha sido convocado a un concilio secreto y tú no...
Merry: ¡Eh! ¡Nosotros también vamos! ¡Tendréis que mandarnos a casa atados dentro de un saco para impedirlo!
Pippin: Además os hace falta gente inteligente para este tipo de... misión, cometido, cosa...
Merry: Pues eso te excluye Pip.
Elrond: Nueve compañeros. Sea así. ¡Seréis la Compañía del Anillo!
Pippin: Bien. ¿Adónde vamos?
Elrond: Anirne hene beriad i chên în. Ned Imladris nauthant e le beriathar aen.
(Quiso proteger a su hijo. Pensó que en Rivendel estarías a salvo.)
Pero en su corazón, tu madre sabía que serías perseguido toda tu vida. Que nunca escaparías a tu destino. La maestría de los elfos puede volver a forjar la Espada de Reyes, pero sólo tú tienes el poder para empuñarla.
Aragorn: No quiero ese poder. Nunca lo he querido.
Elrond: Eres el ultimo de tu linaje, no hay otro.
Bilbo: Mi vieja espada, Dardo. Toma, cógela, cógela.
Frodo: Es muy ligera.
Bilbo: Sí, sí, hecha por Elfos, ¿sabes? La hoja brilla cuando hay orcos cerca, y es en esos momentos muchacho, cuando has de tener extremo cuidado. Acepta esta preciosidad. ¡Mithril! Liviano como una pluma, y duro como escamas de Dragón. A ver como te queda. Póntelo, vamos.
Mi viejo Anillo. Me gustaría... poder sujetarlo por última vez.
Siento mucho haberte metido en esto, muchacho. Lamento que tengas que llevar esta carga. ¡Lamento todo esto!
Elrond: El Portador del Anillo se dispone a partir para el Monte del Destino. A los que viajáis con él, ni juramento ni atadura obliga a ir más allá de vuestra voluntad. Hasta siempre, cumplid vuestro propósito. Y que todas las bendiciones de Elfos, Hombres y los Pueblos Libres, os acompañen.
Gandalf: La compañía aguarda al Portador del Anillo.
Frodo: Mordor, Gandalf, ¿izquierda o derecha?
Gandalf: Izquierda.
Gandalf: Debemos mantener este rumbo al Oeste de las Montañas Nubladas durante cuarenta días. Con suerte, el paso de Rohan aún estará practicable. Allí nuestro camino tornará al Este, hacia Mordor.
Boromir: 2, 3, 4, 5. Bien, ¡muy bien!
Aragorn: Mueve esos pies...
Merry: ¡Muy bien Pippin!
Pippin: ¡Gracias!
Merry: ¡Más rápido!
Gimli: Si a alguien le interesa mi opinión, y ya veo que no, diría que estamos dando un rodeo. Gandalf, podríamos atravesar las minas de Moria. ¡Mi primo Balin nos daría una bienvenida de Reyes!
Gandalf: No, Gimli. No tomaré el camino de Moria a no ser que no haya elección.
Pippin: ¡Aah!
Boromir: Lo siento.
Pippin: ¡Dale! ¡Por la Comarca! Agárrale, agárrale Merry.
Aragorn: Ya es suficiente. Basta, caballeros.
Merry: ¡Me ha cogido el brazo!
Sam: ¿Qué es eso?
Gimli: Sólo un jirón de nube.
Boromir: Se mueve veloz. Y contra el viento.
Legolas: ¡Crebains de las Tierras Brunas!
Aragorn: ¡Escondeos!
Boromir: ¡Merry! ¡Pippin!
Aragorn: ¡Frodo! ¡Sam! ¡A cubierto!
Gandalf: Espías de Saruman. El paso del sur está vigilado. Tomemos el paso de Caradhras.
Frodo: ¡Ah!
Aragorn: ¡Frodo!
¡Boromir!
Boromir: Qué extraño destino tener que sufrir tanto miedo y dudas, por algo tan insignificante, tan irrisorio.
Aragorn: Boromir, devuelve el anillo a Frodo.
Boromir: A sus órdenes. No lo quiero.
Saruman: ¿Y bien, Gandalf? Intentarás conducirlos sobre Caradhras, y si no da resultado... ¿Por dónde pasarás? Si la montaña te derrota, ¿te arriesgarás a tomar una ruta más peligrosa?
Legolas: El viento arrastra una voz cruel.
Gandalf: ¡Es Saruman!
Aragorn: ¡Intenta derrumbar la montaña! ¡Gandalf, debemos volver!
Gandalf: ¡No! Losto Caradhras, sedho, hodo, nuitho i 'ruith! (¡Duerme, Caradhras, quédate quieto, contén tu ira!)
Saruman: Cuiva nwalca Carnirassë; nai yarvaxëa rasselya; taltuva notto-carinnar! (¡Despierta cruel cuerno rojo! ¡Tu cuerno puede ensangrentarse!)
Aragorn: ¡Frodo, Sam!
Boromir: ¡Hay que descender de la montaña! ¡Tomemos el paso de Rohan! Y crucemos el Folde Oeste hasta mi ciudad!
Aragorn: ¡El paso de Rohan nos acerca demasiado a Isengard!
Gimli: ¡Si no podemos pasar sobre la montaña, pasemos bajo ella! ¡Atravesemos las minas de Moria!
Saruman: Moria. Temes entrar en esas minas. Los enanos cavaron congran ambición, y muy profundo. Ya sabes lo que despertaron en la Oscuridad de Khazad-dûm. La Sombra y la Llama...
Gandalf: Que el portador del Anillo decida.
Boromir: ¡No podemos quedarnos aquí, sería la muerte para los hobbits!
Gandalf: Frodo.
Frodo: ¡Atravesaremos las minas!
Gandalf: Sea así.
¡Frodo! Ven a ayudar a este anciano. ¿Qué tal tu hombro?
Frodo: Cada vez mejor.
Gandalf: ¿Y el anillo? Sientes cómo su poder crece, ¿verdad? Yo también lo siento, debes ser muy cauto ahora. El mal te acosará desde fuera de la Compañía, y me temo, que también desde dentro...
Frodo: ¿En quién confío, entonces?
Gandalf: Debes confiar en ti mismo, en tus propias fuerzas.
Frodo: ¿Qué quieres decir?
Gandalf: Hay muchos poderes en este mundo, para el Bien y para el Mal, algunos más grandes que yo, contra los cuales aun no he sido puesto a prueba...
Gimli: Oh, los muros de Moria...Cerradas, las puertas de los Enanos son invisibles.
Gandalf: Cierto, Gimli. Ni sus artífices pueden encontrarlas, si sus secretos caen en el olvido.
Legolas: ¿Por qué no me sorprende?
Gandalf: Ahora veamos. Ithildin. Sólo refleja la luz de las estrellas y de la luna. Se lee "Las puertas de Durin, Señor de Moria" "Habla, amigo, y entra"
Merry: ¿Qué significa eso?
Gandalf: Es muy sencillo. Si eres amigo di la contraseña y las puertas se abrirán.
Annon Edhellen edro hi ammen! (Puerta de los elfos, ábrete ahora para mi!)
Fennas Nogothrim lasto beth lammen. (Puerta del pueblo de los Enanos, escucha la palabra de mi lengua)
Pippin: No se mueve.
Gandalf: Hubo un tiempo en el que conocía cada fórmula en todas las lenguas de Elfos, Hombres y Orcos.
Pippin: ¿Qué vas a hacer entonces?
Gandalf: ¡Aporrear estas puertas con tu cabeza, Peregrin Tuk!, y si eso no las derriba y consigo algo de paz al margen de preguntas vanas, intentaré encontrar las palabras adecuadas.
Ando Eldarinwa a lasta quettanya, Fenda Casarinwa! (Puerta de los elfos escucha mi palabra, ¡entrada de los enanos! )
Aragorn: Las minas no son lugar para un Poney, ni siquiera para uno tan valiente como este.
Sam: Adiós, Bill.
Aragorn: Vete Bill, ¡vete! Tranquilo Sam, sabe volver a casa.
No molestéis al agua.
Gandalf: Nada, es inútil. No sé qué será.
Frodo: Es un acertijo. Di "amigo" y entra. ¿Cómo se dice amigo en élfico?
Gandalf: Mellon.
Gimli: Pronto, Señor Elfo, disfrutarás de la famosa hospitalidad de los Enanos. Rugientes hogueras, cerveza de Malta, rica carne deshuesada... Pues esto amigo mío, es el hogar de mi primo Balin, y lo llaman mina... ¡Una mina!
Boromir: Esto no es una mina... ¡es una tumba!
Gimli: ¡No! ¡Noooo!
Legolas: ¡Trasgos!
Boromir: Debimos ir por el paso de Rohan. ¡Y nunca entrar aquí! Vámonos ahora mismo, salgamos de aquí. ¡Fuera!
Merry: ¡Frodo!
Sam: ¡Trancos! ¡Suéltale!
Gandalf: ¡A las minas!
Boromir: ¡Legolas! ¡A las cuevas!
Aragorn: ¡Corred!
Gandalf: Sólo nos queda una opción ahora. Enfrentarnos a la larga oscuridad de Moria. Manteneos alerta, hay seres más antiguos y viles que los orcos en las profundidades del mundo.
Silencio ahora. Son cuatro jornadas de viaje hasta el otro lado. Confiemos en que nuestra presencia pase inadvertida.
La riqueza de Moria no se contaba en oro, ni en joyas, sino en Mithril. Bilbo llevaba una cota de malla de Mithril, obsequio de Thorin.
Gimli: Oh, era un regalo de Reyes.
Gandalf: Sí. Nunca se lo dije, pero su valía era mayor que la Comarca entera.
Merry: ¡Pippin!
Gandalf: No tengo recuerdos de este lugar.
Pippin: ¿Estamos perdidos?
Merry: No.
Pippin: Yo creo que sí.
Merry: ¡Ssshhh! Gandalf está pensando.
Pippin: Merry...
Merry: ¿Qué?
Pippin: Tengo hambre.
Frodo: Hay algo ahí abajo...
Gandalf: Es Gollum.
Frodo: ¡Gollum!
Gandalf: Nos lleva siguiendo desde hace tres días.
Frodo: Ha escapado de las mazmorras de Barad-dûr.
Gandalf: Ha escapado... o le han soltado. Y ahora el anillo le ha traído hasta aquí. Nunca se librará de esa necesidad de él. Odia y ama el anillo tanto como se odia y ama a sí mismo. La vida de Sméagol es una triste historia. Ah sí, Sméagol era su nombre antes de que el anillo le encontrara y le volviera loco.
Frodo: Lástima que Bilbo no le matara cuando pudo hacerlo.
Gandalf: ¿Lástima? La lástima fue lo que frenó la mano de Bilbo. Muchos vivos merecerían la muerte, y algunos que mueren merecen la vida. ¿Podrías dársela tú, Frodo? No seas ligero a la hora de adjudicar muerte o juicio, ni los sabios pueden discernir esos extremos. El corazón me dice que Gollum tiene aún un papel que cumplir, para bien o para mal, antes de que todo esto acabe.
Gollum: ¡Gollum!
Gandalf: La compasión de Bilbo podría regir el destino de muchos.
Frodo: Ojalá el Anillo nunca hubiera llegado a mí. Ojalá nada hubiera ocurrido.
Gandalf: Eso desean quienes viven estos tiempos, pero no les toca a ellos decidir. Lo único que podemos decidir es qué hacer con el tiempo que se nos ha dado. Hay otras fuerzas actuando en este mundo, Frodo además de la voluntad del Mal. Bilbo estaba destinado a encontrar el anillo, y como consecuencia tú también estabas destinado a tenerlo. Y eso es un pensamiento alentador.
Oh, es por ahí.
Merry: ¡Se ha acordado!
Gandalf: No. Pero el aire no está tan viciado aquí abajo. En caso de duda Meriadoc, ¡sigue siempre tu olfato!
Sí... arriesgaré con algo más de luz. ¡Contemplad, el gran reino y ciudad de la Mina del Enano!
Sam: ¡Un regalo para la vista, sin duda!
Gimli: ¡Huh!
Gandalf: ¡Gimli!
Gimli: ¡No! ¡No! ¡Oh, no!
Gandalf: "Aquí yace Balin, hijo de Fundin, Señor de Moria." Ha muerto entonces, tal como yo temía.
Gimli: Kilmin malur ni zaram kalil ra narag. Kheled-zâram ... Balin tazlifi. (¿?)
Legolas: Debemos continuar, no podemos detenernos.
Gandalf: "Han tomado el puente, y la segunda sala. Atrancamos las puertas, pero no podremos frenarlos por mucho tiempo. El suelo tiembla. Tambores... tambores en lo profundo. No podemos salir. Una sombra se mueve en la oscuridad. No podemos salir. Ya vienen..."
¡Tuk, insensato! ¡Tírate tú la próxima vez y líbranos de tu estupidez!
Sam: ¡Señor Frodo!
Legolas: ¡Orcos!
Aragorn: ¡Atrás, no os separéis de Gandalf!
Boromir: ¡Tienen un Troll de las cavernas!
Gimli: ¡Aah! ¡Dejad que vengan! ¡Aún queda un enano con vida en Moria!
Gandalf: ¡Cargaad!
Sam: Le voy cogiendo el tranquillo.
Aragorn: ¡Frodo!
Frodo: ¡Aragorn! ¡Aragorn!
Sam: ¡Frodo! ¡Frodo!
Aragorn: Oh, no...
Sam: ¡Está vivo!
Frodo: Estoy bien, no me ha herido.
Aragorn: ¡Deberías estar muerto! Esa lanza podría atravesar un jabalí.
Gandalf: Creo que este hobbit es más de lo que parece.
Gimli: ¡Mithril! Es usted una caja de sorpresas, señor Bolsón.
Gandalf: ¡Al puente de Khazad-dûm!
Gandalf: ¡Por aquí! ¡Vamos!
Boromir: ¿Qué nueva criatura es ésta?
Gandalf: El Balrog. Un demonio del mundo antiguo. Este rival os supera a todos. ¡Corred!
Aragorn: ¡Deprisa!
Aragorn: Gandalf.
Gandalf: Guíalos, Aragorn. El puente está cerca. ¡Haz lo que te digo! ¡Las espadas aquí ya no sirven!
Legolas: ¡Gandalf!
Boromir: ¡Merry! ¡Pippin!
Aragorn: ¡Sam!
Gimli: ¡Nadie empuja a un enano!
¡No! ¡De la barba no!
Aragorn: ¡Frodo! Aguanta.
Gandalf: ¡Aguantad!
Aragorn: ¡Aguanta! ¡Inclínate! ¿Preparado?
Frodo: ¡Vamos!
Aragorn: ¡Ahora!
Gandalf: ¡Por el puente! ¡Corred!
¡No puedes pasar!
Frodo: ¡Gandalf!
Gandalf: ¡Soy siervo del Fuego Secreto, administrador de la Llama de Anor! ¡Tu Fuego Oscuro es en vano, Llama de Udûn! ¡Regresa a la Sombra! ¡¡No puedes pasar!!
Boromir: ¡No!
Frodo: ¡Gandalf!
Gandalf: ¡Corred, insensatos!
Frodo: ¡Nooooo!
Boromir: ¡Aragorn!
Aragorn: Legolas, que se muevan.
Boromir: ¡Dales un momento, por piedad!
Aragorn: Al anochecer estas colinas serán un hervidero de orcos. Debemos llegar a los bosques de Lothlorien. Vamos, Boromir, Legolas, Gimli, que se levanten. En pie Sam. ¿Frodo? ¡Frodo!
Gimli: No os alejéis, hobbits. Cuentan que una gran hechicera habita estos bosques. Una bruja elfa, de terrible poder. Todo el que la mira cae presa de su hechizo...
Galadriel: Frodo...
Gimli: ...para siempre desaparecer.
Galadriel: ...tu llegada a nosotros es como dejar paso a la maldición. Pues traes el mal a este lugar, Portador del Anillo.
Sam: ¿Señor Frodo?
Gimli: Pues aquí hay un enano al que no embrujará con facilidad. Tengo ojos de halcón y oído de zorro. Oh...
Haldir: El enano respira tan fuerte como para alcanzarle en la oscuridad.
Mae govannen, Legolas Thranduilion. (Bienvenido Legolas, hijo de Thranduil)
Legolas: Govannas vîn gwennen le, Haldir o Lórien. (Nuestra comunidad esta en deuda contigo)
Haldir: A Aragorn in Dúnedain istannen le ammen. (Aragorn, de los Dunedain, nos eres muy conocido)
Aragorn: Haldir o Lórien. (Haldir de Lorien)
Henio, aníron, boe ammen i dulu lîn. (Por favor, comprende que necesitamos vuestra ayuda.)
Boe ammen veriad lîn. (Necesitamos vuestra protección)
Gimli: ¿Qué ha sido de la legendaria cortesía de los elfos? ¡Hablad algo que entendamos todos!
Haldir: No hemos tenido trato con los enanos desde los días oscuros.
Gimli: ¿Sabes qué responde un enano a eso? Ishkhaqwi ai durugnul. (¿?)
Aragorn: Eso no ha sido nada cortés.
Haldir: Sois portadores de un gran peligro. No podéis continuar.
Aragorn: Boe ammen veriad lîn. (Necesitamos vuestra protección)
Andelu i ven. (El camino es muy peligroso)
Merin le telim. (Desearíamos ir con vosotros.)
Henio, aníron boe ammen i dulu lîn. (Por favor, comprende que necesitamos vuestra ayuda.)
Andelu i ven. (El camino es muy peligroso)
Boromir: La muerte de Gandalf no fue en vano. Él no te habría permitido perder la esperanza. Llevas una pesada carga, Frodo. No cargues también con su muerte.
Haldir: Bien, acompañadme.
Haldir: Calas galadhon, el corazón del lugar de los elfos. Reino del caballero Celeborn, y de Galadriel, Dama de la Luz.
Celeborn: El enemigo sabe que estáis aquí. La esperanza que hubierais depositado en el secreto ha desaparecido ahora. Ocho sois ahora, aunque nueve fueron los que salieron de Rivendel. Decidme, ¿dónde está Gandalf?, ardo en deseos de hablar con él. Ya no puedo verlo en la distancia.
Galadriel: Gandalf el Gris no ha franqueado las fronteras de esta tierra. Ha caído en la Sombra...
Legolas: Fue engullido por ambas. La Sombra y la Llama. Un Balrog de Morgoth. Caímos sin necesidad en las redes de Moria.
Galadriel: Lo innecesario no era propio de Gandalf en vida. No conocemos aún su verdadero propósito.
No dejes que el gran vacío de Khazad-dûm anegue tu corazón, Gimli hijo de Glóin. Este mundo se ha ido llenando de peligros, y en todos sus rincones, el amor se confunde ahora con el dolor.
Celeborn: ¿Qué va a ser ahora de la Compañía? Sin Gandalf no cabe la esperanza.
Galadriel: La misión está en el filo de la navaja. Descuidaos un instante y fracasará, para desgracia de todos. Aún hay esperanza, mientras la Compañía permanezca fiel. No dejéis que os inquieten vuestros corazones. Id a descansar ahora, estáis agotados de tanto esfuerzo y sufrimiento. Esta noche dormiréis.
Bienvenido, Frodo de la Comarca. ¡Aquél que ha visto el Ojo!
Legolas: Un memento por Gandalf.
Pippin: ¿Qué dicen de él?
Legolas: No me salen las palabras. Para mí el dolor aún es reciente.
Sam: Apuesto a que no mencionan sus fuegos de artificio. Se merecerían algún verso. Los mejores cohetes nunca vistos, estallan en estrellas de verde y azul. Tras el estruendo, un manto plateado se cierne como una lluvia de flores. No, eso no le hace justicia ni por asomo.
Aragorn: Ve a descansar. Estas fronteras están bien protegidas.
Boromir: No encontraré descanso aquí. Oí su voz en mi interior. Habló de mi padre y de la caída de Gondor. Ella me dijo "incluso ahora hay esperanza". Pero yo no la veo. Hace tiempo que la hemos perdido. Mi padre es un hombre noble, pero su mandato decae, y nuestro pueblo pierde la fe. Confía en mí para ordenar las cosas, y lo haría..., restablecería la gloria de Gondor. ¿Has llegado a verla, Aragorn? La Torre Blanca de Ecthelion... Brillante como una aguja de nácar y plata; sus pendones ondean con la brisa temprana. ¿Te han recibido alguna vez con el claro sonido de las trompetas de plata?
Aragorn: Vi la Ciudad Blanca, hace tiempo.
Boromir: Algún día nuestros pasos nos llevaran allí, y el centinela de la torre dará la nueva: ¡Los caballeros de Gondor han regresado!
Galadriel: ¿Mirarás en el espejo?
Frodo: ¿Qué veré si lo hago?
Galadriel: Ni el más sabio te lo diría, pues el espejo muestra muchas cosas. Cosas que fueron, cosas que son, y algunas cosas que aún están por llegar.
Sé lo que has visto, porque también está en mi mente. Es lo que llegaría a suceder si fracasaras. La comunidad se está dividiendo, ha comenzado su final. Él intentará hacerse con el Anillo. Ya sabes de quien hablo. Uno a uno, (el anillo) acabará con todos.
Frodo: Si me lo pidieras, te daría el Anillo Único.
Galadriel: Me lo ofreces sin reservas... No negaré que mi corazón lo ha deseado fervientemente...
¡En el sitio del Señor Oscuro instalarás una reina! ¡No oscura pero hermosa y terrible como el alba, traicionera como el mar, más fuerte que los cimientos de la tierra! ¡Todos me amarán, desesperados!
He superado la prueba. Me someteré; partiré al Oeste, y seguiré siendo Galadriel.
Frodo: No puedo hacer esto sólo...
Galadriel: Eres el portador del Anillo, Frodo. Llevar el Anillo de Poder conlleva estar solo. Éste es Nenya, el Anillo de Diamante, yo soy su depositaria. Esta misión te ha sido encomendada, y si tú no encuentras el camino... nadie lo hará.
Frodo: Entonces sé lo que debo hacer. Solo que... tengo miedo de hacerlo.
Galadriel: Hasta el más pequeño puede cambiar el curso del futuro.
Saruman: ¿Cuál fue el origen de los Orcos? Dime, ¿sabes la respuesta? Fueron Elfos antaño. Capturados por los poderes oscuros, torturados y mutilados... una ruinosa y terrible forma de vida, y ahora, perfeccionada. Mi guerrero Uruk-Hai, dime, ¿quién es tu señor?
Lurtz: ¡Saruman!
Saruman: ¡Cazadlos! No paréis hasta encontrarlos. No conocéis el miedo. No conocéis el dolor. Os saciaréis de carne humana. Uno de los medianos carga con algo de gran valor. Traédmelo con vida, y... de una pieza. Matad al resto.
Celeborn: Nunca antes hemos vestido a extraños con el atuendo de nuestro pueblo. Que estas capas os sirvan de escudo frente a los ojos enemigos.
Legolas: Lembas, pan élfico para el camino. Un simple bocado llena el estómago de un hombre fornido.
Merry: ¿Cuántas te has comido?
Pippin: Cuatro...
Celeborn: Cada legua hacia el sur incrementará el peligro. Los orcos de Mordor controlan ahora la orilla este del Anduin. Tampoco estaréis seguros en la orilla oeste. Extrañas criaturas portando la marca de la Mano Blanca rondan nuestras fronteras. Rara vez los orcos andan al descubierto bajo el sol, pero estos así lo hacen.
Le aphadar aen. (Os siguen la pista)
Por el río tenéis la opción de adelantar al enemigo hasta los saltos del Rauros.
Galadriel: Mi presente para ti, Legolas, es un arco de los Galadhrim, digno de la destreza de nuestros parientes del bosque.
Estas son las dagas de los Noldor. Ya han servido antes en la guerra. No temas, joven Peregrin Tuk, encontrarás tu valor.
Y para ti, Samsagaz Gamyi, cuerda élfica trenzada con Hithlain.
Sam: Gracias, mi señora. ¿Ya no le queda ninguna daga reluciente?
Galadriel: ¿Y qué presente pediría un enano a los elfos?
Gimli: Nada. Excepto contemplar a la Dama de los Galadhrim una última vez, pues es más hermosa que las joyas ocultas bajo tierra. En realidad... sí pediría una cosa... No, no, no, es una bobada, un imposible, una petición absurda.
Galadriel: No tengo mejor presente que darte que el que ya llevas contigo.
Am meleth dîn. I ant e guil Arwen Undómiel pelitha. (Por culpa d su amor, temo que la gracia de Arwen, Estrella de la Tarde, vaya a menos)
Aragorn: Aníron i e broniatha ar [...] periatham [...] amar hen. Aníron e ciratha na Valannor. (De buena gana la convencería de que dejara estas costas para permanecer con su pueblo. Ojalá zarpara en el barco de Valinor)
Galadriel: Esa decisión aún les pertenece. Tú tienes tu propia decisión que tomar, Aragorn. Elevarte y volar más alto que todos tus padres desde los días de Elendil, o caer en la oscuridad, con lo único que resta de tu linaje. Namárië.(Adiós)
Nadath nâ i moe cerich. Dan, ú-'eveditham, Elessar. (Aún te queda mucho por hacer. No volveremos a vernos... Elessar)
Adiós, Frodo Bolsón. Te entrego la Luz de Eärendil, nuestra más preciada estrella.
Que ella te ilumine en los lugares oscuros cuando las demás luces se apaguen.
Gimli: He recibido mi más grave herida con esta partida. Haberla visto por última vez, la más hermosa. En adelante a nada llamaré hermoso menos al presente que me ha dado.
Legolas: ¿Cuál ha sido su regalo?
Gimli: Le pedí un cabello de su dorada melena. Ella me dio tres.
Aragorn: Gollum. Nos ha seguido desde Moria. Esperaba perderle en el río, pero es un habilidoso barquero.
Boromir: Si alerta al enemigo de nuestro paradero, la travesía será si cabe más peligrosa.
Sam: Coma algo, señor Frodo.
Frodo: No, Sam.
Sam: No ha comido nada en todo el día. Ni tampoco ha pegado ojo, no crea que no me he dado cuenta. Señor Frodo...
Frodo: Estoy bien.
Sam: No es verdad. He venido a ayudarle. Le prometí a Gandalf que lo haría.
Frodo: No puedes ayudarme, Sam. Esta vez no. Intenta dormir.
Boromir: Minas Tirith es el camino más seguro. Tú lo sabes. Desde allí podremos reagruparnos; asaltar Mordor desde una posición de fuerza.
Aragorn: No queda fuerza en Gondor que pueda avalarnos.
Boromir: Confiaste en seguida en los elfos. ¿Tan poca fe tienes en tu propio pueblo? Sí, hay debilidad, hay fragilidad, pero aún queda coraje y honor en los hombres... Pero tú no lo ves, ¡tienes miedo! Te has pasado la vida oculto en las sombras, asustado de quien eres, ¡de lo que eres!
Aragorn: No acercaré el Anillo a menos de cien leguas de tu ciudad.
Aragorn: Frodo. Los Argonath. Largo tiempo he deseado contemplar a los Reyes antepasados, mis parientes.
Cruzaremos el lago al anochecer. Esconderemos los botes y seguiremos a pie. Aguardaremos Mordor por el Norte.
Gimli: ¡Oh sí! Muy fácil. Basta con encontrar el modo de atravesar Emyn Muil, un infranqueable laberinto de rocas afiladas como cuchillas. Y después de eso, el camino es aún mejor, una infecta y apestada ciénaga, cuyo final la vista no logra alcanzar.
Aragorn: Esa es nuestra ruta. Te sugiero que descanses y recuperes fuerzas, señor Enano.
Gimli: Que recupere... brrr
Legolas: Hay que partir ahora.
Aragorn: No. Los orcos patrullan la orilla este. Esperaremos el cobijo de la oscuridad.
Legolas: No es la orilla este lo que me preocupa... Una sombra y una amenaza han crecido en mi interior. Se avecina algo, lo presiento.
Gimli: Que recupere fuerzas... No, los enanos no necesitan recuperar fuerzas. No hagas ni caso pequeño hobbit.
Merry: ¿Dónde está Frodo?
Boromir: Ninguno deberíamos andar a solas. Y tú menos que nadie. Mucho depende de ti. ¿Frodo? Sé porqué buscas soledad. Sufres, lo veo día a día. ¿Seguro que no sufres sin necesidad? Hay otras posibilidades, Frodo. Otros caminos posibles.
Frodo: Sé lo que propondrías. Y parecería sensato si mi corazón no me previniera.
Boromir: ¿Prevenirte? ¿Contra qué? Todos tenemos miedo Frodo, pero dejar que ese miedo nos domine destruye nuestra esperanza. ¿No lo ves? Sería demencial.
Frodo: No hay otra opción.
Boromir: Solo deseo un poder suficiente ¡que defienda a mi pueblo! Si tú me dejaras el Anillo...
Frodo: No.
Boromir: ¿Por qué te alejas? ¡Yo no robo a nadie!
Frodo: No eres tú mismo.
Boromir: ¿Cuántas son tus alternativas? Te encontrarán..., se llevarán el Anillo..., ¡y tú suplicarás tu muerte para no ver el final! ¡Necio! ¡No es tuyo, lo tienes por una infeliz casualidad! ¡Debería ser mío! ¡Dámelo! ¡Dámelo!
Frodo: ¡No!
Boromir: ¡Dámelo!
Frodo: ¡No!
Boromir: ¡Veo tu intención! ¡Le llevarás el Anillo a Sauron! ¡Nos traicionarás! ¡Irás a la muerte y nos arrastrarás a ella! ¡Maldito seas! ¡Tú y todos los medianos!
¿Frodo? ¿Frodo? ¡Qué he hecho! Por favor, Frodo... ¡Lo siento, Frodo! ¡Frodo!
Aragorn: ¿Frodo?
Frodo: ¡Ha cautivado a Boromir!
Aragorn: ¿Dónde está el Anillo?
Frodo: ¡Aléjate!
Aragorn: Frodo, juré protegerte.
Frodo: ¿Incluso protegerte de ti mismo? ¿Tú lo destruirías?
Aragorn.Elessar
Aragorn: Habría ido contigo hasta el final. Hasta el fuego de Mordor.
Frodo: Lo sé. Cuida de los otros, en especial de Sam. Él no lo entenderá.
Aragorn: ¡Vete Frodo! ¡Corre! ¡Corre!
Sam: ¡Señor Frodo!
Lurtz: ¡Buscad al mediano! ¡Encontrad al mediano!
Aragorn: ¡Elendil!
Legolas: ¡Aragorn, vete!
Merry: ¡Frodo!
Pippin: ¡Aquí, rápido! ¡Vamos! ¿Qué esta haciendo?
Merry: Se va.
Pippin: ¡No!
Merry: ¡Pippin!
¡Corre Frodo! ¡Corre! ¡Eh vosotros, por aquí!
Pippin: ¡Eh! ¡Por aquí! ¡Aquí! ¡Funciona!
Merry: Ya veo que funciona. ¡Corre!
Legolas: ¡El cuerno de Gondor!
Aragorn: ¡Boromir!
Aragorn: No...
Boromir: Han cogido a los hobbits.
Aragorn: No te muevas.
Boromir: Frodo. ¿Dónde esta Frodo?
Aragorn: Dejé que se fuera.
Boromir: Hiciste lo que yo no pude hacer. Intenté arrebatarle el Anillo.
Aragorn: El Anillo ya está fuera de nuestro alcance.
Boromir: Perdóname. No lo vi venir... Os he fallado a todos.
Aragorn: No, Boromir. Has luchado con valentía. Has conservado tu honor.
Boromir: Déjalo, es el fin. El mundo de los Hombres se deshace. Sucumbirá a la oscuridad, y mi ciudad a la destrucción.
Aragorn: No sé cuanta fuerza corre ahora por mis venas, pero te juro que no permitiré que caiga la Ciudad Blanca; ni nuestro pueblo tampoco.
Boromir: Nuestro pueblo... Nuestro pueblo...
Te habría seguido, mi hermano. Mi Capitán. Mi Rey...
Aragorn: Ve en paz, hijo de Gondor.
Esperarán su llegada desde la Torre Blanca, pero nunca regresará.
Sam: ¡Frodo!
Frodo: Ojalá el Anillo nunca hubiera llegado a mí. Ojalá nada de esto hubiera ocurrido.
Gandalf: Eso desean quienes viven estos tiempos, pero no les toca a ellos decidir. Solo tú puedes decidir qué hacer con el tiempo que se te ha dado.
Sam: ¡No, no, no Frodo! ¡Señor Frodo!
Frodo: ¡No, Sam! ¡Vuelve Sam! ¡Partiré a Mordor yo solo!
Sam: ¡Claro que irá! ¡Y yo iré con usted!
Frodo: ¡No sabes nadar! ¡Sam! ¡Sam!
Sam: Hice una promesa, señor Frodo. Una promesa. "No le abandones Samsagaz Gamyi." Y no pienso hacerlo. No pienso hacerlo.
Frodo: Oh, Sam. Vámonos.
Legolas: Si somos rápidos alcanzaremos a Frodo antes del anochecer.
No piensas seguirle...
Aragorn: Frodo y su destino ya no son asunto nuestro.
Gimli: Entonces todo ha sido en vano... La Compañía ha fracasado.
Aragorn: No, si nosotros seguimos unidos. No abandonaremos a Merry y a Pippin al tormento y a la muerte. No mientras nos queden fuerzas. Dejad todo lo que no sea indispensable. Viajaremos de día.
Vamos a cazar orcos.
Gimli: ¡Bien!
Frodo: Mordor... Espero que el camino de los otros sea más seguro.
Sam: Trancos los cuidará bien.
Frodo: No creo que los volvamos a ver...
Sam: Quién sabe señor Frodo, quién sabe.
Frodo: Sam, me alegro de que estés conmigo.
FIN
Galadriel:
I amar prestar aen (El mundo ha cambiado)
han mathon ne nen (lo siento en el agua)
han mathon ne chae (lo siento en la tierra)
a han noston ned gwilith.(lo huelo en el aire)
Mucho se perdió entonces y pocos viven ahora para recordarlo.
EL SEÑOR DE LOS ANILLOS
Todo comenzó con la forja de los Grandes Anillos. Tres fueron entregados a los Elfos, inmortales, los más sabios y bellos de todos los seres.
Siete a los señores Enanos. Grandes mineros y artesanos de las cavidades montañosas.
Y Nueve... Nueve fueron entregados a la raza de los hombres... que ansían por encima de todo el Poder.
En aquellos anillos residía el poder y la voluntad para gobernar a cada raza. Pero todos ellos fueron engañados... pues otro Anillo más fue forjado... En la tierra de Mordor, en los fuegos del Monte del Destino, el Señor Oscuro Sauron forjó en secreto el Anillo Regente para controlar a todos los demás. En ese Anillo descargó toda su crueldad, su malicia y su voluntad de dominar todo tipo de vida... Un Anillo para gobernarlos a todos. Una a una, las comarcas libres de la Tierra Media fueron sometidas por el poder del Anillo.
Pero hubo algunos que resistieron. Una Última Alianza de Hombres y Elfos lucharon contra el ejército de Mordor. Y en las lomas del Monte del Destino libraron su batalla por la libertad de la Tierra Media.
Elrond: Tangado haid! Leithio i philinn! (¡Mantened la posición! ¡Disparad!)
La victoria estaba próxima... Pero nada puede acabar con el Poder del Anillo... Y fue en aquel preciso momento, desvanecida ya toda esperanza, cuando Isildur, Hijo del Rey recurrió a la espada de su padre...
Sauron, el enemigo de los pueblos libres de la Tierra Media fue derrotado.
El Anillo llegó a manos de Isildur, que tuvo la oportunidad de destruir su mal para siempre. Pero el corazón de los hombres se corrompe con facilidad, y el Anillo de Poder goza de voluntad propia. Traicionó a Isildur hasta llevarle a la muerte.
Y aquellos hechos que nunca debieron caer en el olvido, se perdieron en el tiempo. La Historia se convirtió en Leyenda, la Leyenda en Mito, y durante 2.500 años el Anillo pasó desapercibido. Hasta que cuando se presentó la ocasión embaucó a un nuevo dueño...
Gollum: Mi Tessoro....
El Anillo acabó en manos de la criatura Gollum que lo ocultó en las profundidades de las Montañas Nubladas. Y allí, le consumió.
Gollum: Él vino a mi... todo mío... mi vida... todo mío... ¡Mi tessoro! ¡Gollum!
Galadriel: El Anillo proporcionó a Gollum longevidad antinatural. Durante 500 años envenenó su mente; y en la lúgubre caverna de Gollum esperó. La oscuridad negó los bosques del mundo. Llegó el rumor de que una sombra crecía en el Este. El murmullo de un temor sin nombre. El Anillo de Poder lo percibió. Su hora había llegado. Abandonó a Gollum, pero algo ocurrió al margen de la voluntad del anillo... fue recogido por la criatura que menos cabía imaginar...
Bilbo: ¿Qué es esto?
Por un Hobbit, Bilbo Bolsón, habitante de la Comarca.
Bilbo: Un anillo.
Gollum: ¡Mi vida! ¡¡Perdido!! ¡MI TESSOORO! ¡PERDIDO!
Galadriel: Pero pronto llegaría el momento en que lo Hobbits tendrían en sus manos el destino de todos...
Bilbo: Ehem, vigésimo segundo día de Septiembre del año 1400, según cómputo de la Comarca. Bolsón cerrado, Bolsón de Tirada, Hobbiton, Cuaderna del Oeste, la Comarca, la Tierra Media. Tercera Edad de este mundo.
La Comunidad del Anillo
Bilbo: Partida y regreso. Historia de un hobbit, por Bilbo Bolsón.
A ver... por dónde empezamos.... ah sí...
Acerca de los Hobbits. Los Hobbits han habitado y cultivado las cuatro cuadernas de la Comarca durante cientos y cientos de años, muy satisfechos de ignorar y ser ignorados por el mundo de la gente grande. Dado el gran número de extrañas criaturas que pueblan la Tierra Media, más allá de lo imaginable, los Hobbits deben de parecer de poca importancia, pues no gozan de fama de buenos guerreros, ni se cuentan entre los más sabios. Jejeje
¡Frodo! ¡Alguien llama a la puerta!
De hecho hay quienes consideran que la única pasión de los Hobbits es la comida. Una observación harto injusta, pues también hemos desarrollado un agudo interés por la elaboración de cerveza y en cultivo de hierba para fumar en pipa... Pero lo que nuestros corazones realmente se inclinan es a la paz, la tranquilidad y el diligente cultivo de la tierra. Los Hobbits comparten el amor por las cosas que crecen, y en efecto no cabe duda que para otros, nuestras costumbres resultan peculiares. Pero hoy más que nunca lo veo con absoluta claridad. No hay nada mejor que gozar de los pequeños placeres de una vida sencilla.
¡Frodo, la puerta!
Será posible... ¿dónde estará ese chico? ¡Frodo!
Gandalf: El camino sigue sin cesar... pero sin demora he de continuaar...
Frodo: Llegas tarde.
Gandalf: Un mago nunca llega tarde, Frodo Bolsón. Ni pronto, llega exactamente cuando se lo propone.
Frodo: ¡Cuánto me alegro de verte Gandalf!
Gandalf: No me iba a perder el cumpleaños de tu tío Bilbo.
¿Cómo está mi viejo amigo? He oído que va a dar una fiesta de especial importancia.
Frodo: Ya conoces a Bilbo, tiene a todo el pueblo alborotado.
Gandalf: Bueno, eso siempre le ha entusiasmado.
Frodo: Ha invitado a media Comarca, y el resto se han invitado ellos mismos.
Bilbo: La vida en la Comarca transcurre de modo muy similar a como fuera en la pasada Edad, con su típico ir y venir, perezosa para los cambios, si es que cambia algún día, pues parece que todo estuviera pensado para perdurar en la Comarca, transmitiéndose de generación en generación. Siempre ha habido un Bolsón viviendo bajo la colina en Bolsón Cerrado. Siempre lo habrá.
Frodo: A decir verdad, Bilbo ha estado un poco raro estos días; bueno, más de lo habitual. Le ha dado por encerrarse solo en su estudio. Se pasa las horas escudriñando viejos mapas cuando cree que no le veo.
Bilbo: ¿Dónde estará? ... Aah
Frodo: Está tramando algo.
Está bien, guardad vuestros secretos, porque sé que tú estás metido en esto.
Gandalf: Pobre de mí...
Frodo: Antes de tu llegada, los Bolsón gozábamos de buena fama.
Gandalf: Sin duda.
Frodo: Ni teníamos aventuras ni hacíamos nada inesperado.
Gandalf: Si te refieres al incidente con el dragón, yo no tuve nada que ver. Únicamente le di un empujoncito para que saliera.
Frodo: A pesar de todo te han puesto la etiqueta de perturbador de la paz.
Gandalf: Vaya, vaya...
Niños Hobbits: ¡¡Gandalf!! ¡Espera! ¡Gandalf!
Gandalf: Jojojo
Frodo: Gandalf, me alegro de tu regreso...
Gandalf: Yo también amigo. Yo también...
Prohibido entrar excepto por asuntos de la Fiesta
Bilbo: ¡No, gracias! No más visitas, ni admiradores, ni parientes lejanos.
Gandalf: ¿Ni tampoco viejos amigos?
Bilbo: ¿Gandalf?
Gandalf: Bilbo Bolsón...
Bilbo: ¡Mi querido Gandalf! Qué alegría volver a verte.
Gandalf: Cumples ciento once años, quién lo iba a decir. No te afectan los años.
Bilbo: ¡Pasa, pasa! ¡Bienvenido! ¡Bienvenido! Qué te puedo ofrecer ¿Té? ¿O tal vez algo más fuerte? Me quedan unas botellas de la vieja viña de 1296, muy buena añada, casi tan vieja como yo, embotellada por mi padre. ¿Te parece que abramos una?
Gandalf: Sólo té, gracias. ¡Ouh!
Bilbo: Te esperaba la semana pasada. No es que me importe mucho. Vienes y vas a placer, siempre lo has hecho y siempre lo harás. Me pillas desprevenido, solo tengo pollo frío y escaleche; queda algo de queso por aquí... no, no, un pelín arriesgado; mermelada de frambuesa y tarta de manzana y vainilla, por algún lado... acabo de encontrar un poco de bizcocho de huevo. Sí, espero que sea suficiente.
La Montaña Solitaria
Puedo hacerte unos huevos si quier...
Gandalf: Solo té, gracias.
Bilbo: Como quieras. No te importa que coma yo, ¿verdad?
Gandalf: No no, claro que no.
Sacovilla: ¡¡Bilbo!! ¡Bilbo Bolsón!
Bilbo: ¡No estoy para nadie! Son esos Sacovilla-Bolsón. Quieren quedarse con la casa. Nunca me perdonarán el haberme ido tanto tiempo. Tengo que alejarme de estos condenados parientes. ¡No me dejan ni un momento en paz! Quiero volver a ver montañas, montañas Gandalf, y encontrar un lugar tranquilo donde terminar mi libro. ¡Oh! ¡Té!
Gandalf: Te refieres a cumplir tu plan, ¿eh?
Bilbo: ¡Sí!, ¡Sí! Con todo detalle. Está todo previsto. Oh, gracias.
Gandalf: Frodo sospecha algo.
Bilbo: Claro que sí, es un Bolsón. No un zopenco Ciñatiesa de Casadura.
Gandalf: ¿Se lo dirás verdad?
Bilbo: Sí, sí.
Gandalf: Él te aprecia mucho.
Bilbo: Lo sé. Hasta vendría conmigo si se lo pidiera. Creo que en el fondo, Frodo sigue enamorado de la Comarca, de sus bosques y praderas, de sus arroyos. Estoy mayor, Gandalf. Sé que no lo aparento, pero ya lo siento en mi corazón. Me siento frágil, disperso como mantequilla untada sobre demasiado pan. Necesito vacaciones. Unas buenas vacaciones, y no espero volver. La verdad, no pienso hacerlo.
Bilbo: Del viejo Tobby, ¡La mejor hierba de la Cuaderna del Sur!
Gandalf viejo amigo, esto va a ser una noche memorable...
Hobbit: ¿Un trozo de tarta?
Bilbo: ¡Hola! ¡Hola! Gordo Bolger, me alegro de verte ¡Bienvenido!
Frodo: Anda Sam, saca a Rosie a bailar.
Sam: Creo que tomaré otra cerveza.
Frodo: ¡Ah no! Otra no. ¡Anda!
Bilbo: Y allí estaba yo, a merced de tres monstruosos Trolls; y los tres discutiendo entre ellos sobre como nos iban a cocinar, si a la brasa, ensartados, o engullidos crudos, uno por uno sin cocinarnos ni nada. Tanto tiempo pasaron debatiendo los pros y los contras, que el primer rayo de sol apareció entre los árboles ¡Pluf! ¡Convirtiéndolos en rocas!
Merry: Deprisa... ¡No, no! ¡El más grande! .... ¡Corre!
Bilbo: Señora Ciñatiesa, encantado de verla. ¿Todos estos niños son suyos? Caramba, una mujer prolífica.
Sacovilla: Aquí vienen 2 jarras.
Bilbo: Sacovilla-Bolsón, ¡rápido a cubierto!
Gracias hijo mío. Eres un buen chico Frodo, y yo un egoísta ¿sabes? Sí, lo soy, muy egoísta. No sé porqué te acogí cuando murieron tus padres, pero no fue por caridad. Creo que fue mas bien porque de entre todos mis parientes tú eras el único Bolsón que manifestó autenticidad.
Frodo: Bilbo, ¿has pasado por la taberna?
Bilbo: No, bueno sí, pero no, eso no es lo que importa, la cuestión es, Frodo, que .... tú estarás bien...
Pippin: ¡Corre!
Merry: ¡Hay que clavarlo en el suelo!
Pippin: ¡Ya está en el suelo!
Merry: ¡Sí, pero fuera!
Pippin: ¡Ha sido idea tuya!
Frodo: ¡Bilbo, Bilbo, cuidado con el Dragón!
Bilbo: ¿Dragón? Tonterías, hace mil años que no hay dragones por aquí.
Merry: ¡Qué bueno! Hay que ir a por otro.
Gandalf: Meriadoc Brandigamo y Peregrin Tuk. Debí imaginarlo.
Hobbits: ¡Bilbo Bolsón, unas palabras!
Frodo: ¡Que hable!
Bilbo: ¡Muchas gracias! Mis queridos Bolsón, y Boffin... Tuk y Brandigamo... ¡Cavada! ¡Redondo! ¡Corneta! ¡Bolger! ¡Ciñatiesa! ¡Y Ganapiés!
Ganapié: ¡¡Ganapié!!
Bilbo: ¡Hoy es mi centésimo-décimo-primer cumpleaños!
Hobbits: ¡Feliz cumpleaños!
Bilbo: Pero aay, ciento once años no son nada para vivir rodeado de tan excelentes y admirables Hobbits. No conozco a la mitad de vosotros la mitad de lo que desearía, y lo que deseo es menos de la mitad de los que la mitad merecéis.
Hobbit: ¿Qué ha dicho?
Bilbo: Yo... tengo asuntos que atender. Los he pospuesto ya demasiado. Lamento anunciar que ha llegado el final. Ahora me iré. Os dedico mi más sentida despedida. Adiós.
Gandalf: Te habrá parecido muy inteligente por tu parte.
Bilbo: Vamos Gandalf... ¿Te fijaste en sus caras?
Gandalf: Hay muchos Anillos Mágicos en este mundo, Bilbo Bolsón, y ninguno debería usarse a la ligera.
Bilbo: ¡Era una pequeña broma! Oh, supongo que tendrás razón, como siempre.
Le echaras un ojo a Frodo, ¿verdad?
Gandalf: Dos ojos, tan a menudo como disponga de ellos.
Bilbo: Le voy a dejar todo.
Gandalf: ¿Qué me dices de ese Anillo tuyo, también lo incluyes?
Bilbo: Sí, sí. Está en un sobre que hay sobre la repisa. No... espera está... aquí, en mi bolsillo... Es cur... Qué curioso, ¿eh? Sí claro, porqué no. ¿Porqué no iba a quedármelo?
Gandalf: Creo que deberías olvidarte del Anillo.. Bilbo ¿Tan duro te resulta?
Bilbo: Pues, no... y sí... Llegó el momento.. no deseo partir sin él ¡Es mío! ¡Yo lo encontré! ¡Él vino a mí!
Gandalf: No hay porqué enojarse.
Bilbo: ¡Si me enojo es por tu culpa! ¡Es mííoo! ¡Mío todo él! ¡Mi Tessoro!
Gandalf: ¿Tesoro? Ya lo han llamado así, pero no tú.
Bilbo: ¡Pero a ti que te importa lo que yo haga con mis cosas!
Gandalf: Creo que has tenido ese Anillo demasiado tiempo.
Bilbo: ¡Lo quieres para ti!
Gandalf: ¡Bilbo Bolsón!, no me tomes por un hechicero del tres al cuarto! ¡No tengo intención de robarte! ... Sólo intento ayudarte. Todos tus largos años hemos sido amigos. Confía en mí, como antaño hiciste. Renuncia a él.
Bilbo: Tienes razón Gandalf. El Anillo debe estar con Frodo. Es tarde y largo el camino. Sí, llegó el momento.
Gandalf: Bilbo... El Anillo sigue en tu bolsillo...
Bilbo: He pensado un final para mi libro. "Y vivió feliz para siempre... hasta el fin de sus días."
Gandalf: Y estoy seguro de ello, querido amigo.
Bilbo: Adiós, Gandalf.
Gandalf: Adiós, querido Bilbo.
Bilbo: El camino sigue y sigue...
Gandalf: Hasta nuestro próximo encuentro.
Bilbo (voz en off): Es mío, sólo mío, mi Tesoro...
Gandalf: Acertijos en la Oscuridad.
Frodo: ¡Bilbo! ¡Bilbo! Se ha ido, ¿verdad? Llevaba tiempo advirtiéndolo, pero nunca pensé que lo haría. ¿Gandalf?
Gandalf: El Anillo de Bilbo. Se ha ido a vivir con los Elfos. Te ha dejado Bolsón Cerrado junto con todas sus pertenencias. Ahora el anillo es tuyo. Guárdalo en lugar seguro.
Frodo: ¿Dónde vas?
Gandalf: Hay asuntos que me requieren.
Frodo: ¿Qué asuntos?
Gandalf: Preguntas. Que necesitan respuesta.
Frodo: ¡Pero si acabas de llegar! No lo entiendo.
Gandalf: Tampoco yo. Guárdalo en secreto, en lugar seguro.
Gollum: ¡¡La Comarca!! ¡¡Bolsón!!
Gandalf: Año 3434 de la Segunda Edad, he aquí el relato de Isildur, Rey de Gondor y del hallazgo del Anillo de Poder.
"Ha llegado a mí, el Anillo Único será el legado de mi Reino; todo descendiente de mi linaje quedará atado a su destino, pues no arriesgaré daño alguno para el Anillo. Me es muy preciado, aunque fue ganado con gran dolor. El grabado de su banda comienza a extinguirse. La escritura antes clara como roja llama ya prácticamente se ha desvanecido. Un secreto que ahora sólo el fuego puede desvelar."
Nazgûl: ¡Comarca! ¡Bolsón!
Maggot: No hay Bolsones por aquí. Están todos en Hobbiton. ¡Por ahí!
Frodo, Merry y Pippin: "...que alegra el corazón y las penas ahoga. Puede llover o ventear pero ¡hay muchas piiiintas para brindar! Dulce es el canto del chaparrón que el arroyo al llano fue a llegar, mejor que el agua, la tempestad....
Pippin: ¡....es la buena cerveza de este Tuk!
Hobbit: Gente muy extraña atraviesa la Comarca estos días. Enanos y otros de no menos deleznable naturaleza.
Tío: Hay una guerra en ciernes. Las montañas están infestadas de Trasgos.
Hobbit2: Cuentos de hadas, historias de niños, eso es lo que son. Te estás pareciendo al viejo Bilbo Bolsón, el descerebrado.
Tío: Je, mire, el señor Frodo. Él sí que pierde el juicio.
Frodo: Y a mucha honra. Salud, Tío.
Tío: Salud.
Hobbit2: No es de nuestra incumbencia lo que ocurra atrás de nuestras fronteras. Apártate de los problemas y los problemas se apartaran de ti.
Rosita: Buenas noches.
Sam: Buenas noches.
Hobbit2: Buenas noches, dulce dama de la dorada cerveza.
Sam: Eh tú, cuidadito con lo que decimos...
Frodo: No te apures Sam, Rosie reconoce un idiota a la legua.
Sam: ¿Ah sí?
Frodo: Buenas noches Sam.
Sam: Buenas noches Frodo.
Gandalf: ¿Está a buen recaudo? ¿Está seguro?
Frodo: ¿Qué estás haciendo?
Gandalf: Extiende la mano Frodo, está frío... ¿Qué ves? ¿Puedes ver algo?
Frodo: Nada, no hay nada. Espera...hay unas marcas.. Algo que parece élfico, no sé leerlo.
Gandalf: Muy pocos pueden. Es la lengua de Mordor, que no emplearé aquí.
Frodo: ¡Mordor!
Gandalf: En la lengua común dice: "Un Anillo para gobernarlos a todos, un Anillo para encontrarlos, un Anillo para atraerlos a todos, y atarlos en las... Tinieblas.
Éste es el Anillo Único, forjado por el Señor Oscuro Sauron, en los fuegos del Monte del Destino; arrebatado por Isildur, de las mismas manos de Sauron.
Frodo: Bilbo lo encontró... en la caverna de Gollum...
Gandalf: Así es. Durante 60 años el anillo permaneció en silencio, en poder de Bilbo, prolongando su vida, postergando su vejez. Pero ya no, Frodo. El mal se revuelve en Mordor. El Anillo ha despertado. Ha oído la llamada de su dueño.
Frodo: ¡Pero le derrotaron! ¡Sauron fue aniquilado!
Gandalf: No, Frodo. El espíritu de Sauron perduró. Su fuerza vital está ligada al Anillo y el Anillo sobrevivió. Sauron ha vuelto, sus orcos se han multiplicado, su fortaleza de Barad-dûr vuelve a erguirse en la tierra de Mordor. A Sauron le basta este Anillo para cubrir las tierras de una segunda oscuridad. Lo está buscando, lo busca, su única intención es encontrarlo, pues el Anillo anhela por encima de todo regresar a las manos de su dueño. Son un todo, el Anillo y el Señor Oscuro. Frodo, nunca debe encontrarlo.
Frodo: De acuerdo. Lo guardaremos, lo ocultaremos y no se hable más de él. Nadie sabe que esta aquí, ¿verdad? ¿Verdad, Gandalf?
Gandalf: Hay otro que sabe que Bilbo tenía el Anillo. Busqué por todas partes a la criatura Gollum, pero el enemigo lo encontró antes.
No sé cuanto tiempo lo torturaron... pero entre interminables gritos y confuso balbuceo, distinguieron dos palabras...
Gollum: ¡¡Comarca!! ¡¡Bolsón!!
Frodo: ¿Comarca? ¿Bolsón? ¡Eso los conducirá aquí!
Hobbit: ¡Quién anda ahí!
Frodo: Cógelo Gandalf ¡Llévatelo!
Gandalf: No Frodo...
Frodo: ¡Debes quedártelo!
Gandalf: No puedes ofrecerme este Anillo.
Frodo: ¡Pues te lo estoy dando!
Gandalf: ¡¡No me tientes Frodo!! No quiero ni tocarlo... Ni siquiera para esconderlo. Entiéndelo Frodo, utilizaría este Anillo con ánimo de hacer el bien, pero conmigo adquiriría un poder desatado y terrible de imaginar.
Frodo: No puede quedarse en la Comarca.
Gandalf: ¡No! No debe.
Frodo: ¿Qué debo hacer?
Gandalf: Partir, y cuanto antes.
Frodo: ¿A dónde? ¿A dónde voy?
Gandalf: Sal de la Comarca. Ve a la aldea de Bree.
Frodo: Bree. ¿Y que harás tú?
Gandalf: Te estaré esperando, en la Posada del Poney Pisador.
Frodo: ¿El Anillo estará seguro allí?
Gandalf: No lo sé Frodo, no tengo respuesta. Debo ver al decano de mi orden, es sabio y poderoso. Confía en mi Frodo, él sabrá que hacer. Debes renunciar al apellido Bolsón, pues ese nombre no es seguro fuera de la Comarca. Viaja sólo de día, y evita los caminos.
Frodo: Puedo atravesar los campos fácilmente.
Gandalf: Mi querido Frodo... Los Hobbits son criaturas sorprendentes, puedes aprender todas sus costumbres en un mes, y después de cien años, aún te sorprenden.
¡Agáchate!
¡Rayos y centellas! ¡Samsagaz Gamyi! ¿Has estado fisgoneando?
Sam: ¡No estaba fisgoneando señor, no! Sólo cortaba el césped bajo la ventana, si usted me entiende.
Gandalf: Un poco tarde para cortar césped, ¿no crees?
Sam: Oí unas voces.
Gandalf: ¡Qué oíste! ¡Habla!
Sam: ¡Nada importante! Algo acerca de un Anillo y un Señor Oscuro y algo sobre el fin del mundo, pero por favor señor Gandalf no me haga daño. No me convierta en un monstruo.
Gandalf: No... más bien no... he pensado en darte mejor uso...
Vamos Samsagaz, ¡date prisa!
Tened cuidado los dos. El enemigo tiene muchos espías a su servicio, aves, bestias...
¿Está seguro? Nunca te lo pongas, pues los siervos del Señor Oscuro serán atraídos por su Poder. Recuerda siempre Frodo, que el Anillo intenta volver a su dueño. Desea ser encontrado.
Sam: Se acabó.
Frodo: ¿Se acabó qué?
Sam: Si doy un paso más, será lo mas lejos que he estado de mi hogar en mi vida.
Frodo: Vamos Sam. Recuerda lo que Bilbo solía decir ...
Bilbo (voz en off): "Es peligroso, Frodo, cruzar tu puerta, pones tu pie en el camino y si no cuidas tus pasos, nunca sabes a donde te pueden llevar..."
Frodo: ¡Sam! Elfos de los bosques. Se dirigen a la costa, más allá de las Torres Blancas. A los Puertos Grises.
Sam: Abandonan la Tierra Media.
Frodo: Para nunca volver.
Sam: No sé porqué... pero me entristece.
Da igual dónde me tumbe, ¡siempre hay una dichosa raíz que sobresale!
Frodo: Cierra los ojos e imagínate tumbado en tu cama, sobre un mullido colchón, y una almohada de plumas.
Sam: No funciona señor Frodo. No podré pegar ojo a la intemperie.
Frodo: Ni yo, Sam.
Saruman: El Humo se eleva de nuevo en el Monte del Destino. La hora se acerca, y Gandalf el Gris cabalga hacia Isengard en busca de mi consejo. Pues para eso has venido ¿no es así, viejo amigo?
Gandalf: Saruman.
Saruman: ¿Estás seguro de eso?
Gandalf: Sin duda alguna.
Saruman: El Anillo de Poder ha sido hallado.
Gandalf: Todos estos largos años ha estado en la Comarca, delante de mis narices...
Saruman: Y no tuviste ojos para verlo. Tu pasión por la hierba de los Medianos sin duda ha enturbiado tu mente.
Gandalf: Pero aun hay tiempo el suficiente para combatir a Sauron, si actuamos con presteza.
Saruman: ¿Tiempo? ¿Cuánto tiempo crees que tenemos?
Sauron ha recuperado mucha de su fuerza perdida; aún no puede hacerse corpóreo, pero su espíritu no ha perdido su poder. Confinado en su fortaleza, el señor de Mordor lo ve todo. Su mirada atraviesa nubes, sombras, tierra y ...carne. ¿Sabes de lo que hablo, Gandalf? Un gran Ojo, sin párpado, rodeado de llamas...
Gandalf: Sí, Sauron.
Saruman: Está atrayendo todo el mal hacia él. Muy pronto habrá reclutado un ejército suficiente para atacar la Tierra Media.
Gandalf: Y tú lo sabes... ¿Cómo?
Saruman: Lo he visto...
Gandalf: Un Palantir es arma peligrosa, Saruman.
Saruman: ¿Por qué? ¿Por qué hemos de temer usarlo?
Gandalf: No todas las piedras videntes corrieron la misma suerte; no sabemos quien más podría estar mirando.
Saruman: La hora está más avanzada de lo que piensas. Las tropas de Sauron han emprendido ya la marcha. Los Nueve ha partido de Minas Morgul.
Gandalf: ¿Los Nueve?
Saruman: Cruzaron el rió Isen en la Pascua de Verano, vestidos de Jinetes Negros.
Gandalf: ¿Están en la Comarca?
Saruman: Encontraran el Anillo y destruirán a su portador.
Gandalf: ¡Frodo!
Saruman: ¿No creerás en serio que un hobbit puede torcer la voluntad de Sauron? Nadie puede hacerlo. Contra el poder de Mordor no hay victoria posible. Debemos unirnos a él, Gandalf. Debemos unirnos a Sauron. Sería lo más sabio, amigo mío.
Gandalf: Dime, amigo, ¿cuándo abandonó Saruman el Sabio, la razón por la locura?
Saruman: Te he dado la oportunidad de ayudarme libremente, pero tú has elegido ¡la senda del dolor!
Sam: ¡Señor Frodo! ¡Frodo! ¡Frodo! Creí que le había perdido.
Frodo: ¿De qué hablas?
Sam: Es por algo que dijo Gandalf.
Frodo: ¿Qué dijo?
Sam: No le pierdas de vista Sam Gamyi. Y no pienso hacerlo.
Frodo: Sam, seguimos en la Comarca, ¿qué podría ocurrir?
Pippin: ¡Eh, Frodo! Merry es Frodo Bolsón.
Merry: ¡Hola Frodo!
Sam: ¡Apártate! Levántese señor Frodo.
Frodo: ¿A qué viene esto?
Merry: Sujeta.
Sam: ¡Habéis entrado en el huerto de Maggot!
Maggot: ¡Eh os conozco! ¡Fuera de mi huerto! ¡Salid de ahí golfos! ¡Os he dicho que fuera de mis tierras!
Merry: No sé porqué se enfada tanto, por dos zanahorias...
Pippin: Y unos repollos... y los tres sacos de patatas de la semana pasada... ¡y los champiñones de la semana anterior!
Merry: Sí Pippin, en mi opinión, ¡está exagerando claramente! ¡Corred!
Pippin: ¡Uff! ¡Por los pelos!
Merry: Creo que se me ha roto algo...
Sam: Fíate de un Brandigamo y un Tuk.
Merry: ¿Qué? ¡Ha sido un desvío! ¡Un atajo!
Sam: ¿Un atajo a dónde?
Pippin: Mirad, ¡setas! Cuántas setas. Qué buenas. Qué bien huelen...
Frodo: Deberíamos salir del camino.
¡Salid del camino! ¡Rápido!
Sam: Silencio.
Frodo.
Merry: ¿Qué era eso?
Sam: ¿Ve algo?
Frodo: Nada.
Pippin: ¿Qué ocurre?
Merry: Ese Jinete Negro buscaba algo... o a alguien, ¿Frodo?
Pippin: ¡Agacháos!
Frodo: Debo dejar la Comarca. Sam y yo vamos a Bree.
Merry: Ya sé. La balsadera de Gamoburgo, ¡seguidme!
¡Corred! ¡Por aquí! ¡Seguidme! ¡Frodo aprisa! ¡Corre!
¡Desata la soga, Sam!
Sam, Merry y Pippin: ¡Corre Frodo! ¡Vamos, date prisa! ¡Corre! ¡Salta Frodo! ¡Salta!
Frodo: ¿Cuánto hay hasta el próximo paso?
Merry: El puente del Brandivino, veinte millas.
Frodo: Vamos.
Guardia: ¿Qué quieren?
Frodo: Vamos al Poney Pisador.
Guardia: ¡Hobbits! Cuatro Hobbits. Y peor aún, fuera de la Comarca, por el acento. ¿Qué asuntos les traen a Bree?
Frodo: Venimos a la posada. Nuestros asuntos son cosa nuestra.
Guardia: Tranquilo jovencito, no era mi intención ofenderle. Debo preguntar después de anochecer; se habla de extraños forasteros. Toda precaución es poca.
Hombre: Quitaos de en medio. Largo de aquí.
Posada el Poney pisador
Frodo: Disculpe.
Cebadilla: Buenas noches, pequeños señores. ¿Qué desean ustedes? Si buscan alojamiento, nos quedan habitaciones tamaño hobbit muy acogedoras, siempre orgullosos de atender a la gente pequeña, señor...
Frodo: Sotomonte, mi nombre es Sotomonte.
Cebadilla: Sotomonte, ya...
Frodo: Somos amigos de Gandalf el Gris. ¿Le dirá que hemos llegado?
Cebadilla: ¿Gandalf? Gandalf... ¡Ooooh sí! Ya recuerdo. El amable anciano. Larga barba gris y sombrero picudo... Hace seis meses que no le veo.
Sam: ¿Qué hacemos ahora?
Frodo: Sam, ya llegará. Vendrá.
Hombre: ¡Quita de enmedio!
Pippin: ¿Qué es eso?
Merry: Esto amigo mío, es una pinta.
Pippin: ¿La sirven por pintas? ¡Voy por una!
Sam: ¡Ya te has tomado media!
Ese hombre no ha dejado de mirarle desde que llegamos.
Frodo: Perdone. Ese hombre del rincón... ¿quién es?
Cebadilla: Es un montaraz, gente peligrosa que vaga por los bosques. Su nombre no lo sé, nunca lo he oído, pero por estas tierras se le conoce como Trancos.
Frodo: Trancos...
Sauron: Bolsón... Bolsón... ¡Bolsón!
Pippin: ¿Bolsón? Yo conozco a un Bolsón. Está ahí, Frodo Bolsón. Es primo mío, primo segundo por parte de madre y primo tercero por parte de padre... El viejo Bilbo le ha dejado todo, ¿saben?
Frodo: ¡Pippin!
Pippin: Tranquilo, Frodo.
Sauron: No puedes esconderte. Te veo. No hay vida en este vacío. ¡Solo muerte!
Aragorn: Está llamando demasiado la atención, Señor Sotomonte.
Frodo: ¿Qué quiere usted?
Aragorn: Más cautela, no lleva precisamente una baratija.
Frodo: ¡No llevo nada!
Aragorn: Ya... Yo puedo evitar ser visto si lo deseo, pero desaparecer del todo... ¡Un curioso don!
Frodo: ¿Quién es usted?
Aragorn: ¿Estás asustado?
Frodo: Sí.
Aragorn: No lo suficiente. Sé quién te persigue.
Sam: ¡Suéltale o te remato, patas largas!
Aragorn: Tienes bravo corazón, hobbit. Pero eso no te salvará. No debes seguir esperando al mago, Frodo. Ya vienen...
Frodo: ¿Qué son?
Aragorn: Antaño fueron hombres. Grandes Reyes de los Hombres. Luego Sauron el impostor, les entregó los Nueve Anillos de Poder. Cegados por su codicia, los aceptaron sin dudar... Han sucumbido uno a uno en la oscuridad. Ahora son esclavos de su voluntad. Son los Nazgûl, Espectros, ni vivos ni muertos. En todo momento sienten la presencia del Anillo. Son atraídos por su poder. Nunca dejarán de perseguirte.
Frodo: ¿Adónde nos llevas?
Aragorn: A la espesura.
Merry: ¿Cómo sabemos que este montaraz es amigo de Gandalf?
Frodo: Un siervo del enemigo tendría mejor aspecto y parecería más insensato.
Merry: ¿Más insensato aún?
Frodo: No tenemos mas remedio que confiar en él.
Sam: ¿Pero adónde nos lleva?
Aragorn: A Rivendel, señor Gamyi. A la casa de Elrond.
Sam: ¿Habéis oído eso? ¡Rivendel! ¡Vamos a ver elfos!
Sam: Este sitio está bien.
Pippin: Saca la sartén.
Sam: Voy a buscar leña.
Aragorn: ¡Caballeros! No pararemos hasta el anochecer.
Pippin: ¿Qué pasa con el desayuno?
Aragorn: Ya has desayunado.
Pippin: Una vez sí, pero ¿y el segundo desayuno?
Merry: No creo que sepa nada del segundo desayuno.
Pippin: ¿Y del almuerzo? ¿Aperitivo? ¿Té de la tarde? ¿La comida? ¿La cena? Esos los conocerá ¿no?
Merry: Yo no contaría con ello.
Pippin...
Merry: ¿Qué comen cuando no hay hobbits?
Pippin: Si no ceno pronto me moriré aquí mismo.
Merry: Ahí viene ese montaraz, y con la cena, creo.
Aragorn: (cantando en élfico)
Frodo: ¿Quién es ella?, la Dama de la canción.
Aragorn: Es la Dama de Luthien, la doncella elfo que entregó su amor a Beren, un mortal.
Frodo: ¿Qué le pasó?
Aragorn: Murió.
Duerme un poco, Frodo.
Saruman: El poder de Isengard está a vuestras ordenes. Sauron, Señor de la Tierra.
Sauron: Procúrame un ejército digno de Mordor.
Orco: ¿Qué ordenes hay de Mordor, mi señor? ¿Qué encomienda el Ojo?
Saruman: Hay trabajo que hacer.
Orco: Los árboles son fuertes mi señor..., profundas sus raíces.
Saruman: Arrancadlos todos.
Aragorn: Ésta era la Atalaya de Amon Sûl. Pasaremos la noche aquí.
Para vosotros, tenedlas a mano. Voy a inspeccionar la zona. Quedaos aquí.
Pippin: Oh, mi tomate se ha reventado. ¿Me das un poco de bacon?
Merry: ¿Quieres un tomate Sam?
Frodo: ¿Pero qué haceis?
Merry: Tomates, salchichas, y rico y crujiente bacon
Sam: Le hemos dejado algo Señor Frodo.
Frodo: ¡Apagad eso insensatos! ¡Apagadlo!
Pippin: Tomates a la ceniza.
Frodo: ¡Corred!
Sam: ¡Atrás, malditos!
Rey Brujo: Dáselo al señor Oscuro...
Frodo: ¡No! ¡Aaaaahhh!
Sam: ¡Frodo! Frodo.
Frodo: ¡Oh, Sam!
Sam: ¡Trancos! ¡Ayúdale, Trancos!
Aragorn: Le han herido con una hoja de Morgul. Supera mis conocimientos de curación; necesita medicina élfica.
¡Corred!
Sam: Estamos a seis días de Rivendel, ¡no llegará con vida!
Aragorn: ¡Aguanta, Frodo!
Frodo: ¡Gandalf!
Sam: Mire Frodo, los Trolls del señor Bilbo. ¿Señor Frodo? ¡Se está enfriando!
Pippin: ¿Se va a morir?
Aragorn: Se hunde en el mundo de las sombras. Pronto será un espectro como ellos.
Merry: Están cerca.
Aragorn: Sam, ¿conoces la Athelas, la planta?
Sam: ¿Athelas?
Aragorn: La hoja de Reyes.
Sam: ¡Athelas! Sí, es una hierba.
Aragorn: Ralentiza el envenenamiento, rápido.
Arwen: ¿Qué es esto? ¿Un Montaraz desprevenido?
Arwen: Frodo, im Arwen. Telin le thaed. Lasto beth nîn, tolo dan na ngalad. (Frodo, Soy Arwen. He venido a ayudarte. Oye mi voz. Vuelve a la luz.)
Merry: ¿Quién es?
Arwen: Frodo.
Sam: Una mujer elfa.
Arwen: Se nos va. No le queda mucho. Debemos llevarlo a mi padre. Llevaba dos días buscandoos.
Sam: ¿Adónde le llevais?
Arwen: Hay cinco Espectros persiguiendoos. Los otros cuatro, ignoro donde están.
Aragorn: Dartho guin Beriain. Rych le ad tolthathon.
(Quédate con los hobbits, te enviaré caballos)
Arwen: Hon mabathon. Rochon ellint im.
(Yo soy el jinete mas rápido, yo le llevaré)
Aragorn: Andelu i ven.
(El camino es peligroso)
Pippin: ¿Qué dicen?
Arwen: Frodo fîr. Ae athradon i hir, tur gwaith nîn beriatha hon.
(Si puedo atravesar el río, el poder de mi gente lo protegerá.)
No les tengo ningún miedo.
Aragorn: Be iest lîn.
No mires atrás. Cabalga veloz.
Arwen: ¡Noro lim, Asfaloth, noro lim!
(¡Corre, Asfaloth, corre!)
Sam: ¿Qué hacéis? ¡Esos espectros siguen por ahí!
Arwen: ¡Noro lim, Asfaloth!
Nazgûl: ¡Entréganos al mediano, mujer elfa!
Arwen: ¡Si le queréis, venid a por él!
Nîn o Chithaeglir lasto beth daer, Rimmo nîn Bruinen dan in Ulaer!
(¡Aguas de las Montañas Nubladas, escuchad la gran palabra: que fluyan las aguas contra los espectros del Anillo!)
¡No! ¡Frodo no te rindas! ¡Ahora no! La gracia que me ha sido otorgada entre en él y por ella sea curado. ¡Sálvale!
Elrond: Frodo, Lasto beth nîn. Tolo dan nan galad.
(Frodo, oye mi voz. Vuelve a la luz)
Frodo: ¿Dónde estoy?
Gandalf: En la casa de Elrond. Son las diez de la mañana del 24 de octubre para tu información.
Frodo: Gandalf.
Gandalf: Sí, aquí estoy; y tú también, por suerte. Unas horas más y no habríamos podido ayudarte. Pero hay mucha fuerza en ti, mi querido hobbit.
Frodo: ¿Que pasó, Gandalf? ¿Por qué no apareciste?
Gandalf: Oh, lo siento mucho Frodo... Me retrasé.
Saruman: ¡La amistad de Saruman, no se desprecia a la ligera! El tiempo de ser siervo de otros se ha terminado. Doblégate al poder del Anillo o afronta tu propia destrucción.
Gandalf: Solo hay un Señor del Anillo. Sólo uno puede doblegarlo a su voluntad. ¡Y él no cede su poder!
Saruman: La muerte ha sido tu elección.
Frodo: Gandalf, ¿qué pasa?
Gandalf: Nada, Frodo.
Sam: ¡Frodo! ¡Frodo!
Frodo: ¡Sam!
Sam: ¡Bendito sea, ha despertado!
Gandalf: Sam no se ha separado de ti.
Sam: Nos tenía muy preocupados, ¿verdad señor Gandalf?
Gandalf: Gracias a la sabiduría del caballero Elrond, te estás recuperando.
Elrond: Bienvenido a Rivendel, Frodo Bolsón.
Frodo: ¡Bilbo!
Bilbo: ¡Hola Frodo, muchacho!
Frodo: "Partida y regreso.Historia de un Hobbit" por Bilbo Bolsón. ¡Es maravilloso!
Bilbo: Quería volver a maravillarme con los poderes del Bosque Negro. Visitar la Ciudad del Lago..., volver a ver la Montaña Solitaria... Pero la edad al parecer ha hecho presa de mí.
Frodo: Echo de menos la Comarca. Pasé mi infancia soñando que algún día me iría lejos, contigo a una de tus aventuras... pero mi aventura ha resultado ser muy distinta. No soy como tú, Bilbo.
Bilbo: Mi querido muchacho.
Sam: Algo se me olvida...
Frodo: ¿Ya has hecho el macuto?
Sam: Hay que estar bien preparado.
Frodo: ¿No querías ver elfos, Sam?
Sam: Claro.
Frodo: ¿Más que cualquier cosa?
Sam: Sí, pero es que... Hemos hecho lo que Gandalf quería ¿verdad? Hemos traído el Anillo hasta Rivendel, y he pensado... al ver que se recupera, que partiríamos pronto... a casa.
Frodo: Así es Sam. Hemos cumplido nuestro cometido. El Anillo estará seguro en Rivendel. Ya puedo volver a casa.
Elrond: Recobra sus fuerzas.
Gandalf: Esa herida nunca sanará del todo. La llevará el resto de su vida.
Elrond: Y eso que llegar hasta aquí portando el Anillo es muestra de extraordinaria resistencia a su mal.
Gandalf: Es una carga que jamás tendría que haber llevado. No podemos pedirle más a Frodo.
Elrond: Gandalf, el enemigo avanza. Las tropas de Sauron se concentran en el Este. Su ojo está fijo en Rivendel, y Saruman según dices nos ha traicionado. Nuestra lista de aliados se reduce.
Gandalf: Su traición es mayor de lo que crees. Con malas artes, Saruman ha cruzado Orcos con Trasgos. Está criando un ejercito en las cavernas de Isengard. Un ejército que puede recorrer grandes distancias a la luz del día con rapidez. Saruman viene en busca del Anillo.
Elrond: Ese mal no puede combatirse con el poder de los Elfos. No somos capaces de luchar contra Mordor e Isengard. Gandalf, el Anillo tiene que irse.
Es una amenaza para toda la Tierra Media. Ellos deben decidir cómo acabar con él. La Era de los Elfos se ha terminado, mi pueblo deja estas costas. ¿A quién acudirás cuando ya no estemos? ¿A los enanos? Hurgan en las montañas, quieren riquezas, se desentienden de los problemas ajenos.
Gandalf: Es en los hombres en quien hay que poner esperanza.
Elrond: Hombres... Los hombres son débiles. La raza del hombre se desvirtúa, la sangre de Númenor está más que agotada. Su orgullo y su dignidad harto olvidados. Por culpa de los hombres el Anillo aún pervive. Yo estuve allí, Gandalf. Yo estuve allí hace 3.000 años... Cuando Isildur aceptó el Anillo, yo estuve allí el día que la voluntad del hombre fracasó.
"Isildur, aprisa, sígueme."
Yo conduje a Isildur al corazón del Monte del Destino, donde el Anillo fue forjado, el único lugar en que puede ser destruído.
"¡Arrójalo al fuego! ¡Destrúyelo!"
Isildur: No.
Elrond: Aquel día debió ser su final. Pero el mal consiguió pervivir.
Isildur conservó el Anillo, y así interrumpió la saga real. No quedó poder en el mundo de los Hombres. Desechos, divididos, sin dirección.
Gandalf: Hay alguien que podría unirlos. Alguien que podría reclamar el trono de Gondor.
Elrond: Dejó ese camino hace largo tiempo. Ha elegido el exilio.
Boromir: Tú no eres elfo...
Aragorn: Los hombres del Sur son bienvenidos aquí.
Boromir: ¿Quién eres?
Aragorn: Un amigo de Gandalf el Gris.
Boromir: Entonces nuestro propósito es común, amigo.
Fragmentos de Narsil... La hoja que cortó el Anillo de la mano de Sauron. Aún está afilada...
Es una reliquia hecha pedazos.
Arwen: ¿Por qué temes al pasado? Eres el heredero de Isildur, no Isildur en persona. Tú no compartes su destino.
Aragorn: La misma sangre corre en mis venas. La misma debilidad.
Arwen: Tu tiempo llegará. Te enfrentarás al mismo mal, y lo derrotarás.
A si i-Dhúath ú-orthor, Aragorn. Ú or le a ú or nin (La sombra aún no domina, ni sobre ti, ni sobre mi)
Arwen: Renich i lú i erui govannem? (¿Recuerdas cuando nos conocimos?)
Aragorn: Nauthannen i ned ôl reniannen. (Creí que me había perdido en un sueño)
Arwen: Gwennnin in enninath. Ú-arnech in naeth i si celich. Renich i beth i pennen? (Largos años han pasado. No tenías las cargas que soportas ahora. ¿Recuerdas lo que te dije?)
Aragorn: Dijiste que acabarías uniéndote a mí, renunciando a la vida inmortal, propia de tu pueblo.
Arwen: Y lo sigo diciendo. Antes compartiría una vida contigo que enfrentarme a todas las Edades de este mundo sola. Elijo una vida mortal.
Aragorn: No puedes darme esto.
Arwen: Dárselo a quien quiero es mi privilegio. Como mi corazón.
Elrond: Forasteros de tierras lejanas, amigos de siempre. Habéis sido convocados para atajar la amenaza de Mordor. La Tierra Media se encuentra al borde de la destrucción. Nadie puede escapar a ella. Debéis uniros o pereceréis. Toda raza se enfrenta a este destino, a ésta maldición. Muéstranos el Anillo, Frodo.
Boromir: Entonces es cierto...
Gimli: El Anillo de poder.... la maldición del hombre....
Boromir: En un sueño vi el cielo oriental oscurecerse...Pero en el Oeste persistía una pálida luz, una voz gritaba "tu maldición está cercana, el Daño d Isildur ha sido hallado." El Daño de Isildur...
Elrond: ¡Boromir!
Gandalf: ¡Ash nazg durbatulûk, ash nazg gimbatul, ash nazg thrakatulûk agh burzum-ishi krimpatul! (Un Anillo para gobernarlos a todos, un Anillo para encontrarlos, un Anillo para atraerlos a todos, y atarlos en las Tinieblas)
Elrond: Jamás antes una voz dijo palabras en esa Lengua aquí, en Imladris.
Gandalf: No he de pedir perdón, maestro Elrond, pues la Lengua Oscura de Mordor puede ser oída en cualquier rincón del Oeste. El Anillo es el Mal en sí mismo.
Boromir: Es un privilegio. Un regalo para los rivales de Mordor. ¿Por qué no usar el Anillo? Largo tiempo mi padre, el Senescal de Gondor ha contenido las tropas de Mordor. Gracias a la sangre de nuestro pueblo vuestras tierras fueron seguras. Entregad a Gondor el arma del enemigo. ¡Usémoslo contra él!
Aragorn: ¡No puedes dominarlo! ¡Ninguno de nosotros puede! El Anillo Único solo responde ante Sauron. No tiene otro señor.
Boromir: ¿Qué sabe un Montaraz, de estos asuntos?
Legolas: No es un simple Montaraz. Es Aragorn, hijo de Arathorn. Le debes lealtad.
Boromir: ¿Aragorn? ¿El heredero de Isildur?
Legolas: Y heredero al trono de Gondor.
Aragorn: Havo dad, Legolas. (Siéntate, Legolas)
Boromir: Gondor no tiene Rey. Gondor no necesita Rey.
Gandalf: Aragorn está en lo cierto. No podemos usarlo.
Elrond: Solo os queda una opción. El Anillo debe ser destruido.
Gimli: ¡A qué estamos esperando!
Elrond: El Anillo no puede ser destruido Gimli, hijo de Glóin, mediante las artes de las que disponemos aquí. Fue forjado en los fuegos del Monte del Destino. Solo allí puede ser fundido. Debe ser devuelto al corazón de Mordor y arrojado en el bárbaro abismo del que procede. Uno de vosotros, deberá hacerlo.
Boromir: No se entra así como así en Mordor. Son más que orcos los que guardan sus negras puertas. Habita en su seno un mal que nunca duerme. Y el Gran Ojo, permanece alerta. Es un yerma extensión, pasto del fuego, cenizas y polvo. El aire que se respira es vapor venenoso. Ni con diez mil hombres podría hacerse. Es un disparate.
Legolas: ¿¡No has escuchado nada de lo que Elrond ha dicho!? ¡El Anillo debe ser destruido!
Gimli: ¡Y supongo que eres tú quien se ofrece hacerlo!
Boromir: ¿¡Y si fracasamos qué!? ¿¡Qué pasará si Sauron recupera lo que es suyo!?
Gimli: ¡Antes muerto que ver el Anillo en manos de un elfo! ¡Nadie confía en un elfo!
Gandalf: ¿Es que no lo entendéis? Mientras discuten entre si el poder de Sauron está creciendo. ¡Nadie se librará de él! ¡Todos seréis derrotados!
Anillo: Ash nazg durbatuluk, Ash nazg gimbatul, Ash nazg thrakatuluk, Agh burzum-ishi krimpatul (Un Anillo para gobernarlos a todos, un Anillo para encontrarlos, un Anillo para atraerlos a todos, y atarlos en las Tinieblas)
Frodo: ¡Yo lo llevaré! ¡Yo lo llevaré! ¡Yo llevaré el anillo a Mordor! Aunque... no sé como voy a hacerlo.
Gandalf: Yo te ayudaré a llevar esta carga, Frodo Bolsón. Mientras seas tu quien la lleve.
Aragorn: Si con mi vida o mi muerte puedo protegerte, lo haré. Cuenta con mi espada.
Legolas: Y cuenta con mi arco.
Gimli: ¡Y con mi hacha!
Boromir: Tu cargas con nuestros destinos, pequeño. Si es esta la voluntad del Concilio, Gondor la ha de ver cumplida.
Sam: ¡Eh! El señor Frodo no se va a ningún lado sin mí.
Elrond: Desde luego es difícil separarlos, aun cuando él ha sido convocado a un concilio secreto y tú no...
Merry: ¡Eh! ¡Nosotros también vamos! ¡Tendréis que mandarnos a casa atados dentro de un saco para impedirlo!
Pippin: Además os hace falta gente inteligente para este tipo de... misión, cometido, cosa...
Merry: Pues eso te excluye Pip.
Elrond: Nueve compañeros. Sea así. ¡Seréis la Compañía del Anillo!
Pippin: Bien. ¿Adónde vamos?
Elrond: Anirne hene beriad i chên în. Ned Imladris nauthant e le beriathar aen.
(Quiso proteger a su hijo. Pensó que en Rivendel estarías a salvo.)
Pero en su corazón, tu madre sabía que serías perseguido toda tu vida. Que nunca escaparías a tu destino. La maestría de los elfos puede volver a forjar la Espada de Reyes, pero sólo tú tienes el poder para empuñarla.
Aragorn: No quiero ese poder. Nunca lo he querido.
Elrond: Eres el ultimo de tu linaje, no hay otro.
Bilbo: Mi vieja espada, Dardo. Toma, cógela, cógela.
Frodo: Es muy ligera.
Bilbo: Sí, sí, hecha por Elfos, ¿sabes? La hoja brilla cuando hay orcos cerca, y es en esos momentos muchacho, cuando has de tener extremo cuidado. Acepta esta preciosidad. ¡Mithril! Liviano como una pluma, y duro como escamas de Dragón. A ver como te queda. Póntelo, vamos.
Mi viejo Anillo. Me gustaría... poder sujetarlo por última vez.
Siento mucho haberte metido en esto, muchacho. Lamento que tengas que llevar esta carga. ¡Lamento todo esto!
Elrond: El Portador del Anillo se dispone a partir para el Monte del Destino. A los que viajáis con él, ni juramento ni atadura obliga a ir más allá de vuestra voluntad. Hasta siempre, cumplid vuestro propósito. Y que todas las bendiciones de Elfos, Hombres y los Pueblos Libres, os acompañen.
Gandalf: La compañía aguarda al Portador del Anillo.
Frodo: Mordor, Gandalf, ¿izquierda o derecha?
Gandalf: Izquierda.
Gandalf: Debemos mantener este rumbo al Oeste de las Montañas Nubladas durante cuarenta días. Con suerte, el paso de Rohan aún estará practicable. Allí nuestro camino tornará al Este, hacia Mordor.
Boromir: 2, 3, 4, 5. Bien, ¡muy bien!
Aragorn: Mueve esos pies...
Merry: ¡Muy bien Pippin!
Pippin: ¡Gracias!
Merry: ¡Más rápido!
Gimli: Si a alguien le interesa mi opinión, y ya veo que no, diría que estamos dando un rodeo. Gandalf, podríamos atravesar las minas de Moria. ¡Mi primo Balin nos daría una bienvenida de Reyes!
Gandalf: No, Gimli. No tomaré el camino de Moria a no ser que no haya elección.
Pippin: ¡Aah!
Boromir: Lo siento.
Pippin: ¡Dale! ¡Por la Comarca! Agárrale, agárrale Merry.
Aragorn: Ya es suficiente. Basta, caballeros.
Merry: ¡Me ha cogido el brazo!
Sam: ¿Qué es eso?
Gimli: Sólo un jirón de nube.
Boromir: Se mueve veloz. Y contra el viento.
Legolas: ¡Crebains de las Tierras Brunas!
Aragorn: ¡Escondeos!
Boromir: ¡Merry! ¡Pippin!
Aragorn: ¡Frodo! ¡Sam! ¡A cubierto!
Gandalf: Espías de Saruman. El paso del sur está vigilado. Tomemos el paso de Caradhras.
Frodo: ¡Ah!
Aragorn: ¡Frodo!
¡Boromir!
Boromir: Qué extraño destino tener que sufrir tanto miedo y dudas, por algo tan insignificante, tan irrisorio.
Aragorn: Boromir, devuelve el anillo a Frodo.
Boromir: A sus órdenes. No lo quiero.
Saruman: ¿Y bien, Gandalf? Intentarás conducirlos sobre Caradhras, y si no da resultado... ¿Por dónde pasarás? Si la montaña te derrota, ¿te arriesgarás a tomar una ruta más peligrosa?
Legolas: El viento arrastra una voz cruel.
Gandalf: ¡Es Saruman!
Aragorn: ¡Intenta derrumbar la montaña! ¡Gandalf, debemos volver!
Gandalf: ¡No! Losto Caradhras, sedho, hodo, nuitho i 'ruith! (¡Duerme, Caradhras, quédate quieto, contén tu ira!)
Saruman: Cuiva nwalca Carnirassë; nai yarvaxëa rasselya; taltuva notto-carinnar! (¡Despierta cruel cuerno rojo! ¡Tu cuerno puede ensangrentarse!)
Aragorn: ¡Frodo, Sam!
Boromir: ¡Hay que descender de la montaña! ¡Tomemos el paso de Rohan! Y crucemos el Folde Oeste hasta mi ciudad!
Aragorn: ¡El paso de Rohan nos acerca demasiado a Isengard!
Gimli: ¡Si no podemos pasar sobre la montaña, pasemos bajo ella! ¡Atravesemos las minas de Moria!
Saruman: Moria. Temes entrar en esas minas. Los enanos cavaron congran ambición, y muy profundo. Ya sabes lo que despertaron en la Oscuridad de Khazad-dûm. La Sombra y la Llama...
Gandalf: Que el portador del Anillo decida.
Boromir: ¡No podemos quedarnos aquí, sería la muerte para los hobbits!
Gandalf: Frodo.
Frodo: ¡Atravesaremos las minas!
Gandalf: Sea así.
¡Frodo! Ven a ayudar a este anciano. ¿Qué tal tu hombro?
Frodo: Cada vez mejor.
Gandalf: ¿Y el anillo? Sientes cómo su poder crece, ¿verdad? Yo también lo siento, debes ser muy cauto ahora. El mal te acosará desde fuera de la Compañía, y me temo, que también desde dentro...
Frodo: ¿En quién confío, entonces?
Gandalf: Debes confiar en ti mismo, en tus propias fuerzas.
Frodo: ¿Qué quieres decir?
Gandalf: Hay muchos poderes en este mundo, para el Bien y para el Mal, algunos más grandes que yo, contra los cuales aun no he sido puesto a prueba...
Gimli: Oh, los muros de Moria...Cerradas, las puertas de los Enanos son invisibles.
Gandalf: Cierto, Gimli. Ni sus artífices pueden encontrarlas, si sus secretos caen en el olvido.
Legolas: ¿Por qué no me sorprende?
Gandalf: Ahora veamos. Ithildin. Sólo refleja la luz de las estrellas y de la luna. Se lee "Las puertas de Durin, Señor de Moria" "Habla, amigo, y entra"
Merry: ¿Qué significa eso?
Gandalf: Es muy sencillo. Si eres amigo di la contraseña y las puertas se abrirán.
Annon Edhellen edro hi ammen! (Puerta de los elfos, ábrete ahora para mi!)
Fennas Nogothrim lasto beth lammen. (Puerta del pueblo de los Enanos, escucha la palabra de mi lengua)
Pippin: No se mueve.
Gandalf: Hubo un tiempo en el que conocía cada fórmula en todas las lenguas de Elfos, Hombres y Orcos.
Pippin: ¿Qué vas a hacer entonces?
Gandalf: ¡Aporrear estas puertas con tu cabeza, Peregrin Tuk!, y si eso no las derriba y consigo algo de paz al margen de preguntas vanas, intentaré encontrar las palabras adecuadas.
Ando Eldarinwa a lasta quettanya, Fenda Casarinwa! (Puerta de los elfos escucha mi palabra, ¡entrada de los enanos! )
Aragorn: Las minas no son lugar para un Poney, ni siquiera para uno tan valiente como este.
Sam: Adiós, Bill.
Aragorn: Vete Bill, ¡vete! Tranquilo Sam, sabe volver a casa.
No molestéis al agua.
Gandalf: Nada, es inútil. No sé qué será.
Frodo: Es un acertijo. Di "amigo" y entra. ¿Cómo se dice amigo en élfico?
Gandalf: Mellon.
Gimli: Pronto, Señor Elfo, disfrutarás de la famosa hospitalidad de los Enanos. Rugientes hogueras, cerveza de Malta, rica carne deshuesada... Pues esto amigo mío, es el hogar de mi primo Balin, y lo llaman mina... ¡Una mina!
Boromir: Esto no es una mina... ¡es una tumba!
Gimli: ¡No! ¡Noooo!
Legolas: ¡Trasgos!
Boromir: Debimos ir por el paso de Rohan. ¡Y nunca entrar aquí! Vámonos ahora mismo, salgamos de aquí. ¡Fuera!
Merry: ¡Frodo!
Sam: ¡Trancos! ¡Suéltale!
Gandalf: ¡A las minas!
Boromir: ¡Legolas! ¡A las cuevas!
Aragorn: ¡Corred!
Gandalf: Sólo nos queda una opción ahora. Enfrentarnos a la larga oscuridad de Moria. Manteneos alerta, hay seres más antiguos y viles que los orcos en las profundidades del mundo.
Silencio ahora. Son cuatro jornadas de viaje hasta el otro lado. Confiemos en que nuestra presencia pase inadvertida.
La riqueza de Moria no se contaba en oro, ni en joyas, sino en Mithril. Bilbo llevaba una cota de malla de Mithril, obsequio de Thorin.
Gimli: Oh, era un regalo de Reyes.
Gandalf: Sí. Nunca se lo dije, pero su valía era mayor que la Comarca entera.
Merry: ¡Pippin!
Gandalf: No tengo recuerdos de este lugar.
Pippin: ¿Estamos perdidos?
Merry: No.
Pippin: Yo creo que sí.
Merry: ¡Ssshhh! Gandalf está pensando.
Pippin: Merry...
Merry: ¿Qué?
Pippin: Tengo hambre.
Frodo: Hay algo ahí abajo...
Gandalf: Es Gollum.
Frodo: ¡Gollum!
Gandalf: Nos lleva siguiendo desde hace tres días.
Frodo: Ha escapado de las mazmorras de Barad-dûr.
Gandalf: Ha escapado... o le han soltado. Y ahora el anillo le ha traído hasta aquí. Nunca se librará de esa necesidad de él. Odia y ama el anillo tanto como se odia y ama a sí mismo. La vida de Sméagol es una triste historia. Ah sí, Sméagol era su nombre antes de que el anillo le encontrara y le volviera loco.
Frodo: Lástima que Bilbo no le matara cuando pudo hacerlo.
Gandalf: ¿Lástima? La lástima fue lo que frenó la mano de Bilbo. Muchos vivos merecerían la muerte, y algunos que mueren merecen la vida. ¿Podrías dársela tú, Frodo? No seas ligero a la hora de adjudicar muerte o juicio, ni los sabios pueden discernir esos extremos. El corazón me dice que Gollum tiene aún un papel que cumplir, para bien o para mal, antes de que todo esto acabe.
Gollum: ¡Gollum!
Gandalf: La compasión de Bilbo podría regir el destino de muchos.
Frodo: Ojalá el Anillo nunca hubiera llegado a mí. Ojalá nada hubiera ocurrido.
Gandalf: Eso desean quienes viven estos tiempos, pero no les toca a ellos decidir. Lo único que podemos decidir es qué hacer con el tiempo que se nos ha dado. Hay otras fuerzas actuando en este mundo, Frodo además de la voluntad del Mal. Bilbo estaba destinado a encontrar el anillo, y como consecuencia tú también estabas destinado a tenerlo. Y eso es un pensamiento alentador.
Oh, es por ahí.
Merry: ¡Se ha acordado!
Gandalf: No. Pero el aire no está tan viciado aquí abajo. En caso de duda Meriadoc, ¡sigue siempre tu olfato!
Sí... arriesgaré con algo más de luz. ¡Contemplad, el gran reino y ciudad de la Mina del Enano!
Sam: ¡Un regalo para la vista, sin duda!
Gimli: ¡Huh!
Gandalf: ¡Gimli!
Gimli: ¡No! ¡No! ¡Oh, no!
Gandalf: "Aquí yace Balin, hijo de Fundin, Señor de Moria." Ha muerto entonces, tal como yo temía.
Gimli: Kilmin malur ni zaram kalil ra narag. Kheled-zâram ... Balin tazlifi. (¿?)
Legolas: Debemos continuar, no podemos detenernos.
Gandalf: "Han tomado el puente, y la segunda sala. Atrancamos las puertas, pero no podremos frenarlos por mucho tiempo. El suelo tiembla. Tambores... tambores en lo profundo. No podemos salir. Una sombra se mueve en la oscuridad. No podemos salir. Ya vienen..."
¡Tuk, insensato! ¡Tírate tú la próxima vez y líbranos de tu estupidez!
Sam: ¡Señor Frodo!
Legolas: ¡Orcos!
Aragorn: ¡Atrás, no os separéis de Gandalf!
Boromir: ¡Tienen un Troll de las cavernas!
Gimli: ¡Aah! ¡Dejad que vengan! ¡Aún queda un enano con vida en Moria!
Gandalf: ¡Cargaad!
Sam: Le voy cogiendo el tranquillo.
Aragorn: ¡Frodo!
Frodo: ¡Aragorn! ¡Aragorn!
Sam: ¡Frodo! ¡Frodo!
Aragorn: Oh, no...
Sam: ¡Está vivo!
Frodo: Estoy bien, no me ha herido.
Aragorn: ¡Deberías estar muerto! Esa lanza podría atravesar un jabalí.
Gandalf: Creo que este hobbit es más de lo que parece.
Gimli: ¡Mithril! Es usted una caja de sorpresas, señor Bolsón.
Gandalf: ¡Al puente de Khazad-dûm!
Gandalf: ¡Por aquí! ¡Vamos!
Boromir: ¿Qué nueva criatura es ésta?
Gandalf: El Balrog. Un demonio del mundo antiguo. Este rival os supera a todos. ¡Corred!
Aragorn: ¡Deprisa!
Aragorn: Gandalf.
Gandalf: Guíalos, Aragorn. El puente está cerca. ¡Haz lo que te digo! ¡Las espadas aquí ya no sirven!
Legolas: ¡Gandalf!
Boromir: ¡Merry! ¡Pippin!
Aragorn: ¡Sam!
Gimli: ¡Nadie empuja a un enano!
¡No! ¡De la barba no!
Aragorn: ¡Frodo! Aguanta.
Gandalf: ¡Aguantad!
Aragorn: ¡Aguanta! ¡Inclínate! ¿Preparado?
Frodo: ¡Vamos!
Aragorn: ¡Ahora!
Gandalf: ¡Por el puente! ¡Corred!
¡No puedes pasar!
Frodo: ¡Gandalf!
Gandalf: ¡Soy siervo del Fuego Secreto, administrador de la Llama de Anor! ¡Tu Fuego Oscuro es en vano, Llama de Udûn! ¡Regresa a la Sombra! ¡¡No puedes pasar!!
Boromir: ¡No!
Frodo: ¡Gandalf!
Gandalf: ¡Corred, insensatos!
Frodo: ¡Nooooo!
Boromir: ¡Aragorn!
Aragorn: Legolas, que se muevan.
Boromir: ¡Dales un momento, por piedad!
Aragorn: Al anochecer estas colinas serán un hervidero de orcos. Debemos llegar a los bosques de Lothlorien. Vamos, Boromir, Legolas, Gimli, que se levanten. En pie Sam. ¿Frodo? ¡Frodo!
Gimli: No os alejéis, hobbits. Cuentan que una gran hechicera habita estos bosques. Una bruja elfa, de terrible poder. Todo el que la mira cae presa de su hechizo...
Galadriel: Frodo...
Gimli: ...para siempre desaparecer.
Galadriel: ...tu llegada a nosotros es como dejar paso a la maldición. Pues traes el mal a este lugar, Portador del Anillo.
Sam: ¿Señor Frodo?
Gimli: Pues aquí hay un enano al que no embrujará con facilidad. Tengo ojos de halcón y oído de zorro. Oh...
Haldir: El enano respira tan fuerte como para alcanzarle en la oscuridad.
Mae govannen, Legolas Thranduilion. (Bienvenido Legolas, hijo de Thranduil)
Legolas: Govannas vîn gwennen le, Haldir o Lórien. (Nuestra comunidad esta en deuda contigo)
Haldir: A Aragorn in Dúnedain istannen le ammen. (Aragorn, de los Dunedain, nos eres muy conocido)
Aragorn: Haldir o Lórien. (Haldir de Lorien)
Henio, aníron, boe ammen i dulu lîn. (Por favor, comprende que necesitamos vuestra ayuda.)
Boe ammen veriad lîn. (Necesitamos vuestra protección)
Gimli: ¿Qué ha sido de la legendaria cortesía de los elfos? ¡Hablad algo que entendamos todos!
Haldir: No hemos tenido trato con los enanos desde los días oscuros.
Gimli: ¿Sabes qué responde un enano a eso? Ishkhaqwi ai durugnul. (¿?)
Aragorn: Eso no ha sido nada cortés.
Haldir: Sois portadores de un gran peligro. No podéis continuar.
Aragorn: Boe ammen veriad lîn. (Necesitamos vuestra protección)
Andelu i ven. (El camino es muy peligroso)
Merin le telim. (Desearíamos ir con vosotros.)
Henio, aníron boe ammen i dulu lîn. (Por favor, comprende que necesitamos vuestra ayuda.)
Andelu i ven. (El camino es muy peligroso)
Boromir: La muerte de Gandalf no fue en vano. Él no te habría permitido perder la esperanza. Llevas una pesada carga, Frodo. No cargues también con su muerte.
Haldir: Bien, acompañadme.
Haldir: Calas galadhon, el corazón del lugar de los elfos. Reino del caballero Celeborn, y de Galadriel, Dama de la Luz.
Celeborn: El enemigo sabe que estáis aquí. La esperanza que hubierais depositado en el secreto ha desaparecido ahora. Ocho sois ahora, aunque nueve fueron los que salieron de Rivendel. Decidme, ¿dónde está Gandalf?, ardo en deseos de hablar con él. Ya no puedo verlo en la distancia.
Galadriel: Gandalf el Gris no ha franqueado las fronteras de esta tierra. Ha caído en la Sombra...
Legolas: Fue engullido por ambas. La Sombra y la Llama. Un Balrog de Morgoth. Caímos sin necesidad en las redes de Moria.
Galadriel: Lo innecesario no era propio de Gandalf en vida. No conocemos aún su verdadero propósito.
No dejes que el gran vacío de Khazad-dûm anegue tu corazón, Gimli hijo de Glóin. Este mundo se ha ido llenando de peligros, y en todos sus rincones, el amor se confunde ahora con el dolor.
Celeborn: ¿Qué va a ser ahora de la Compañía? Sin Gandalf no cabe la esperanza.
Galadriel: La misión está en el filo de la navaja. Descuidaos un instante y fracasará, para desgracia de todos. Aún hay esperanza, mientras la Compañía permanezca fiel. No dejéis que os inquieten vuestros corazones. Id a descansar ahora, estáis agotados de tanto esfuerzo y sufrimiento. Esta noche dormiréis.
Bienvenido, Frodo de la Comarca. ¡Aquél que ha visto el Ojo!
Legolas: Un memento por Gandalf.
Pippin: ¿Qué dicen de él?
Legolas: No me salen las palabras. Para mí el dolor aún es reciente.
Sam: Apuesto a que no mencionan sus fuegos de artificio. Se merecerían algún verso. Los mejores cohetes nunca vistos, estallan en estrellas de verde y azul. Tras el estruendo, un manto plateado se cierne como una lluvia de flores. No, eso no le hace justicia ni por asomo.
Aragorn: Ve a descansar. Estas fronteras están bien protegidas.
Boromir: No encontraré descanso aquí. Oí su voz en mi interior. Habló de mi padre y de la caída de Gondor. Ella me dijo "incluso ahora hay esperanza". Pero yo no la veo. Hace tiempo que la hemos perdido. Mi padre es un hombre noble, pero su mandato decae, y nuestro pueblo pierde la fe. Confía en mí para ordenar las cosas, y lo haría..., restablecería la gloria de Gondor. ¿Has llegado a verla, Aragorn? La Torre Blanca de Ecthelion... Brillante como una aguja de nácar y plata; sus pendones ondean con la brisa temprana. ¿Te han recibido alguna vez con el claro sonido de las trompetas de plata?
Aragorn: Vi la Ciudad Blanca, hace tiempo.
Boromir: Algún día nuestros pasos nos llevaran allí, y el centinela de la torre dará la nueva: ¡Los caballeros de Gondor han regresado!
Galadriel: ¿Mirarás en el espejo?
Frodo: ¿Qué veré si lo hago?
Galadriel: Ni el más sabio te lo diría, pues el espejo muestra muchas cosas. Cosas que fueron, cosas que son, y algunas cosas que aún están por llegar.
Sé lo que has visto, porque también está en mi mente. Es lo que llegaría a suceder si fracasaras. La comunidad se está dividiendo, ha comenzado su final. Él intentará hacerse con el Anillo. Ya sabes de quien hablo. Uno a uno, (el anillo) acabará con todos.
Frodo: Si me lo pidieras, te daría el Anillo Único.
Galadriel: Me lo ofreces sin reservas... No negaré que mi corazón lo ha deseado fervientemente...
¡En el sitio del Señor Oscuro instalarás una reina! ¡No oscura pero hermosa y terrible como el alba, traicionera como el mar, más fuerte que los cimientos de la tierra! ¡Todos me amarán, desesperados!
He superado la prueba. Me someteré; partiré al Oeste, y seguiré siendo Galadriel.
Frodo: No puedo hacer esto sólo...
Galadriel: Eres el portador del Anillo, Frodo. Llevar el Anillo de Poder conlleva estar solo. Éste es Nenya, el Anillo de Diamante, yo soy su depositaria. Esta misión te ha sido encomendada, y si tú no encuentras el camino... nadie lo hará.
Frodo: Entonces sé lo que debo hacer. Solo que... tengo miedo de hacerlo.
Galadriel: Hasta el más pequeño puede cambiar el curso del futuro.
Saruman: ¿Cuál fue el origen de los Orcos? Dime, ¿sabes la respuesta? Fueron Elfos antaño. Capturados por los poderes oscuros, torturados y mutilados... una ruinosa y terrible forma de vida, y ahora, perfeccionada. Mi guerrero Uruk-Hai, dime, ¿quién es tu señor?
Lurtz: ¡Saruman!
Saruman: ¡Cazadlos! No paréis hasta encontrarlos. No conocéis el miedo. No conocéis el dolor. Os saciaréis de carne humana. Uno de los medianos carga con algo de gran valor. Traédmelo con vida, y... de una pieza. Matad al resto.
Celeborn: Nunca antes hemos vestido a extraños con el atuendo de nuestro pueblo. Que estas capas os sirvan de escudo frente a los ojos enemigos.
Legolas: Lembas, pan élfico para el camino. Un simple bocado llena el estómago de un hombre fornido.
Merry: ¿Cuántas te has comido?
Pippin: Cuatro...
Celeborn: Cada legua hacia el sur incrementará el peligro. Los orcos de Mordor controlan ahora la orilla este del Anduin. Tampoco estaréis seguros en la orilla oeste. Extrañas criaturas portando la marca de la Mano Blanca rondan nuestras fronteras. Rara vez los orcos andan al descubierto bajo el sol, pero estos así lo hacen.
Le aphadar aen. (Os siguen la pista)
Por el río tenéis la opción de adelantar al enemigo hasta los saltos del Rauros.
Galadriel: Mi presente para ti, Legolas, es un arco de los Galadhrim, digno de la destreza de nuestros parientes del bosque.
Estas son las dagas de los Noldor. Ya han servido antes en la guerra. No temas, joven Peregrin Tuk, encontrarás tu valor.
Y para ti, Samsagaz Gamyi, cuerda élfica trenzada con Hithlain.
Sam: Gracias, mi señora. ¿Ya no le queda ninguna daga reluciente?
Galadriel: ¿Y qué presente pediría un enano a los elfos?
Gimli: Nada. Excepto contemplar a la Dama de los Galadhrim una última vez, pues es más hermosa que las joyas ocultas bajo tierra. En realidad... sí pediría una cosa... No, no, no, es una bobada, un imposible, una petición absurda.
Galadriel: No tengo mejor presente que darte que el que ya llevas contigo.
Am meleth dîn. I ant e guil Arwen Undómiel pelitha. (Por culpa d su amor, temo que la gracia de Arwen, Estrella de la Tarde, vaya a menos)
Aragorn: Aníron i e broniatha ar [...] periatham [...] amar hen. Aníron e ciratha na Valannor. (De buena gana la convencería de que dejara estas costas para permanecer con su pueblo. Ojalá zarpara en el barco de Valinor)
Galadriel: Esa decisión aún les pertenece. Tú tienes tu propia decisión que tomar, Aragorn. Elevarte y volar más alto que todos tus padres desde los días de Elendil, o caer en la oscuridad, con lo único que resta de tu linaje. Namárië.(Adiós)
Nadath nâ i moe cerich. Dan, ú-'eveditham, Elessar. (Aún te queda mucho por hacer. No volveremos a vernos... Elessar)
Adiós, Frodo Bolsón. Te entrego la Luz de Eärendil, nuestra más preciada estrella.
Que ella te ilumine en los lugares oscuros cuando las demás luces se apaguen.
Gimli: He recibido mi más grave herida con esta partida. Haberla visto por última vez, la más hermosa. En adelante a nada llamaré hermoso menos al presente que me ha dado.
Legolas: ¿Cuál ha sido su regalo?
Gimli: Le pedí un cabello de su dorada melena. Ella me dio tres.
Aragorn: Gollum. Nos ha seguido desde Moria. Esperaba perderle en el río, pero es un habilidoso barquero.
Boromir: Si alerta al enemigo de nuestro paradero, la travesía será si cabe más peligrosa.
Sam: Coma algo, señor Frodo.
Frodo: No, Sam.
Sam: No ha comido nada en todo el día. Ni tampoco ha pegado ojo, no crea que no me he dado cuenta. Señor Frodo...
Frodo: Estoy bien.
Sam: No es verdad. He venido a ayudarle. Le prometí a Gandalf que lo haría.
Frodo: No puedes ayudarme, Sam. Esta vez no. Intenta dormir.
Boromir: Minas Tirith es el camino más seguro. Tú lo sabes. Desde allí podremos reagruparnos; asaltar Mordor desde una posición de fuerza.
Aragorn: No queda fuerza en Gondor que pueda avalarnos.
Boromir: Confiaste en seguida en los elfos. ¿Tan poca fe tienes en tu propio pueblo? Sí, hay debilidad, hay fragilidad, pero aún queda coraje y honor en los hombres... Pero tú no lo ves, ¡tienes miedo! Te has pasado la vida oculto en las sombras, asustado de quien eres, ¡de lo que eres!
Aragorn: No acercaré el Anillo a menos de cien leguas de tu ciudad.
Aragorn: Frodo. Los Argonath. Largo tiempo he deseado contemplar a los Reyes antepasados, mis parientes.
Cruzaremos el lago al anochecer. Esconderemos los botes y seguiremos a pie. Aguardaremos Mordor por el Norte.
Gimli: ¡Oh sí! Muy fácil. Basta con encontrar el modo de atravesar Emyn Muil, un infranqueable laberinto de rocas afiladas como cuchillas. Y después de eso, el camino es aún mejor, una infecta y apestada ciénaga, cuyo final la vista no logra alcanzar.
Aragorn: Esa es nuestra ruta. Te sugiero que descanses y recuperes fuerzas, señor Enano.
Gimli: Que recupere... brrr
Legolas: Hay que partir ahora.
Aragorn: No. Los orcos patrullan la orilla este. Esperaremos el cobijo de la oscuridad.
Legolas: No es la orilla este lo que me preocupa... Una sombra y una amenaza han crecido en mi interior. Se avecina algo, lo presiento.
Gimli: Que recupere fuerzas... No, los enanos no necesitan recuperar fuerzas. No hagas ni caso pequeño hobbit.
Merry: ¿Dónde está Frodo?
Boromir: Ninguno deberíamos andar a solas. Y tú menos que nadie. Mucho depende de ti. ¿Frodo? Sé porqué buscas soledad. Sufres, lo veo día a día. ¿Seguro que no sufres sin necesidad? Hay otras posibilidades, Frodo. Otros caminos posibles.
Frodo: Sé lo que propondrías. Y parecería sensato si mi corazón no me previniera.
Boromir: ¿Prevenirte? ¿Contra qué? Todos tenemos miedo Frodo, pero dejar que ese miedo nos domine destruye nuestra esperanza. ¿No lo ves? Sería demencial.
Frodo: No hay otra opción.
Boromir: Solo deseo un poder suficiente ¡que defienda a mi pueblo! Si tú me dejaras el Anillo...
Frodo: No.
Boromir: ¿Por qué te alejas? ¡Yo no robo a nadie!
Frodo: No eres tú mismo.
Boromir: ¿Cuántas son tus alternativas? Te encontrarán..., se llevarán el Anillo..., ¡y tú suplicarás tu muerte para no ver el final! ¡Necio! ¡No es tuyo, lo tienes por una infeliz casualidad! ¡Debería ser mío! ¡Dámelo! ¡Dámelo!
Frodo: ¡No!
Boromir: ¡Dámelo!
Frodo: ¡No!
Boromir: ¡Veo tu intención! ¡Le llevarás el Anillo a Sauron! ¡Nos traicionarás! ¡Irás a la muerte y nos arrastrarás a ella! ¡Maldito seas! ¡Tú y todos los medianos!
¿Frodo? ¿Frodo? ¡Qué he hecho! Por favor, Frodo... ¡Lo siento, Frodo! ¡Frodo!
Aragorn: ¿Frodo?
Frodo: ¡Ha cautivado a Boromir!
Aragorn: ¿Dónde está el Anillo?
Frodo: ¡Aléjate!
Aragorn: Frodo, juré protegerte.
Frodo: ¿Incluso protegerte de ti mismo? ¿Tú lo destruirías?
Aragorn.Elessar
Aragorn: Habría ido contigo hasta el final. Hasta el fuego de Mordor.
Frodo: Lo sé. Cuida de los otros, en especial de Sam. Él no lo entenderá.
Aragorn: ¡Vete Frodo! ¡Corre! ¡Corre!
Sam: ¡Señor Frodo!
Lurtz: ¡Buscad al mediano! ¡Encontrad al mediano!
Aragorn: ¡Elendil!
Legolas: ¡Aragorn, vete!
Merry: ¡Frodo!
Pippin: ¡Aquí, rápido! ¡Vamos! ¿Qué esta haciendo?
Merry: Se va.
Pippin: ¡No!
Merry: ¡Pippin!
¡Corre Frodo! ¡Corre! ¡Eh vosotros, por aquí!
Pippin: ¡Eh! ¡Por aquí! ¡Aquí! ¡Funciona!
Merry: Ya veo que funciona. ¡Corre!
Legolas: ¡El cuerno de Gondor!
Aragorn: ¡Boromir!
Aragorn: No...
Boromir: Han cogido a los hobbits.
Aragorn: No te muevas.
Boromir: Frodo. ¿Dónde esta Frodo?
Aragorn: Dejé que se fuera.
Boromir: Hiciste lo que yo no pude hacer. Intenté arrebatarle el Anillo.
Aragorn: El Anillo ya está fuera de nuestro alcance.
Boromir: Perdóname. No lo vi venir... Os he fallado a todos.
Aragorn: No, Boromir. Has luchado con valentía. Has conservado tu honor.
Boromir: Déjalo, es el fin. El mundo de los Hombres se deshace. Sucumbirá a la oscuridad, y mi ciudad a la destrucción.
Aragorn: No sé cuanta fuerza corre ahora por mis venas, pero te juro que no permitiré que caiga la Ciudad Blanca; ni nuestro pueblo tampoco.
Boromir: Nuestro pueblo... Nuestro pueblo...
Te habría seguido, mi hermano. Mi Capitán. Mi Rey...
Aragorn: Ve en paz, hijo de Gondor.
Esperarán su llegada desde la Torre Blanca, pero nunca regresará.
Sam: ¡Frodo!
Frodo: Ojalá el Anillo nunca hubiera llegado a mí. Ojalá nada de esto hubiera ocurrido.
Gandalf: Eso desean quienes viven estos tiempos, pero no les toca a ellos decidir. Solo tú puedes decidir qué hacer con el tiempo que se te ha dado.
Sam: ¡No, no, no Frodo! ¡Señor Frodo!
Frodo: ¡No, Sam! ¡Vuelve Sam! ¡Partiré a Mordor yo solo!
Sam: ¡Claro que irá! ¡Y yo iré con usted!
Frodo: ¡No sabes nadar! ¡Sam! ¡Sam!
Sam: Hice una promesa, señor Frodo. Una promesa. "No le abandones Samsagaz Gamyi." Y no pienso hacerlo. No pienso hacerlo.
Frodo: Oh, Sam. Vámonos.
Legolas: Si somos rápidos alcanzaremos a Frodo antes del anochecer.
No piensas seguirle...
Aragorn: Frodo y su destino ya no son asunto nuestro.
Gimli: Entonces todo ha sido en vano... La Compañía ha fracasado.
Aragorn: No, si nosotros seguimos unidos. No abandonaremos a Merry y a Pippin al tormento y a la muerte. No mientras nos queden fuerzas. Dejad todo lo que no sea indispensable. Viajaremos de día.
Vamos a cazar orcos.
Gimli: ¡Bien!
Frodo: Mordor... Espero que el camino de los otros sea más seguro.
Sam: Trancos los cuidará bien.
Frodo: No creo que los volvamos a ver...
Sam: Quién sabe señor Frodo, quién sabe.
Frodo: Sam, me alegro de que estés conmigo.
FIN
Sunday, October 29, 2006
Las dos torres
Frodo: ¡Gandalf!
Gandalf: ¡No puedes pasar!
Frodo: ¡Gandalf!
Gandalf: Soy siervo del Fuego Secreto, administrador de la Llama de Anor. ¡Atrás!
Regresa a la sombra.
Tu fuego oscuro es en vano, ¡Llama de Udûn!
Gandalf: ¡No puedes pasar!
Boromir: ¡No, No!
Frodo: ¡Gandalf!
Gandalf: Corred, insensatos.
Frodo: ¡Noooo!
Frodo: ¡Gandalf!
Sam: ¿Qué pasa, señor Frodo?
Frodo: Nada. Sólo un sueño.
Sam: ¿Puede ver el fondo?
Frodo: No. No mires hacia abajo. Sigue descendiendo.
Sam: ¡Coja eso! ¡cójalo, señor Frodo!
¡Señor Frodo!
Frodo: ¡Creo que he encontrado el fondo!
Sam: Ciénagas, soga y a saber qué más. No es natural. Nada de esto.
Frodo: ¿Qué hay dentro?
Sam: Nada, un poco de aderezo, por si un día podemos asar un pollo o algo parecido.
Frodo: ¿Asar un pollo?
Sam: Nunca se sabe.
Frodo: Sam. Mi querido Sam.
Sam: Es muy especial. La mejor sal de la Comarca.
Frodo: Es especial. Una pizca de hogar.
Si dejamos esto aquí podrían seguirnos.
Sam: ¿Quién va a seguirnos hasta aquí abajo, señor Frodo? Lástima claro, la Dama Galadriel me la regaló. Auténtica soga élfica. No hay nada que hacer, es uno de mis nudos, no se suelta ni queriendo.
Frodo: Auténtica soga élfica.
Sam: Mordor, el único lugar de la Tierra Media que no queremos ni ver, el mismo al que intentamos ir, y al que no podemos llegar. Aceptémoslo señor Frodo, estamos perdidos. No creo que Gandalf quisiera pasar por aquí.
Frodo: No quiso muchas cosas de las que han pasado Sam, pero ha sido así.
Sam: ¿Señor Frodo? Es el Anillo, ¿no?
Frodo: Cada vez pesa más.
¿Qué comida nos queda?
Sam: Déjeme ver, oh sí, ¡qué rico! Tenemos lembas... y aquí, más pan del camino.
No es que aprecie la comida forastera, pero este pan élfico no está mal.
Frodo: Nada ensombrece tu ánimo, ¿cierto Sam?
Sam: Quizá esas nubes negras.
Sam: Esto me resulta extrañamente familiar.
Frodo: Porque ya hemos pasado por aquí. Estamos dando vueltas.
Sam: Agg, qué peste insoportable, juraría que hay un cenagal por aquí, ¿no lo huele?
Frodo: Sí, lo huelo. No estamos solos.
Gollum: Los ladrones, los ladrones, sucios medianos ladrones, ¿dónde está? ¿Dónde está? Nos lo robaron, mi tesssoro, malditos ellos, los odiamos, es nuestro, sí, y lo queremos.
Frodo: Ésta es Dardo, ya la has visto antes, ¿me equivoco, Gollum? Suéltale o te corto el cuello.
Gollum: ¡Quema! ¡Nos quema! ¡Nos da frío! ¡Me ahogo! Soga de inmundos elfos. ¡Quitádnosla!
Sam: ¡Cállate! No hay manera. ¡Hasta el ultimo orco de Mordor oirá este escándalo! Lo dejaremos amarrado aquí.
Gollum: ¡No! Ellos nos matarán. Nos darán muerte.
Sam: No te mereces otra cosa.
Frodo: Es posible que merezca morir, pero ahora que le veo me inspira lástima.
Gollum: Seremos buenos con ellos si ellos buenos con nosotros. Soltadnos, dejadnos. Juramos cumplir su voluntad, juramos... sí.
Frodo: No hay promesa tuya en la que pueda confiar.
Gollum: Juramos servir al amo del tesoro. Juraremos sobre el tessoro. ¡Gollum! ¡Gollum!
Frodo: El Anillo es traicionero, te tomaremos la palabra.
Gollum: Sí, sobre el tessoro, sobre el tessoro.
Sam: ¡Yo no te creo! ¡Abajo! ¡Al suelo!
Frodo: ¡Sam! ¡Sam!
Sam: ¡Intenta engañarnos! Suelto nos estrangulará mientras dormimos.
Frodo: ¿Conoces el camino a Mordor?
Gollum: Sí.
Frodo: Has estado allí, ¿verdad?
Gollum: Sí.
Frodo: Nos llevarás hasta la Puerta Negra.
Gollum: Hasta la puerta, a la puerta ordena el Amo, sí.
No, no volveremos, no allí, no a Él. No pueden obligarnos. ¡Gollum! ¡Gollum!
Pero juramos servir al amo del tesoro...
No, ceniza y polvo y sed. Sólo hay fosos, fosos, fosos. Y orcos, orcos a millares y siempre gran Ojo vigilante. Vigilante. ¡Baaaah!
Sam: ¡Eh, vuelve ahora mismo! ¡Vuelve aquí! ¿Lo ve? ¿Qué le dije? Ha huido el muy villano. Adiós a sus promesas.
Gollum: Por aquí hobbits, ¡seguidme!
Pippin: Merry. Merry.
Grishnákh: Llegáis tarde. Nuestro señor se impacienta. Reclama las ratas de la Comarca.
Uglúk: No acepto órdenes de orcos, gusano. Saruman tendrá su presa. Los entregaremos a tiempo.
Sam: Merry, ¡Merry despierta!
¡Necesita agua! ¡Mi amigo está enfermo! ¡Por favor!
Uglúk: ¿Enfermo dices? Dadle de nuestra medicina, muchachos.
Pippin: ¡Basta!
Uglúk: ¡No sabe tragar!
Pippin: ¡Dejadle en paz!
Uglúk: ¿Por qué?
¿Tú también quieres? ¿Eh? Entonces mantén la boca cerrada.
Pippin: Merry.
Merry: Hola Pip.
Pippin: ¿Estás herido?
Merry: Estoy bien, estaba fingiendo.
Pippin: ¿Fingiendo?
Merry: ¿Ves? Tú también has caído. No te preocupes por mí Pippin.
Mauhúr: ¿Qué es? ¿Qué hueles?
Uglúk: Carne humana.
Mauhúr: Nos siguen el rastro,
Pippin: Aragorn.
Mauhúr: ¡Paso ligero!
Aragorn: Aprietan el paso. Habrán captado nuestro olor. ¡Aprisa!
Legolas: ¡Ánimo Gimli!
Gimli: Tres días persiguiéndolos, sin comida, sin descanso, y ni rastro de la presa salvo vagas huellas en roca viva.
Aragorn: Las hojas de Lórien no caen sin razón.
Legolas: Podrían seguir con vida.
Aragorn: A menos de un día de nosotros, ¡vamos!
Legolas: Vamos Gimli, estamos ganando terreno.
Gimli: Soy un negado a campo traviesa, los enanos somos veloces en el llano, muy peligrosos en las distancias cortas.
Aragorn: Rohan, hogar de los caballeros jinetes. Algo muy extraño hay en esto. Algo malvado espolea a estas criaturas y juega en nuestra contra.
Legolas, ¿qué ven tus ojos de elfo?
Legolas: El rastro vira rumbo noreste. ¡Llevan a los hobbits a Isengard!
Aragorn: Saruman.
Saruman: El mundo cambia. ¿Quién tendrá ahora la fuerza de hacer frente a los ejércitos de Isengard y Mordor? ¿De rebelarse al poder de Sauron y Saruman y la unión entre las dos torres? Unidos, mi señor Sauron, seremos reyes de la Tierra Media.
El viejo mundo se consumirá en los fuegos de la industria. Los bosques morirán. Un nuevo orden surgirá, seremos adalides de una máquina de guerra a espada, lanza y puño de hierro de orco.
¡Los quiero armados y listos para marchar en dos semanas!
Orco: Pero mi señor, ¡son demasiados! No habrá tiempo, no disponemos de los medios.
Saruman: Levanta un dique, detén el arroyo, trabajad los hornos día y noche.
Orco: No hay leña suficiente para los fuegos.
Saruman: El bosque de Fangorn llega a nuestro umbral. Quemadlo.
Orco: Sí.
Dunledino: Lucharemos por vos.
Saruman: Júralo.
Dunledino: ¡Nuestras muertes serán por Saruman!
¡Los jinetes os arrebataron las tierras! Han confinado a vuestro pueblo a unas colinas, para malvivir de la roca desnuda.
Salvajes: ¡Ladrones!
Saruman: Recuperad las tierras que os robaron. ¡Incendiad sus aldeas!
Salvajes: ¡A ellos!
Saruman: Tan sólo hay que aniquilar a aquéllos que se nos oponen.
Comenzad por Rohan. Demasiado tiempo se os han opuesto sus aldeanos, pero nunca más.
Mujer: ¡Éothain! ¡Éothain! Lleva a tu hermana. Iréis más rápidos los dos solos.
Freda: Padre dice que Éothain no debe montar a Garold: es muy grande para él.
Mujer: Escúchame, debes llegar a Edoras y dar la alarma, ¿me has comprendido?
Éothain: Sí, madre.
Freda: Yo no quiero ir. No quiero, mamá.
Mujer: Freda, después nos veremos allí.
¡Rápido! Corred, hijos.
Saruman: Rohan, mi señor, está lista para capitular.
Éomer: Théodred. ¡Buscad al hijo del Rey!
Rohir: Mordor pagará por esto.
Éomer: No son orcos de Mordor.
Rohir2: ¡Mi señor Éomer, aquí!
Éomer: Sigue con vida.
Éowyn: Théodred.
Vuestro hijo está malherido, mi señor.
Éomer: Fue emboscado, por unos orcos. Si no defendemos nuestra tierra, Saruman la tomará por la fuerza.
Gríma: Eso es mentira. Saruman el Blanco ha sido siempre nuestro amigo y aliado.
Théoden: Grima... mi hijo... Gríma.
Éomer: Los orcos campan a voluntad por nuestras tierras, impunes, sin oposición, matando a placer. Con el emblema de la mano blanca de Saruman.
Gríma: ¿Por qué cargas tus tormentos a una mente ya atormentada? ¿No te das cuenta? Tu tío esta hastiado de tu malcontento, de tu belicismo.
Éomer: ¿De mi belicismo? ¿Cuánto hace que Saruman te compró? ¿Cuál fue el precio convenido, Grima? Cuando no queden hombres, ¿tendrás tu parte del tesoro?
Basta de observar a mi hermana. Ya basta de vigilar sus pasos.
Gríma: Tú ves mucho Éomer, hijo de Éomund. Demasiado. Desde ahora quedas desterrado del reino de Rohan, bajo pena de muerte.
Éomer: ¡Careces de autoridad aquí! ¡Tus órdenes no valen nada!
Gríma: Esta orden no procede de mí. Procede del rey. La firmó esta mañana.
Gimli: Respirar. Ésa es la clave, respirar.
Legolas: Corren como si escaparan de los latigazos de su amo.
Orco: No daremos un paso más si no tenemos un respiro.
Uglúk: ¡Enciende una hoguera!
Pippin: ¡Merry! ¡Merry!
Merry: Creo que cometimos un error saliendo de La Comarca, Pippin.
Pippin: ¿De dónde viene ese ruido?
Merry: Son los árboles.
Pippin: ¿Qué?
Merry: ¿Te acuerdas del Bosque Viejo, donde acaban los Gamos? Cuenta la tradición que algo en el agua los empujaba a crecer altos, y a cobrar vida
Pippin: ¿Vida?
Merry: Árboles que susurran, hablan entre ellos y pueden moverse.
Uglúk: Estoy hambriento, hace días que me alimento de pan lleno de asquerosos gusanos.
Orco: ¡Eso! ¿Por qué no comemos carne? Su carne es tan tierna...
Uglúk: ¡No están aquí para saciarte!
Grishnak: ¿Sus piernas, quizás? No las necesitan! Oh, parecen tan tiernas.
Uglúk: ¡Apártate, escoria!
Los prisioneros llegaran a Saruman vivos y de una pieza.
Grishnákh: ¿Vivos? ¿Por qué vivos? ¿Dan buena recompensa?
Uglúk: Portan un objeto, un arma élfica. El señor la quiere para la guerra.
Pippin: Creen q tenemos el anillo.
Merry: Sshh, en cuanto descubran que no, estamos muertos.
Orco: Sólo un bocadito. ¡Un pedacito de costillar!
Uglúk: ¡Vuelve a haber carne en el menú, muchachos!
Merry: Pippin. ¡Huyamos!
Grishnákh: Adelante, pedid auxilio. Gritad, no hay nadie que os salve ahora.
Merry: ¡Pippin!
Legolas: El sol se alza rojo, se ha vertido sangre esta noche.
Aragorn: ¡Jinetes de Rohan! ¡¿Que nuevas tenéis de la Marca?!
Éomer: ¿Que asuntos traen a un elfo, un hombre y un enano a La Marca? ¡Explicaos!
Gimli: Dadme vuestro nombre, caballero, y os daré el mío.
Éomer: Enano, te rebanaría la cabeza si se alzara un poco más del suelo.
Legolas: ¡Estarías muerto antes de tocarle!
Aragorn: Soy Aragorn, hijo de Arathorn; él es Gimli, hijo de Gloin y él Legolas, del reino de los bosques. Somos amigos de Rohan y de Théoden, tu rey.
Éomer: Théoden no distingue ya amigo de enemigo, ni siquiera a los de su sangre. Saruman ha envenenado la mente del rey y reclama la soberanía de estas tierras. Mi compañía son los leales a Rohan y por eso sufrimos destierro. El mago blanco es ladino, vaga aquí y allá según cuentan, como un anciano encapuchado, y por doquier sus espías escapan a nuestras redes.
Aragorn: No somos espías. Seguimos a una partida de uruk-hai por el llano rumbo este.
Tienen cautivos a dos amigos nuestros.
Éomer: Los uruks ya no existen, los abatimos durante la noche.
Gimli: ¡Pero había dos hobbits! ¿No encontrásteis a dos hobbits con ellos?
Aragorn: Son muy pequeños, como niños a nuestros ojos.
Éomer: No quedó alma con vida. Apilamos los cadáveres y los quemamos.
Gimli: Muertos.
Éomer: Lo lamento. ¡Hasufel, Arod! Que estos caballos os traigan mejor fortuna que a sus antiguos amos. ¡Adiós! Buscad a vuestros amigos, pero renunciad a toda esperanza. Ésta ha abandonado esas tierras. ¡Rumbo al norte!
Gimli: Es uno de sus pequeños cintos.
Legolas: Hiro hyn hîdh ab'wanath (Encuentra la paz después de la muerte)
Gimli: Les hemos fallado.
Aragorn: Un hobbit yació aquí y otro aquí. Gatearon. Estaban maniatados. Cortaron sus ataduras. Corrieron por aquí. Aquí los persiguieron.
Merry: ¡El cinto! ¡Corre!
Aragorn: Las huellas se alejan de la batalla. Hacia el bosque de Fangorn.
Gimli: Fangorn... ¿Qué locura los ha llevado a entrar ahí?
Pippin: ¿Le hemos despistado?
Merry: Creo que sí.
Grishnákh: Voy a sacaros vuestras inmundas entrañas. ¡Venid aquí!
Merry: ¡Árboles, a los árboles!
Merry: Se ha ido.
Pippin: ¡Merry!
Grishnákh: ¡Voy a hacerte pasto de los gusanos, basura!
Pippin: ¡Corre, Merry!
Bárbol: Orcos enanos, hurrarrum.
Pippin: Esta hablando, Merry. ¡Este árbol habla!
Bárbol: ¿Árbol? No soy árbol, soy un Ent.
Merry: Un pastor de árboles, un pastor del bosque.
Pippin: No hables con él, Merry. No le animes.
Bárbol: Bárbol me llaman algunos.
Pippin: ¿Y de qué lado estás?
Bárbol: ¿Lado? No estoy del lado de nadie, porque nadie esta de mi lado, pequeño orco. A nadie preocupan ya los bosques.
Merry: No somos orcos, somos hobbits.
Bárbol: ¿Hobbits? No sabía de la existencia de hobbits. A malvado orco me suena más bien. Vienen con fuego, vienen con hachas, talan, queman, arrancan, cortan, calcinan... Destructores, usurpadores... Mal rayo les parta.
Merry: No lo entiendes, somos hobbits, medianos. De la Comarca.
Bárbol: Tal vez sí y tal vez no. El mago blanco sabrá.
Pippin: ¡El mago blanco!
Merry: ¡Saruman!
Gollum: ¿Ve? ¿ve? Los hemos sacado. Prisa, hobbits, prisa. Suerte que les encontramos. Buen hobbit.
Sam: ¡Oh! Es una ciénaga. ¡Nos ha metido en un cenagal!
Gollum: Cenagal, sí, sí. Venga amo, os llevaremos por sendas seguras a través de la niebla. Vengan, hobbits, vengan. Iremos deprisa. Yo lo encontré, sí. El paso de la ciénaga. Orcos no conocen, orcos no conocen. Darán rodeos, millas y millas. Vamos, deprisa. Livianos y ligeros como la niebla debemos ser.
Sam: Odio este lugar. Demasiado tranquilo. Ni un sólo canto de pájaro en dos días.
Gollum: No, no pájaros que comer, no crujientes pajarillos. Estamos hambrientos, sí. Hambrientos estamos, oh tesoro.
Frodo: Toma.
Gollum: ¿Qué come? ¿Está rico? ¡Puajjj! ¡Intenta ahogarnos, nos ahoga la comida hobbit, moriremos de inanición!
Sam: Pues muérete, a ver si hay suerte.
Gollum: ¡Oh, cruel hobbit! Trae sin cuidado que tengamos hambre. No importa que muramos, no como el Amo. El Amo se preocupa, el Amo sabe, sí, tesoro.
Cuando se apodera de ti, ya nunca te suelta.
Frodo: ¡No me toques!
Sam: ¡Hay muertos! ¡Caras de muertos en el agua!
Gollum: Todos muertos. Todos putrefactos, elfos, hombres y orcos. Hace mucho, gran batalla en la Ciénaga de los Muertos. Sí, sí, ese es su nombre. Por aquí. No seguir luces. ¡Cuidado ahora! O los hobbits se hundirán para unirse a los muertos y se convertirán en diminutos cirios.
Sam: ¡Frodo!
Frodo: ¿Gollum?
Gollum: No seguir las luces.
Frodo: ¡Gollum!
Sam: Señor Frodo, ¿está bien?
Gollum: Tan brillante... tan preciosso... Oh, tessoro...
Frodo: ¿Qué has dicho?
Gollum: Amo debería descansar. Amo necesita recuperar fuerzas.
Frodo: ¿Quién eres tú?
Gollum: No nos pregunten, no le importa. ¡Gollum! ¡Gollum!
Frodo: Gandalf me dijo que eras un habitante del río.
Gollum: Frías las manos y el corazón del viajero alejado de su región.
Frodo: Dijo que tu vida es una triste historia.
Gollum: No pueden seguir la vereda con el sol escondido y la luna muerta.
Frodo: No fuiste muy distinto a un hobbit un día, ¿verdad, Sméagol?
Gollum: ¿Cómo me ha llamado?
Frodo: Una vez fue tu nombre, ¿no es cierto? Hace mucho tiempo.
Gollum: Mi nombre, mi nombre. Sss... Sss... Sméagol.
Sam: ¡Jinetes Negros!
Gollum: ¡Esconder! ¡Esconder! ¡Esconder!
Sam: ¡Vamos, Frodo! Vamos!
Gollum: Rápido. ¡Les van a ver! ¡Los verán!
Sam: ¿No estaban muertos?
Gollum: ¿Muertos? No, matarlos no puedes, no.
Espectros, espectros alados. Lo están buscando, el tessoro, lo están buscando.
Sam: Señor Frodo, estoy a su lado, estoy aquí.
Gollum: Rápido, hobbits. La Puerta Negra está muy cerca.
Gimli: Sangre de orco.
Aragorn: Qué extrañas huellas.
Gimli: El aire esta tan cargado aquí.
Legolas: Este bosque es viejo, muy viejo, colmado de recuerdos... y de cólera. Los árboles hablan unos con otros.
Aragorn: Gimli, baja el hacha.
Legolas: Tienen sentimientos, amigo. Los elfos se los dieron. Despertaron a los árboles, les enseñaron a hablar.
Gimli: Árboles parlantes. ¿De qué hablaran los árboles? Excepto de la consistencia de los excrementos de ardilla.
Legolas: Aragorn, nad no ednas (algo se mueve ahí)
Aragorn: Man cenich? (¿Qué ves?)
Legolas: El mago blanco no anda muy lejos.
Aragorn: No le dejéis hablar o nos embrujará.
Debemos ser rápidos.
Gandalf: Estáis siguiendo el rastro de dos pequeños hobbits.
Aragorn: ¿Donde están?
Gandalf: Pasaron por aquí, antes de ayer. Se encontraron con alguien que no esperaban. ¿Eso te reconforta?
Aragorn: ¿Quién eres? ¡Muéstrate!
No puede ser.
Legolas: Perdóname. Te confundí con Saruman.
Gandalf: Soy Saruman. O como Saruman debía ser.
Aragorn: Tu caíste.
Gandalf: Entre fuego y agua. Desde la abismal mazmorra hasta la más alta cumbre hice frente al Balrog de Morgoth.
Hasta que al final abatí a mi enemigo y esparcí sus restos por la ladera de la montaña. La oscuridad me llevó y perdí la noción del tiempo. Las estrellas recorrían el firmamento y cada día era largo como una edad en la tierra. Pero no fue el fin. Sentí vida de nuevo en mí. Se me ha devuelto aquí para completar la tarea.
Aragorn: Gandalf.
Gandalf: ¿Gandalf? Sí... así solían llamarme, Gandalf el Gris. Ese era mi nombre.
Gimli: Gandalf.
Gandalf: Soy Gandalf el Blanco. Y en los albores de la tempestad vuelvo a vosotros.
Una etapa de vuestro camino ha terminado, otra comienza. La guerra ha llegado a Rohan, debemos cabalgar a Edoras a galope tendido.
Gimli: ¿Edoras? No es distancia corta.
Aragorn: Rohan está en apuros. Su rey padece enfermedad.
Gandalf: Sí, y no de fácil curación.
Gimli: Entonces, ¿hemos llegado tan lejos para nada? ¿Abandonaremos a esos pobres hobbits aquí? En este hórrido, oscuro, malsano, infestado...
Quiero decir... adorable, ¿tan adorable bosque?
Gandalf: No fue mera casualidad lo que trajo a Merry y a Pippin a Fangorn. Un gran poder ha dormitado aquí durante años incontables. La llegada de Merry y Pippin será la caída de los pequeños guijarros que dé paso al derrumbe de las montañas.
Aragorn: En algo no has cambiado, estimado amigo. Sigues hablando con enigmas
Gandalf: Algo esta a punto de ocurrir; algo que no pasaba desde la Edad antigua. Los Ents despertarán y descubrirán su fortaleza.
Gimli: Fortaleza, eso está bien.
Gandalf: Abandona tu desazón maestro Enano. Merry y Pippin están a salvo. De hecho, más seguros de lo que estaréis vosotros.
Gimli: Este nuevo Gandalf es más gruñón que el otro...
Legolas: Es uno de los mearas, si mis ojos no me engañan por algún hechizo.
Gandalf: Sombragrís, el señor de todos los caballos, que se ha enfrentado conmigo a múltiples peligros.
Bárbol: Oh fresno mío,
te vi brillar,
en un día estival,
sobre tu cabeza,
bermejo dorado,
el de tu alta corona.
Qué bellos versos...
Pippin: ¿Aún falta mucho?
Bárbol: Hurrarrum, no seas impaciente. Podría considerarse lejano, tal vez.
Mi hogar se esconde en lo profundo del bosque, junto a las raíces de la montaña. Le prometí a Gandalf que os mantendría a salvo y, a salvo estaréis donde os llevo.
Creo que disfrutaréis este otro. Es una composición propia. Escuchad.
Bajo la bóveda de dormidas hojas,
los sueños de los árboles se desvelan,
cuando las salas de la foresta
son verdes y frescas,
y el viento sopla del oeste.
Regresa a mí, regresa a mí,
y proclama que mi tierra es la mejor.
Dormid, pequeños habitantes de la Comarca. No reparéis en los ruidos de la noche. Dormid hasta la luz de la mañana, tengo quehacer en el bosque. Muchos han de ser llamados, tantos como deben acudir. La sombra se cierne sobre Fangorn. La desolación de todos los bosques.
Gandalf: La furtiva sombra que aviesa tiñe el este, adquiere forma. Sauron no sufrirá rival alguno. Desde la cúspide de Barad-dûr, su Ojo vigila sin tregua, pero no es tan poderoso, aún no es inmune al miedo. La duda le carcome, el rumor le ha llegado, el heredero de Númenor aún vive. Sauron te teme, Aragorn. Teme en lo que puedas convertirte. Por eso atacará sin reservas al mundo de los Hombres. Usará su marioneta Saruman para destruir Rohan. La guerra está próxima. Rohan debe defenderse solo, y ese es nuestro primer desafío; Rohan está débil y a punto de caer. El rey poseído, esclavizado, sirve ahora a Saruman. Su presa sobre Théoden es ahora muy poderosa. Sauron y Saruman tensan juntos el nudo. Pero contra todas sus argucias nos resta una ventaja. El anillo sigue oculto, y que no cejemos en destruirlo no ha sido concebido ni en sus más oscuros sueños. Es por eso que el arma del enemigo avanza hacia Mordor en manos de un hobbit, cada día mas cercano a los fuegos del Monte del Destino. Debemos confiar en Frodo. Todo depende de la presteza y el sigilo de su misión. No te pese haberle dejado a su suerte. Frodo debe cumplir su misión solo.
Aragorn: No está solo. Sam partió con él.
Gandalf: ¿Si? ¿Es eso cierto? Bien. Sí, muy bien.
Gollum: La Puerta Negra de Mordor.
Sam: Válgame el cielo. Mi viejo tío nos diría algunas cosillas si llegara a vernos.
Gollum: Amo pide que le muestre el camino a Mordor y el buen Smeagol así hace, amo lo dijo.
Frodo: Eso hice.
Sam: ¿Y ahora qué? No podemos cruzarla.
Orientales: ¡Za dashu snaku Zigur, Durbgu nazgshu, Durbgu dashshu! (¡Salve Sauron, Señor del Anillo, Señor de la Tierra!)
Sam: Atento. La puerta, se está abriendo. Veo un camino de bajada.
Frodo: ¡Sam! ¡No!
Gollum: ¡Amo!
Frodo: No tienes que venir conmigo Sam.
Sam: Lo sé, señor Frodo. Dudo que estas capas élficas nos oculten ahí dentro.
Frodo: ¡Ahora!
Gollum: ¡No, amo! ¡No! Le cogerán, le cogerán. No se lo lleve a Él. Él busca mi tessoro, siempre lo esta buscando. El tessoro quiere volver a su sombra, pero hay que impedir que él lo posea.
¡No! Hay otro camino, más secreto, más oscuro.
Sam: ¿Y por qué no nos lo habías dicho?
Gollum: ¡Porque el amo no preguntó!
Sam: Éste trama algo.
Frodo: ¿Hay otra manera de entrar en Mordor?
Gollum: Sí, hay un sendero y muchas escaleras y después un túnel.
Frodo: Nos ha traído hasta aquí Sam
Sam: Señor Frodo, no.
Frodo: Ha cumplido su palabra.
Sam: No.
Frodo: Guíanos, Sméagol.
Gollum: Buen Sméagol, ayuda siempre.
Merry: ¿Hola? ¿Bárbol? ¿A dónde habrá ido?
Pippin: Ayer tuve un sueño maravilloso. Soñé con un gran barril lleno de hierba para pipa. Y nos la fumábamos toda, y después tú enfermabas. ¡Ay! ¡Una calada de la del viejo Toby!
Merry: ¿Has oído eso? Ahí está otra vez. Algo pasa aquí, y no me gusta nada.
¡Acabas de hablar en lengua ent!
Pippin: No, qué va. Me estaba estirando.
Merry: Eres más alto.
Pippin: ¿Quién?
Merry: Tú.
Pippin: ¿Que quién?
Merry: ¡Pues que yo!
Pippin: Siempre he sido más alto que tú.
Merry: Pippin, todo el mundo sabe que yo soy el alto y tú el bajito.
Pippin: Venga ya, Merry, ¿cuánto mides? ¿Un metro diez como mucho?
Pues yo mido un metro trece.
Uno dieciséis.
Merry: ¡Uno dieciséis! Algo has tramado.
Pippin: ¡Merry no, no bebas! ¡Merry!
Merry: Quiero un poco.
Pippin: No, Bárbol dijo... ¡Bárbol dijo que tú no debías beber!
Merry: Quiero un poco.
Pippin: Dijo... ¡dijo que podría ser peligroso! ¡Devuélvemelo Merry! ¡Merry!
¿Qué está pasando? ¡La pierna!
Pippin: ¡Merry! ¡Noo! ¡Socorro!
Bárbol: ¡Detente! No deberías estar despierto. Come tierra. Cava hondo. Bebe agua. Ve a dormir. ¡Basta ya! Vamos, el bosque despierta. No es seguro.
Los árboles crecen salvajes y peligrosos, la ira campa en sus corazones, negros son sus pensamientos, fuerte su odio, os harán daño si pueden. Quedan pocos de los nuestros, demasiado pocos ents para someterlos.
Pippin: ¿Por qué sois tan pocos cuando habéis vivido tanto? ¿Hay crías ent?
Bárbol: Hurrarum. Ho ha habido vástagos de ent desde horribles tiempos inmemoriales.
Merry: ¿Y eso por qué?
Bárbol: Perdimos a las Ent-Mujeres.
Pippin: Oh, lo siento. ¿Cómo murieron?
Bárbol: ¿Morir? No, las perdimos. Y ahora no podemos encontrarlas. Supongo que no habréis visto Ent-Mujeres en la Comarca...
Merry: Yo desde luego no. ¿Y tú Pip?
Pippin: ¿Qué aspecto tienen?
Bárbol: Ya no me acuerdo.
Gandalf: Edoras y el casillo dorado de Meduseld, hogar de Théoden rey de Rohan, cuya mente ahora se halla perturbada. El lazo con el que Saruman ata a Théoden es muy poderoso.
Éowyn: Mi señor. Vuestro hijo ha muerto, mi señor... Tío. ¿No iréis a verle? ¿No haréis nada?
Gandalf: Cuidad lo que decís, no esperéis ser bienvenidos.
Gríma: Oh, debe de haber muerto durante la noche. Qué tragedia para un rey perder a su único hijo y heredero. Entiendo que su marcha sea dura de aceptar, más aún ahora que tu hermano os ha abandonado.
Éowyn: ¡Déjame sola, serpiente!
Gríma: Pero si ya estás sola. ¿Quién sabe que habrás hablado con la oscuridad, en las amargas guardias nocturnas, cuando toda tu vida parece menguar, con los muros de tu aposento estrechando tu espacio, cercado animalillo en su madriguera? Tan bella, tan fría, como una pálida mañana de primavera cerrada al hielo invernal.
Éowyn: Tu voz es un veneno.
Gimli: Hay más alegría en un cementerio.
Háma: No puedo llevaros ante el rey Théoden armados, Gandalf el gris. Órdenes de Gríma, Lengua de Serpiente.
Gandalf: Ya...
Háma: La vara.
Gandalf: No querrás privar de su apoyo a un anciano...
Gríma: Mi señor, Gandalf el Gris se presenta. Heraldo de infortunios.
Gandalf: La cortesía de tu castillo ha disminuido últimamente, rey Théoden.
Gríma: No es bienvenido.
Théoden: ¿Por qué habría de darte la bienvenida, Gandalf, Cuervo de la Tempestad?
Gríma: Una justa cuestión, mi rey.
Tardía, es la hora, en que decide aparecer el conjurador, Lathspell te nombro, malas nuevas de un indeseado.
Gandalf: ¡Silencio! Mantén tu lengua bífida tras tus colmillos. No he vencido al fuego y a la muerte para intercambiar falacias con un gusano sarnoso.
Gríma: ¡La vara! ¡Os dije que le quitarais la vara!
Gandalf: Théoden, hijo de Thengel, mucho has vivido en las sombras.
Gimli: Yo en tu lugar no me movería.
Gandalf: ¡Escúchame! Del hechizo yo te libero.
Théoden: ¡Ja, ja, ja! No tienes poder aquí Gandalf el Gris.
Gandalf: Te sacaré, Saruman, como se saca al veneno de la mordedura.
Aragorn: Esperad.
Saruman: Si salgo, Théoden caerá.
Gandalf: No me mataste, ni le matarás a él.
Saruman: Rohan es mío.
Gandalf: Sal de él.
Théoden: Reconozco tu rostro, Éowyn. Éowyn. ¿Gandalf?
Gandalf: Vuelve a respirar aire libre, amigo.
Théoden: Sombríos han sido mis últimos sueños.
Gandalf: Vuestros dedos recordarían mejor su fuerza si empuñaran una espada.
Gríma: ¡Ah! Siempre he estado a vuestro servicio, mi señor.
Théoden: ¡Tus malas artes me habrían postrado a cuatro patas como las bestias!
Gríma: ¡No me alejéis de vos!
Aragorn: ¡No, mi señor! Dejadle ir. Ya lleva suficiente sangre en su cuenta.
Gríma: ¡Apartad de mi camino!
Háma: ¡Salve, rey Théoden!
Théoden: ¿Dónde está Théodred? ¿Dónde está mi hijo?
Éowyn: Bealocwealm hafað fréone frecan forth onsended
giedd sculon singan gléomenn sorgiende on Meduselde...
Théoden: Simbelmyne. Siempre ha crecido en las tumbas de mis antepasados. Ahora adornará la tumba de mi hijo. Tiempos aciagos me ha tocado vivir. Los jóvenes perecen, los ancianos se agostan. Lástima vivir para contemplar los últimos días de mi casa.
Gandalf: La muerte de Théodred no ha sido obra tuya.
Théoden: Ningún padre debería enterrar a sus hijos.
Gandalf: Era fuerte en vida, su espíritu encontrará el camino a la casa de vuestros padres. Vuestro hogar.
Westu hál. Ferðu, Théodred, Ferðu.
Éowyn: Nadie los advirtió, estaban desarmados. Los hombres salvajes avanzan por el Folde Oeste quemando lo que encuentran, pastos, chozas y árboles.
Freda: ¿Dónde está mamá?
Éowyn: Sssh.
Gandalf: Es sólo una muestra del terror que Saruman desatará, mucho más poderoso ahora, impulsado por el temor a Sauron. Cabalgad y hacedle frente. Apartadle de vuestras mujeres y niños. Debéis luchar.
Aragorn: Contáis con dos mil buenos hombres en el norte mientras hablamos. Éomer os es leal. Sus hombres regresarán y lucharán por el rey
Théoden: Estarán a 300 leguas de aquí ahora mismo. Éomer no puede ayudarnos. Sé lo que quieres de mí, pero no llevaré más muerte a mi pueblo. No me arriesgaré a una guerra abierta.
Aragorn: Ya os ha sido declarada, arriesguéis o no.
Théoden: Si mal no recuerdo, Théoden, y no Aragorn, es el rey de Rohan.
Gandalf: ¿Cuál es la decisión del rey?
Háma: ¡Por orden del rey la ciudad debe ser evacuada! Buscaremos refugio en Abismo de Helm. No carguéis con objetos valiosos, sólo las provisiones necesarias.
Gimli: El Abismo de Helm. Huyen a las montañas cuando deberían plantar cara. ¿Quién los ha de defender, si no es su rey?
Aragorn: Sólo obra pensando en el bien de su pueblo. El Abismo de Helm les salvó en el pasado.
Gimli: Es una ratonera sin salida. Théoden los lleva a una trampa en la creencia de que allí estarán a salvo. Solo conseguirán una masacre.
Gandalf: Théoden es de recio carácter, pero temo por él. Temo por la supervivencia de Rohan. Te necesitará llegado el momento, Aragorn. El pueblo de Rohan te necesitará. Sus defensas deben resistir.
Aragorn: Resistirán.
Gandalf: El Peregrino Gris, así solían llamarme. Tres mil vidas de hombres he hollado esta tierra, y ahora me falta tiempo. Con suerte, mi búsqueda no será en vano. Espera mi llegada con la primera luz del quinto día. Al alba mira al este.
Aragorn: Adiós.
Rohir: Ese caballo esta medio loco, poco se puede hacer.
Rohir2: ¡Vamos!
Aragorn: Fæste! Stille nú, fæste... Hwæt nemnað ðe? (Tranquilo, tranquilo... ¿cuál es tu nombre?)
Éowyn: Se llama Brego. Era el caballo de mi primo.
Aragorn: ¿Brego? Ðin nama is cynglic. (¿Brego? Tienes nombre de Rey)
Éowyn: He oído de la magia élfica. Pero no la esperaba en un montaraz del norte. Hablas como uno de ellos.
Aragorn: Fui criado en Rivendel, un tiempo. Deja libre al caballo. Suficiente guerra ha visto ya.
Háma: Gandalf el Blanco. Gandalf el loco. ¿Pretende humillarme con esa renovada piedad?
Gríma: Otros tres siguieren al mago. Un elfo, un enano y un hombre.
Saruman: Apestas a caballo.
¿El hombre era de Gondor?
Gríma: No, del norte. Un dunedain montaraz, diría yo que era. Pobre de vestiduras, y aún así llevaba un extraño anillo. Dos serpientes de ojos esmeralda, una devorando y otra coronada con guirnaldas doradas.
Saruman: El anillo de Barahir. Veo que Gandalf el Gris cree haber encontrado el heredero de Isildur. Al perdido rey de Gondor. ¡El muy necio! El linaje se interrumpió hace años. Poco importa ya, el mundo de los Hombres caerá y comenzará por Edoras.
Théoden: Estoy listo, Gamelin. Traed mi caballo. Esto no es una derrota. Regresaremos. Regresaremos.
Aragorn: Sois hábil con la espada.
Éowyn: Las mujeres de esta tierra aprendieron hace tiempo. Las que no las empuñan mueren a su merced. No temo al dolor ni a la muerte.
Aragorn: ¿A que teme entonces mi señora?
Éowyn: A una jaula. A empuñar sus barrotes hasta que la edad y la costumbre los acepte, y toda opción al valor ceda al recuerdo y al deseo.
Aragorn: Sois hija de reyes, escudera de Rohan, no creo que ese sea vuestro destino.
Gríma: Théoden no se quedará en Edoras. Es vulnerable y lo sabe. Esperará un ataque sobre la ciudad. Huirán al Abismo de Helm, la gran fortaleza de Rohan. Es un peligroso sendero a través de las montañas. Su paso será lento. Llevarán a sus mujeres, y a sus niños con ellos.
Saruman: Envía a tus jinetes de huargos.
Sam: ¡Eh, apestoso! No te adelantes tanto.
Frodo: ¿Por qué haces eso?
Sam: ¿Qué?
Frodo: Insultarle, humillarle constantemente.
Sam: Porque... porque eso es lo que es, señor Frodo. No es más que un hatajo de mentiras y engaños. Sólo quiere el Anillo. Es lo único que pretende.
Frodo: No tienes idea de lo que le hizo, de lo que aún le está haciendo. Quiero ayudarle Sam.
Sam: ¿Por qué?
Frodo: Porque debo creer que se recuperará.
Sam: No puede salvarle, señor Frodo.
Frodo: ¿Y tú qué sabes? ¡Nada!
Lo siento Sam, no sé por qué te he hablado así.
Sam: Yo sí, es el Anillo. No le quita ojo de encima. Le he observado. No come, apenas sí duerme. Le esta poseyendo, señor Frodo. ¡Tiene que evitarlo!
Frodo: ¡Sé lo que debo hacer, Sam! El Anillo me ha sido confiado. Es mi objetivo, ¡mío! ¡Sólo mío!
Sam: ¿No se oye? ¿Acaso no ve cómo se expresa?
Gollum: Lo queremos, lo necesitamos. Debemos conseguir el tesoro. Ellos nos lo han robado, sucios rastreros hobbits. Malos. Traidores. Falsos.
No, no, amo.
Síii. El tessoro. Falsos. Te engañan. Te sacuden. Mienten.
El amo es mi amigo.
Tú no tienes amigos. Nadie te quiere.
No oigo nada. No puedo oírte.
Eres mentiroso y asesino.
No.
Mentiroso.
Vete.
¿Que me vaya? ¡Ja, ja, ja!
Te odio, te odio.
¿Dónde estarías sin mí? ¡Gollum! ¡Gollum! Yo nos salvé. ¡Nos salvé! ¡Sobrevivimos por mí!
Ya nunca más.
¿Qué has dicho?
El amo nos cuida ahora, ya no eres necesario.
¿Qué?
Vete ahora y nunca vuelvas.
No.
Vete ahora y nunca vuelvas.
Grrrr.
¡Vete ahora y nunca vuelvas!
Le dijimos que se fuera, ¡y él se va! ¡Oh, tesoro! ¡Ido, ido, ido! ¡Sméagol es libreee!
Gollum: Mire, ¿ve lo que Sméagol encuentra? Je, je, je. Oooh. Son jóvenes. Son tiernos. Son ricos, sabrosos. Sí, ¡comedlos! ¡Comedlos!
Sam: Le harás vomitar si sigues comportándote así. Sólo hay una manera de cocinar unos conejos.
Gollum: ¿Qué está haciendo? Esstúpido hobbit seboso. ¡Lo desperdicia!
Sam: ¿Desperdiciar qué? Si no tienen ni pizca de carne. Unas buenas papas es lo que necesitan.
Gollum: ¿Qué es papas, tesoro? ¿Qué es papas?
Sam: Pa-ta-tas. En puré, cocidas o en un buen guiso. Fritas, grandes y doradas, con una buena porción de pescado.
Gollum: Prrfff.
Sam: Ni tú le dirías no a eso.
Gollum: Oh, sí lo diríamos. Es desperdiciar pescado. Dádnoslo vivo y coleando. Quédate con tus repugnantes papas.
Sam: No tienes remedio.
¿Señor Frodo?
Sam: ¿Quiénes son?
Gollum: Hombre malos, siervos de Sauron. Acuden a Mordor. El Señor Oscuro convoca a sus ejércitos. A no mucho tardar estará preparado.
Sam: ¿Preparado para qué?
Gollum: Para hacer su guerra. La guerra final que cubrirá el mundo de sombra.
Frodo: Hay que apresurarse. Vamos Sam.
Sam: ¡Señor Frodo, mire! Son olifantes. En la aldea no se lo va a creer nadie.
Frodo: ¿Sméagol?
Debimos irnos hace rato. ¡Vamos Sam!
Sam: ¡Eh!
¡Espere! ¡Somos viajeros inocentes!
Faramir: No hay viajeros en esta tierra, solo siervos de la Torre Oscura.
Frodo: Nos obliga un voto de secreto. Los adversarios del enemigo harían bien en no demorarnos.
Faramir: ¿El enemigo? Su sentido del deber no era menor que el tuyo, estimo. Te preguntas cual es su nombre, de dónde procede, si era en verdad malvado en su corazón. Y las mentiras y amenazas que provocaron su larga marcha. Porqué no prefirió permanecer allí, en paz. La guerra nos convertirá a todos en cadáveres. Amarradlos.
Gimli: Es cierto, no se ven muchas mujeres enanas. En realidad se nos parecen tanto en la voz y en apariencia que suelen tomarlas por enanos varones.
Aragorn: Es por la barba.
Gimli: De ahí surgió la creencia establecida de que no hay mujeres enanas y de que los enanos brotan de agujeros en el suelo.
Éowyn: ¡Ja, ja, ja!
Gimli: Lo que resulta ridículo.
Tranquilos, tranquilos, que no cunda el pánico. Ha sido deliberado. Deliberado.
Théoden: Hacía mucho que no veía sonreír a mi sobrina. Era una chiquilla cuando trajeron a su padre muerto, descuartizado por orcos. Contempló cómo su madre sucumbía al dolor. Luego, ya sola y temerosa, vivió sólo para atender a su rey.
Condenada a servir a un anciano, que hubo de quererla como un padre.
Éowyn: ¿Gimli?
Gimli: No, gracias. Muchas gracias.
Éowyn: He hecho un estofado. No es perfecto, pero está caliente.
Aragorn: Gracias. Rico...
Éowyn: ¿Sí?
Mi tío me contó algo extraño. Dice que fuiste a la guerra con Thengel, mi abuelo. Pero debía de estar equivocado.
Aragorn: El rey Théoden tiene buena memoria. Era sólo un infante por entonces.
Éowyn: Té debes tener entonces 60... ¿70?... ¿80?... No puede ser.
Aragorn: 87.
Éowyn: Así que eres un Dunedain, un descendiente de Númenor con el don de la larga vida. Se contaba que tu raza pasó a ser leyenda.
Aragorn: Quedamos muy pocos. Hace ya tiempo que se extinguió el reino del norte.
Éowyn: Lo siento. Por favor, come.
Arwen: La luz de estrella de la tarde ni aumenta ni mengua. Dárselo a quien quiero es mi privilegio. Como mi corazón.
Ve a dormir.
Aragorn: Estoy dormido. Esto es un sueño.
Arwen: Entonces es un gran sueño.
Duerme.
Aragorn: Minlû pedich nin i aur hen telitha (Me dijiste una vez que este día llegaría.)
Arwen: U i vethed, na i onnad. (Esto no es el final sino el principio.) Bóe bedich go Frodo, han bâd lîn. (Debes ir con Frodo. Es tu camino.)
Aragorn: Dolen i vâd o nin. (Mi camino se esconde de mí.)
Arwen: Si peliannen i vâd na dail lîn. (Lo tienes a tus pies.) Si boe ú-dhannathach (No puedes fallar ahora.)
Aragorn: Arwen.
Arwen: Ae u-esteliuách nad, estelio han, estelio ammen. (Si has perdido la fe en todo, ten fe en esto. Ten fe en nosotros.)
Éowyn: ¿Donde está? La mujer que os regaló esa joya.
Elrond: Nuestro tiempo aquí expira. El tiempo de Arwen se agota. Dejadla marchar. Dejad que embarque al oeste. Que se lleve su amor por ti donde nunca se extinga, a las Tierras Imperecederas.
Aragorn: Pero no será más que un recuerdo.
Elrond: No permitiré que mi hija muera aquí.
Aragorn: Se queda porque aún tiene esperanza.
Elrond: Se queda por ti. Ella pertenece a su pueblo.
Arwen: Nach gwannatha sin? (¿Así pretendías partir?)
Ma nathach hi gwannathach or minuial archened? (¿Pensabas evadirte con la primera luz, desapercibido?)
Aragorn: Ú-ethelithon. (No voy a regresar.)
Arwen: Estelio guru lîn ne dagor. Ethelithach. (Subestimas tu destreza en la batalla. Volverás.)
Aragorn: Ú-bedin o gurth ne dagor. (No es morir en batalla de lo que hablo.)
Arwen: O man pedich? (¿De qué hablas entonces?)
Aragorn: Edra le men, men na guil edwen, haer o auth a nîr a naeth. (Tienes la opción de otra vida, lejos de la guerra el dolor y la muerte)
Arwen: ¿Por qué dices eso?
Aragorn: Soy mortal, tú eres elfa. Ha sido un sueño, Arwen. Nada más.
Arwen: No puedo creerte.
Aragorn: Esto te pertenece.
Arwen: Eso fue un regalo. Consérvalo.
Éowyn: Mi señor...
Aragorn: Cruza las aguas hacia el occidente, con el resto de su linaje.
Gamelin: ¿Qué ocurre? ¿Háma?
Háma: No estoy seguro.
Legolas: ¡Un rastreador!
Théoden: ¿Qué es? ¿Qué has visto?
Aragorn: ¡Huargos! ¡Nos atacan! ¡Salid de aquí!
Théoden: ¡Los jinetes al frente de la columna!
Gimli: Eso va por mí. ¡Súbeme, soy jinete! ¡A la carga!
Théoden: Conduce a la gente al Abismo de Helm. ¡Parte ya!
Éowyn: ¡Sé luchar!
Théoden: ¡No! Debes hacerlo, por mí.
¡Seguidme!
Gimli: Adelante, al frente. Cargad de frente.
Éowyn: ¡Por la vaguada!
Gimli: Por el otro lado, eso es. Seguid.
Éowyn: ¡Todos juntos!
Théoden: ¡A la carga!
Gimli: Deja que te arregle esa carita con mi hacha.
¡Ese cuenta como mío!
Fétida criatura.
Legolas: ¡Aragorn!
Gimli: ¡Aragorn!
Dime qué ha pasado y te ahorraré sufrimiento.
Uruk: Muerto. Dio un ligero traspiés junto al acantilado.
Legolas: Mientes.
Théoden: Los heridos a caballo. Los lobos de Isengard volverán. Dejad a los caídos. Vamos.
Mujer: ¡Al fin! El Abismo de Helm.
Mujer2: Es verdad, ¡hemos llegado!
Mujer3: Estamos salvados señora, gracias.
Freda: ¡Mamá!
Mujer: ¡Eothain!
Éothain: ¡Madre!
Mujer: ¡Freda!
Éowyn: ¿Dónde está el resto?
Rohir: Sólo pudimos salvar esto, señora.
Éowyn: Llevadlo a las cavernas.
Rohir: ¡Dejad paso al rey! ¡Abrid paso a Théoden! ¡Dejad paso al rey!
Éowyn: Sois pocos, muy pocos habéis regresado.
Théoden: Nuestro pueblo está a salvo. Lo hemos pagado con muchas vidas.
Gimli: Mi señora.
Éowyn: El caballero Aragorn, ¿dónde está?
Gimli: Cayó.
Théoden: Replegad las fuerzas detrás del muro, trancad el portón y poned vigías alrededor.
Hombre: ¿Y los que no pueden luchar, mi señor? Las mujeres y los niños...
Théoden: Escondedlos en las cavernas. Largo ha crecido el brazo de Saruman si cree que puede vencernos aquí.
Gríma: El Abismo de Helm tiene un punto débil. Su muro exterior es de sólida roca, pero tiene una abertura en su base poco más grande que un desagüe.
¿Cómo? ¿Cómo puede el fuego derretir la roca? ¿Qué clase de artefacto derribaría el muro?
Saruman: Si logramos abrir brecha, el Abismo de Helm caerá.
Gríma: Aún abriendo brecha haría falta una innumerable multitud, miles, para asaltar el patio.
Saruman: Decenas de miles.
Gríma: Mi señor, no existe tal ejército.
Saruman: ¡Un nuevo poder resurge! ¡Su victoria está cerca! Esta noche la tierra será mancillada con la sangre de Rohan. ¡Marchad al Abismo de Helm! ¡No dejéis rastro de vida! ¡¡Guerra!!
No habrá amanecer para los hombres.
Pippin: Mirad, sube humo en el sur.
Bárbol: No ha cesado de elevarse desde Isengard en estos días.
Merry: ¿Isengard?
Bárbol: Hubo un tiempo en que Saruman paseaba por mis bosques. Ahora tiene mente de metal, y ruedas. Ya no cuida las cosas que crecen.
Pippin: ¿Qué es eso?
Merry: Son las tropas de Saruman. Ha estallado la guerra.
Arwen: Que la gracia de los Valar te proteja.
Aragorn: Brego.
Elrond: Arwen Tollen i lû. I chair gwannar na Valannor. Si bado, no círar. (Arwen, llegó la hora. Los barcos zarpan hacia Valinor. Vete antes de que sea tarde)
Arwen: He tomado mi decisión.
Elrond: Él no volverá. ¿Por qué demorarse cuando no queda esperanza?
Arwen: Aún hay esperanza.
Elrond: Aunque Aragorn sobreviviera a la guerra seguiríais separados. Incluso con Sauron derrotado y Aragorn nombrado rey, y aunque todas tus esperanzas se hicieran realidad, te quedaría el amargor de la mortalidad. Bien a espada o por el lento desgaste del tiempo, Aragorn morirá, y no habrá consuelo para ti. Nada reconfortará el dolor de su marcha. Él encontrara la muerte, una imagen de esplendor para los reyes de los hombres, la gloria intacta a pesar de desmoronarse en el mundo. Pero tú, mi hija, tú te consumirás en la oscuridad y en la duda, como un anochecer de invierno que llega sin estrellas. Aquí morarás, sumida en tu pesar, bajo los mortecinos árboles, hasta que el mundo cambie y saldes la cuenta de tus largos años de vida. Arwen, nada queda aquí para ti. Sólo muerte.
A im, ú-'erin veleth lîn? (¿Me queda al menos tu cariño?)
Arwen: Gerich meleth nîn, ada (Tienes mi cariño, padre)
Galadriel: I amar prestar aen. han mathon ne nen. han mathon ne chae. a han noston ned 'wilith.
El poder del enemigo crece. Sauron usará a su títere, Saruman, para destruir al pueblo de Rohan. Isengard ha soltado sus riendas. El ojo de Sauron está fijo ahora en Gondor. El último reino libre de los hombres. Su asalto sobre esta tierra llega inexorable. Siente que el Anillo está cerca. La fuerza del Portador se desvanece. En su corazón, Frodo empieza a entender que la misión reclamará su vida. Tú lo sabes, lo has augurado. Es el riesgo que todos asumimos. En la creciente oscuridad, el poder del Anillo se hace fuerte. Busca con avidez volver a las manos de los hombres que tan fácilmente se dejan seducir por su poder. El joven capitán de Gondor sólo tiene que extender su mano, aceptar el Anillo para sí, y el mundo caerá. Está cerca, muy cerca de conseguir su objetivo. Así Sauron tendrá dominio sobre toda vida en esta tierra, hasta el mismísimo fin del mundo. El tiempo de los elfos se ha consumido. ¿Abandonaremos la Tierra Media a su fatal destino? ¿Los abandonaremos a su suerte?
Faramir: ¿Qué nuevas hay?
Hombre de Gondor: Nuestros batidores informan que Saruman ha atacado Rohan. El pueblo de Théoden se ha refugiado en el Abismo de Helm. Pero debemos velar por nuestras propias fronteras, Faramir.
Faramir: Orcos en las fronteras.
Gondoriano: Sauron acaudilla a sus huestes. Orientales y sureños atraviesan la Puerta Negra.
Faramir: ¿Son muchos?
Gondoriano: Son millares, aumentando día a día.
Faramir: ¿Quién cubre el río por el norte?
Gondoriano: Hemos sacado 500 hombres de Osgiliath. Si asaltan la ciudad no habrá resistencia.
Faramir: Saruman avanza desde Isengard. Sauron desde Mordor. La lucha acorralara a los hombres por ambos frentes. Gondor es débil. Sauron pronto atacará, y atacará con dureza. Sabe que no tenemos capacidad para repeler su ofensiva.
Faramir: Mis hombres afirman que sois espías.
Sam: ¿Espías? Oye, un momento...
Faramir: Si no sois espías, ¿quiénes sois? Hablad.
Frodo: Somos hobbits de la Comarca. Frodo Bolsón es mi nombre, y él es Samsagaz Gamyi.
Faramir: ¿Guardaespaldas?
Sam: Jardinero.
Faramir: ¿Y tu asustadizo amigo? Esa grimosa criatura, tan poco favorecida...
Frodo: No hay ningún otro. Partimos de Rivendel con siete compañeros. A uno lo perdimos en Moria. Dos eran de mi raza. Había también un enano, un elfo y dos hombres: Aragorn hijo de Arathorn y Boromir de Gondor.
Faramir: ¿Eres amigo de Boromir?
Frodo: Sí. Por mi parte.
Faramir: Te entristecerá entonces saber que ha muerto.
Frodo: ¿Muerto? ¿Cómo? ¿Cuándo?
Faramir: Como compañero suyo esperaba que me lo dijeras.
Frodo: Si algo le ha ocurrido a Boromir podéis contárnoslo ahora.
Faramir: Su cuerno fue devuelto por las alboas. Seis días han pasado, partido en dos. Pero más que por eso me lo dice el corazón. Era mi hermano.
Gondorianos: ¡Boromir! ¡Boromir! ¡Boromir!
Boromir: Esta ciudad fue antaño la joya de nuestro reino. Un paraje de luz, de belleza, y música. ¡Y así volverá a ser!
Gondorianos: ¡Sí!
Boromir: Que las huestes de Mordor lo sepan: ¡No volverá la tierra de mi pueblo a caer en sus manos!
Gondorianos: ¡Sí!
Boromir: ¡¡Esta ciudad, de Osgiliath, ha sido reclamada por Gondor!!
Gondorianos: ¡Sí!
Boromir: ¡Por Gondor! ¡Por Gondor!
Faramir: Buena arenga. Corta e intensa.
Boromir: ¡Deja más tiempo para beber! ¡Ja, ja, ja!
Faramir: ¡Ja, ja, ja!
Boromir: ¡Abre la cerveza! ¡Todos están sedientos!
Gondorianos: ¡Sí!
Boromir: Recuerda este día, hermano menor. Hoy la vida es buena.
¿Qué?
Faramir: Está aquí.
Boromir: Un momento de paz, ¿ni eso nos concede?
Denethor: ¿Dónde está? ¿Dónde está el mejor de Gondor, mi primogénito? Boromir: Padre.
Denethor: Cuentan que doblegaste al enemigo con tu sola mano.
Boromir: ¡No, exageran! La victoria también pertenece a Faramir.
Denethor: Por Faramir esta ciudad se ve así. ¿No se te confió su protección?
Faramir: La habría defendido pero éramos muy pocos.
Denethor: Oh, erais pocos. Dejaste al enemigo conquistarla a placer. Siempre has sido una pobre sombra de mí.
Faramir: No ha sido esa mi intención.
Boromir: No le das ningún crédito y aun así intenta cumplir tu voluntad.
Te quiere, padre.
Denethor: No me atormentes con Faramir. Conozco sus artes, y son escasas. Tenemos cosas más importantes que debatir. Elrond de Rivendel nos llama a un consejo. No ha dicho por qué, pero adivino su propósito. Se rumorea que el Arma del Enemigo ha sido hallada.
Boromir: El Anillo Único. El Daño de Isildur.
Denethor: Ha caído en las manos de los Elfos. Todos lo reclamaran. Hombres, Enanos, Magos... No podemos permitirlo. Ese instrumento debe llegar a Gondor.
Boromir: ¿Gondor?
Denethor: Es un riesgo, lo sé. El Anillo siempre intentará corromper a los hombres. Pero tú, ¡tú eres fuerte! Y grande nuestra necesidad. Es nuestra sangre la que se va derramando. Nuestro pueblo el que muere.
Sauron espera su momento. Arma a nuevos ejércitos. Regresará. Y cuando lo haga, seremos incapaces de impedirlo. Tú debes ir. Tráeme ese poderoso don.
Boromir: No. Mi lugar está aquí, con mi pueblo, no en Rivendel.
Denethor: ¿Te opondrás a tu padre?
Faramir: Si es necesario iré a Rivendel. Envíame en su lugar.
Denethor: ¿A ti? Ah, ya veo. La oportunidad de Faramir, Capitán de Gondor, de mostrar su valía. Eso nunca. Confío esta misión sólo a tu hermano. El único que no me ha de fallar.
Boromir: Acuérdate de hoy, hermano menor.
Gondoriano: Capitán Faramir. Hemos encontrado al tercero.
Faramir: Debes acompañarme, ahora.
Ahí abajo. Entrar en el estanque vedado conlleva la pena de muerte. Esperan mi orden. ¿Disparamos?
Gollum: Vive en el agua
fresca y clara.
Tierno y jugoso.
Nuestro manjar.
Los ricos peces,
nuestro manjar.
Frodo: Espera. Esa criatura comparte mi camino y yo el suyo. Es nuestro guía. Por favor, déjame bajar hasta él.
Sméagol, el Amo esta aquí. Ven, Sméagol, confía en el Amo. Vamos.
Gollum: ¿Debemos irnos ya?
Frodo: ¡Sméagol! ¡Debes confiar en el Amo! Sígueme, ¡vamos! Ven. Vamos, Sméagol. Así, Sméagol. Eso es. Vamos.
¡No le maltratéis! ¡Sméagol, no te resistas! ¡Sméagol escúchame!
Gollum: ¡Amo!
¡No! ¡No!
Faramir: Es suficiente.
¿Dónde los guiabas? ¡Respóndeme!
Gollum: Sméagol, ¿por qué lloras, Sméagol?
Hombres crueles hacen daño. El Amo nos engaña.
Claro que sí. Te dije que era tramposo. Te dije que era falso.
Amo es nuestro amigo, nuestro amigo.
¡El amo nos traiciona!
No, no te incumbe. ¡Déjanos en paz!
Sucios, falsos hobbits. ¡Nos lo robaron!
No, no.
Faramir: ¿Robaron el qué?
Gollum: ¡Mi tesssorooo! ¡Baaaaah!
Sam: Tenemos que salir de aquí. Váyase. Hágalo ahora. Puede hacerlo. Use el Anillo, señor Frodo. Sólo esta vez. Póngaselo. Desaparezca.
Frodo: No puedo. Tenías razón, Sam. Intentaste decírmelo, pero... lo lamento. El Anillo me está poseyendo. Si me lo pongo, Él me encontrará. Me verá.
Sam: Señor Frodo.
Faramir: Esa era la respuesta a todos los enigmas. Heme aquí en estas soledades, con dos medianos, una hueste de hombres a mi servicio... y el Anillo de poder al alcance de mi mano. Haría que Faramir capitán de Gondor, mostrara su nobleza.
Frodo: ¡No!
Sam: ¡Basta! ¡No le molestéis! ¿No lo entendéis? ¡Tiene que destruirlo! ¡Por eso vamos a Mordor, a la Montaña de Fuego!
Gondoriano: Osgiliath sufre asedio. Reclaman refuerzos.
Sam: Por favor, ya tiene bastante. ¿No le van a ayudar?
Gondoriano: Capitán.
Faramir: Preparad la marcha.
El Anillo irá a Gondor.
Aragorn: Mae carnen Brego, mellon nin (Bien hecho Brego, amigo mío.)
Gimli: ¿Dónde está? ¿Dónde está? Dejen paso. Le voy a matar. Eres... el hombre más afortunado y el más astuto y temerario que he conocido. Bendito seas, amigo.
Aragorn: Gimli, ¿dónde está el rey?
Legolas: Le ab dollen. (Llegas tarde) Estás horrible.
Aragorn: Hannon le. (Gracias)
Théoden: ¿Una gran hueste dices?
Aragorn: Isengard ha quedado vacío.
Théoden: ¿Son muchos?
Aragorn: Diez mil efectivos al menos.
Théoden: ¿Diez mil?
Aragorn: Una tropa engendrada con un solo propósito: destruir el mundo de los hombres. Al anochecer ya habrán llegado.
Théoden: Pues que vengan.
Quiero a todo hombre joven y fuerte capaz de portar armas, listo para la batalla en el crepúsculo.
Cubriremos la empalizada y la puerta desde arriba. Ningún ejercito ha penetrado nuestras defensas ni puesto el pie en Cuernavilla.
Gimli: No es una chusma descerebrada de orcos. Éstos son Uruk-hai. Su armadura es gruesa y sus escudos fuertes.
Théoden: He librado muchas batallas, maestro enano. Sé cómo defender mi propia plaza.
Irrumpirán en esta fortaleza como el agua entre las rocas. Las hordas de Saruman lo saquearán todo. Ya les he visto obrar. Los campos pueden ser resembrados y las casas reconstruidas. Tras estos muros contendremos su embestida.
Aragorn: No vienen a Rohan a destruir cultivos y casas. Vienen a destruir a vuestro pueblo, hasta el último niño.
Théoden: ¿Qué esperas que haga? Mira a mis hombres. Su coraje pende de un hilo. Si esto es nuestro fin, haré que rubriquen un final que permanezca en las memorias.
Aragorn: Enviad emisarios, mi señor. Debéis pedir ayuda.
Théoden: ¿Quien acudirá? ¿Elfos? ¿Enanos? No somos tan afortunados en amigos como vos. Las viejas alianzas han muerto.
Aragorn: Gondor vendrá.
Théoden: ¿Gondor? ¿Dónde estaban cuando el Folde Oeste cayó? ¿Dónde estaba Gondor cuando nuestros enemigos nos cercaron? ¿Dónde estaba Gon..? No, mi señor Aragorn, estamos solos.
Las mujeres y niños a las cavernas.
Gamelin: Necesitamos más tiempo para aprovisionar...
Théoden: ¡No hay más tiempo! La guerra ha comenzado.
Gamelin: Afianzad la entrada.
Bárbol: Los Ents no hemos sido perturbados por guerras entre magos y hombres desde hace mucho tiempo, pero ahora algo se avecina que no ha ocurrido en esta edad: Ent-cuentro.
Merry: ¿Qué es eso?
Bárbol: Es una asamblea.
Merry: ¿Asamblea de qué?
Bárbol: Hayas, robles, castaños, fresnos... Bien, bien, bien, muchos han acudido. Ahora debemos decidir si los Ents vamos a la guerra.
Merry: ¡Bien!
Rohir: ¡Evacuacion! ¡Todos a las cavernas! ¡No pareis! ¡Más rápido!
Aragorn: Situaremos a la reserva a lo largo del muro. Que apoyen a los arqueros desde lo alto del portón.
Legolas: Aragorn, tú debes descansar. No nos sirves vivo a medias.
Éowyn: ¡Mi señor! ¡Aragorn! Me envían con las mujeres a las cuevas.
Aragorn: Honorable carga.
Éowyn: Proteger a los niños, dar comida y camas a los hombres que vuelven. ¿Qué reconocimiento hay en eso?
Aragorn: Mi señora, llegará el momento del valor reconocido. A quien mirará tu pueblo en la ultima defensa.
Éowyn: Dejadme a vuestro lado.
Aragorn: No está en mi mano disponerlo.
Éowyn: ¡No se lo habéis ordenado a los demás! ¡Luchan a vuestro lado porque nadie los apartaría de vos! Porque os quieren. Perdonadme.
Aragorn: Campesinos, herradores, mozos de cuadra... No son soldados.
Gimli: La mayoría ha visto muchos inviernos.
Legolas: O muy pocos. Míralos bien, están asustados. Lo dicen sus ojos. Boe a hyn, neled herain dan caer menig (Y deberían estarlo, 300 contra 10000)
Aragorn: Si beriathar hýn. Ammaeg nâ ned Edoras (Confían poder defenderse mejor aquí que en Edoras)
Legolas: Aragorn, nedin dagor hen ú-'erir ortheri. ¡Natha daged dhaer! (No son soldado. No pueden ganar esta guerra. ¡Morirán todos!)
Aragorn: ¡Entonces moriré con ellos!
Gimli: Déjale ahora, amigo. Déjale en paz.
Gamelin: Todo aldeano capaz de empuñar una espada ha sido enviado a la armería.
¿Mi señor?
Théoden: ¿Quién soy, Gamelin?
Gamelin: Sois nuestro rey, señor.
Théoden: ¿Tú tienes fe en tu rey?
Gamelin: Vuestros hombres, mi señor, os seguirán a cualquier final.
Théoden: Cualquier final...
¿Que ha sido del jinete y su caballo?
¿Qué del cuerno y su reclamo?
Han pasado como lluvia en las montañas,
como viento en la pradera.
Los días se apagan en el oeste,
tras las colinas, sumidos en la sombra.
¿Cómo hemos llegado a esto?
Merry: Llevan horas reunidos. Deben de haber decidido algo, ¿verdad? Bárbol: ¿Decidido? No, apenas hemos terminado de decir buenos días. Merry: Pero ya es de noche ¿verdad? No tienen toda la vida.
Bárbol: No tan aprisa.
Merry: ¡Se nos acaba el tiempo!
Rohir: ¡No os detengáis!
Aragorn: Dame tu espada. ¿Cuál es tu nombre?
Haleth: Haleth, hijo de Háma, mi señor. Los hombres dicen que no pasaremos de esta noche. Dicen que no hay esperanza.
Aragorn: Tienes buena espada, Haleth hijo de Háma. Siempre hay esperanza.
Legolas: Confiamos en ti y seguimos con vida. Perdóname. Me pudo el desánimo.
Aragorn: Ú-moe edhored, Legolas (No hay nada que perdonar, Legolas)
Gimli: Si hubiera tiempo me ajustaría esto. Lo llevo muy ceñido al pecho.
Legolas: Ese no es un cuerno orco.
Rohir: Llamad al rey. ¡Abrid el portón!
Théoden: ¿Cómo es posible?
Haldir: Porto nuevas de Elrond de Rivendel. Una vez existió una alianza entre elfos y hombres. En el pasado luchábamos y moríamos juntos. Venimos a hacer honor a esa Alianza.
Aragorn: Mae govannen, Haldir. (Bienvenido, Haldir) Eres más que bienvenido.
Haldir: Es un orgullo volver a luchar junto a los hombres.
Gimli: Podrías haber elegido un puesto mejor.
Al menos que la suerte que te protege pase de esta noche.
Legolas: Tus amigos están contigo, Aragorn.
Gimli: Ojalá pasen de esta noche.
Aragorn: A Eruchîn, ú-dano i faelas a hyn, an uben tanatha le faelas! (¡No mostréis piedad alguna, porque no la recibiréis!)
Gimli: ¿Qué pasa ahí fuera?
Legolas: ¿Te lo describo Gimli? ¿O te voy buscando un taburete?
Gimli: ¡Ja, ja, ja!
Aragorn: ¡Dartho! (¡Quietos!)
Théoden: Comienza la batalla.
Aragorn: Tangado a chadad (Preparados para disparar)
Legolas: Faeg i-varv din na lanc a nu ranc! (Su armadura es débil en el cuello y bajo los brazos)
Aragorn: ¡Hado i philinn! (¡Soltad las flechas!)
Gimli: ¿Los hemos alcanzado?
Théoden: Lanzad una descarga.
Gamelin: ¡Disparad!
Gimli: ¡Venid a mí, vamos!
Aragorn: ¡Pendraith! (¡Escalas!)
Gimli: ¡Bien!
Aragorn: ¡Espadas, espadas!
Gimli: ¡Legolas! ¡Llevo dos!
Legolas: ¡Yo llevo diecisiete!
Gimli: ¿Eh? ¡A mi no me gana ningún orejas picudas!
Legolas: ¡Diecinueve!
Pippin: Merry.
Bárbol: Hemos alcanzado un acuerdo.
Merry: ¿Y?
Bárbol: Les he dado vuestros nombres a la cámara Ent y hemos acordado que no sois orcos.
Pippin: Qué gran noticia.
Merry: ¿Y qué pasa con Saruman? ¿Habéis decidido algo respecto a él?
Bárbol: No tan raudo maese Meriadoc.
Merry: ¿Raudo? Nuestros amigos están allí, necesitan nuestro apoyo. Ellos no pueden ganar esta guerra solos.
Bárbol: Guerra sí, nos afecta a todos. Árbol, raíz y rama. Pero debes entender, pequeño hobbit, que lleva mucho tiempo pronunciar algo en lengua Ent. Y nunca decimos nada, a menos que merezca la pena el tiempo que requiere decirlo.
Gimli: ¡Diecisiete! ¡Dieciocho! ¡Diecinueve! ¡Veinte! ¡Veintiuno! ¡Veintidós! ¡Veintitrés!
Aragorn: ¡Na fennas! (¡Hacia la puerta!) ¡Hado ribed! (¡disparad a la corriente!) ¡Hado! (¡disparad!)
Théoden: ¿Esto es todo? ¿Sólo esto puedes convocar, Saruman?
Aragorn: ¡Togo hon dad Legolas! ¡Dago hon! ¡Dago hon! (¡Derríbale, Legolas! ¡Mátale! ¡Mátale!)
Théoden: ¡Apuntalad la entrada!
¡Contenedlos! ¡Con firmeza!
Gimli: ¡Aragorn!
Aragorn: ¡Gimli!
Hado i philinn, ¡Herio! (Lanzad las flechas ¡Cargad!)
Bárbol: Los Ents no pueden detener esta tormenta. Debemos adaptarnos a la situación, como siempre hemos hecho.
Merry: ¿Cómo tomáis esa decisión?
Bárbol: Ésta no es nuestra guerra.
Merry: Sois parte de este mundo. ¿O no? ¡Debéis ayudar, por favor! Tenéis que hacer algo.
Bárbol: Eres joven y valiente, maese Merry, pero tu parte en este cuento se acabó. Vuelve a tu hogar.
Pippin: Tal vez tenga razón. No somos de aquí, Merry. Esto nos viene grande. ¿Qué podemos aportar? Tenemos la Comarca. Deberíamos volver.
Merry: Los fuegos de Isengard se propagarán, y los bosques de Alforzada y los Gamos se quemarán, y todo lo que fuera verde y fresco en el mundo se acabará. No habrá Comarca, Pippin.
Théoden: ¡Aragorn, retirada al fortín! ¡Que se replieguen tus hombres!
Aragorn: ¡Na barad! ¡Na barad! Haldir, ¡Na barad! (¡Al fortin, volved al fortín!) .
Haldir: ¡Na barad! (¡Al fortín!)
Gimli: ¿Qué estás haciendo? ¿Para que me detienes ahora?
Aragorn: ¡Haaldiiir!
Théoden: Al portón, empuñad las espadas.
Aragorn: Retirada, seguidme.
Gamelin: Abrid paso.
Gamelin: No aguantaremos mucho más
Théoden: ¡Mantenedlos!
Aragorn: ¿Cuanto tiempo precisáis?
Théoden: ¡Cuanto puedas darme!
Gimli: ¡Ooy! Vamos. Ya son nuestros.
Aragorn: Es un salto largo.
Gimli: Empújame.
Aragorn: ¿Qué?
Gimli: No puedo saltar esa distancia. ¡Empújame! ¡Oh!, no se lo digas al elfo.
Merry: Ni una palabra.
Théoden: ¡Aquí! ¡Apuntalad el portón!
¡Gimli, Aragorn, salid de ahí!
Legolas: ¡Aragorn!
Théoden: Repliega a todos. Toca retirada.
Gamelin: ¡Volved, volved! ¡Todos atrás!
Aragorn: Han atravesado el portón. Están en la fortaleza.
Gamelin: ¡Retirada! ¡Retirada!
Aragorn: Rápido, adentro, ¡metedlos dentro!
Théoden: ¡Al fortín!
Bárbol: Os dejaré en el lindero occidental del bosque. Podéis tomar rumbo norte hacia vuestra tierra desde allí.
Pippin: ¡Para! ¡Espera, espera! Da la vuelta. Da la vuelta, llévanos al sur.
Bárbol: ¿Sur? Pero eso os lleva más allá de Isengard.
Pippin: Sí, exacto. Podremos pasar. Saruman no nos verá. Cuanto más cerca del peligro, más lejos del daño. Es lo único que no esperará.
Bárbol: Eso no tiene sentido para mí, pero sois muy pequeños. Tal vez sea cierto. Rumbo sur, pues. Allá vamos, amigos medianos. Siempre me gustó el sur. Es como... es como ir cuesta abajo.
Merry: ¿Estas loco? Nos cogerán.
Pippin: No es verdad. Esta vez no.
Gondoriano: Mire, Osgiliath esta en llamas. Mordor ha llegado.
Frodo: El anillo no salvará a Gondor. Sólo tiene poder para destruir. Por favor, dejadme ir.
Faramir: ¡Corred!
Frodo: ¡Faramir! ¡Debes dejar que me vaya!
Bárbol: Humm, estos endiablados ratones de campo se me suben al tronco y me hacen cosquillas. Siempre intentan llegar donde... ¡Oh!
Muchos de estos árboles eran amigos míos, criaturas que conocía como la corteza de mi tronco.
Merry: Lo siento, Bárbol.
Bárbol: Cada uno tenía su voz. Saruman, un mago debería saber lo que hace.
No hay término en élfico, lengua Ent o de los Hombres, para describir este horror.
Pippin: Mira, los arboles, se mueven!
Merry: ¿A dónde irán?
Bárbol: A saldar cuentas con los orcos. Y yo me las veré con Isengard esta noche, a roca y piedra.
Merry: Sí.
Bárbol: ¡Hurrarrum! Venid amigos. Los Ents irán a la guerra, aunque ello signifique nuestro final. La ultima marcha de los Ents.
Gondoriano: Faramir, los orcos están en la ribera este. Su número es ingente. Para el anochecer nos habrán invadido.
Sam: ¡Señor Frodo!
Frodo: Le esta llamando Sam. Su ojo pronto me verá.
Sam: Aguante, señor Frodo. Lo puede conseguir.
Faramir: Llevadlos a mi padre. Decidle que Faramir envía un poderoso presente. Un arma que cambiará nuestra suerte en esta guerra.
Sam: ¿Sabes qué le paso a Boromir? ¿Sabes por qué tu hermano murió? Intentó quitarle el Anillo a Frodo, después de jurar que le protegería. Intentó matarle. El Anillo volvió loco a tu hermano.
Gondoriano: ¡Cuidado!
Sam: ¡Señor Frodo!
Frodo: Están aquí, han venido...
Faramir: ¡Nazgûl!
Quédate aquí, apártate de su vista. ¡A cubierto!
Théoden: Han tomado la fortaleza, es el fin.
Aragorn: Dijísteis que esta fortaleza no caería mientras la defendiérais, y seguís defendiéndola. Ellos han muerto defendiéndola.
Aragorn: ¿No hay otra salida en la caverna para las mujeres y los niños? ¿Hay alguna otra salida?
Gamelin: Hay un pasadizo. Lleva a las montañas, pero no llegarán lejos. Los Uruk-hai son demasiados.
Aragorn: Ordena a mujeres y niños que vayan al paso de montaña, ¡y levantad una barricada!
Théoden: Demasiada muerte. ¿Qué pueden los hombres ante tan aciago destino?
Aragorn: ¡Cabalgad conmigo! Resistid y enfrentadlos.
Théoden: Por la muerte y la gloria.
Aragorn: Por Rohan, por vuestro pueblo.
Gimli: Está saliendo el sol.
Gandalf: Espera mi llegada con la primera luz del quinto día. Al alba, mira al este.
Théoden: Sí, sí. El Cuerno de Helm resonará en el Abismo una última vez.
Gimli: ¡Sí!
Théoden: ¡Ha llegado la hora de empuñar juntos el acero! ¡Coraje, despierta! ¡Ahora, por ira holocausto y rojo amanecer!
Théoden: ¡A ellos, Eorlingas!
Aragorn: ¡Gandalf!
Gandalf: El rey Théoden lucha solo.
Éomer: Hasta ahora. ¡Rohirrim!
Théoden: ¡Éomer!
Éomer: ¡¡Por el rey!!
Merry: ¡Bien!
Bárbol: ¡En el blanco! Buen golpe. ¡Uah!
Romped el dique. ¡Liberad al río!
Merry: Pippin, ¡agárrate!
Bárbol: Agarraos bien, amigos hobbits.
Sam: ¿Pero qué hace? ¿Qué está haciendo?
Soy yo, soy su Sam. ¿No conoce a su Sam?
Frodo: No puedo hacer esto, Sam.
Sam: Lo sé. Ha sido un error. No deberíamos ni haber llegado hasta aquí... Pero henos aquí, igual que en las grandes historias, señor Frodo, las que realmente importan, llenas de oscuridad y de constantes peligros. Ésas de las que no quieres saber el final, porque ¿cómo van a acabar bien? ¿Cómo volverá el mundo a ser lo que era después de tanta maldad como ha sufrido?
Théoden: ¡Victoria! ¡Nuestra es la victoria!
Sam: Pero al final, todo es pasajero. Como esta sombra, incluso la oscuridad se acaba, para dar paso a un nuevo día. Y cuando el sol brilla, brilla más radiante aún. Esas son las historias que llenan el corazón, porque tienen mucho sentido, aun cuando eres demasiado pequeño para entenderlas. Pero creo, señor Frodo, que ya lo entiendo. Ahora lo entiendo. Los protagonistas de esas historias se rendirían si quisieran. Pero no lo hacen: siguen adelante, porque todos luchan por algo.
Frodo: ¿Por qué luchas tú ahora, Sam?
Sam: Para que el bien reine en este mundo, señor Frodo. Se puede luchar por eso.
Faramir: Creo que ahora ya nos entendemos, Frodo Bolsón.
Gondoriano: Conoces las leyes de nuestro país, las leyes de tu padre. Si los liberas, lo pagarás con tu vida.
Faramir: Acepto la condena. ¡Soltadles!
Merry: No os acerquéis al bosque! ¡Apartaos de los árboles!
Legolas: ¿Recuento final? 42...
Gimli: ¿42? No está mal para un principito de orejas picudas. Yo he llegado cómodamente a 43.
Legolas: ¡43!
Gimli: ¡Ese ya estaba muerto!
Legolas: Se movía.
Gimli: ¡Se movía porque tengo mi hacha incrustada en su sistema nervioso!
Merry: No parece muy feliz, ¿no crees?
Pippin: Nada feliz, Merry.
Merry: Pero la vista debe de ser preciosa desde ahí arriba.
Pippin: Oh sí, un enclave de primer orden. Dicen que el material es excelente. ¿Qué haces?
Merry: Nada. El mundo vuelve a rodar, eso es todo.
Pippin: De eso nada. Me muero de hambre.
Merry: Hace falta suerte para encontrar algo decente aquí. Sólo hay ratas muertas y pan mohoso.
¡La despensa de Saruman! ¡Ja, ja, ja!
Pippin: No me lo puedo creer.
Merry: No es posible.
Pippin: Lo es.
Merry: ¡Hoja del Valle Largo! La mejor hierba de pipa del Folde Sur.
Pippin: ¡Es perfecto! ¡Un barril cada uno! Espera, ¿no hay que compartirla con Bárbol?
Merry: ¿Compartirla? No, no. Es una planta muerta, no lo entendería. ¿Y si es un pariente lejano?
Pippin: Oh, entiendo, no te precipites.
Merry: Exacto. ¡Hurrarrum! ¡Ja, ja, ja!
Pippin: ¡Ja, ja, ja!
Faramir: Es el viejo albañal. Cruza bajo el río hasta los límites de la ciudad. Encontrareis refugio en los bosques.
Sam: Capitán Faramir. Ha demostrado su valía, señor. La más elevada.
Faramir: Gran dominio ha de ser la Comarca, Maese Samsagaz, si los jardineros gozan de tan alto honor. ¿Qué ruta tomarás al llegar al bosque?
Frodo: Gollum conoce un camino cerca de Minas Morgul, que asciende por las montañas.
Faramir: ¿Cirith Ungol? ¿Se llama así?
Gollum: ¡No! ¡No! ¡Suéltame! Sí...
Faramir: Frodo, un Terror Negro mora en los pasos superiores de Minas Morgul. No se puede pasar por ahí.
Gollum: No hay otra opción, Amo dice que debemos llegar a Mordor. Debemos intentarlo.
Frodo: Debo hacerlo.
Faramir: Ve, Frodo, te acompaña la buena voluntad de todos los Hombres.
Frodo: Gracias.
Faramir: La muerte te alcanzará como intentes engañarles.
Sam: Vamos, no pares. El señor Frodo no esperaba que los montaraces te hiriesen. Lo sabes, ¿verdad? Intentaba salvarte, ¿entiendes?
Gollum: Salvarme.
Sam: Así que sin rencor. Perdonar y olvidar.
Gollum: No, no, nada de rencores. ¡Gollum! ¡Gollum! Sí, Amo. Buenos hobbits.
Sam: Muy noble por tu parte. Muy noble sin duda, Gollum.
Gandalf: La ira de Sauron será terrible. Su devastación, veloz. La batalla del Abismo de Helm ha terminado. La batalla por la Tierra Media no ha hecho más que comenzar. Nuestras esperanzas residen en dos pequeños hobbits, perdidos en la inmensidad.
Sam: ¿Cree que compondrán canciones o versos de esto?
Frodo: ¿Qué?
Sam: Me pregunto si la gente me dirá algún día:
"Cuenta la historia de Frodo y el Anillo". Y diré: "Oh, sí, es una de mis historias favoritas". "Frodo era muy valiente, ¿verdad, padre?". "Si hijo mío, el más famoso de los hobbits, y no es decir poco".
Frodo: Olvidas a un personaje fundamental, Samsagaz el Bravo. "Cuéntanos mas cosas de Sam. Frodo no habría ido tan lejos sin Sam".
Sam: Venga, señor Frodo, no se burle. Yo hablaba en serio.
Frodo: Yo también.
Sam: Samsagaz el Bravo.
Frodo: ¡Sméagol!
Sam: No te vamos a esperar, bribón. ¡Vamos!
Gollum: Amo... el Amo cuida de nosotros... Amo nunca nos haría daño.
Amo rompió su promesa.
No preguntes a Sméagol, al pobre, pobre Sméagol.
Amo nos traicionó. Perverso, traidor, falso. Vamos a retorcer su inmundo gaznate. ¡Matarle! ¡Matarle! ¡A los dos matarlos! Y después cogeremos el tessoro y seremos el amo.
Pero el hobbit seboso lo sabe, ojos siempre mirando.
Pues se los apuñalaremos, para sacárselos, y deberá arrastrarse.
Sí, sí, sí.
Hay que matarlos.
Sí... ¡No! ¡No! Es arriesgado, demasiado arriesgado.
Sam: ¿Dónde se ha metido? Eh Gollum, ¿dónde estás?
Frodo: ¿Sméagol?
Gollum: Hay que dejar que lo haga Ella.
Eso, Ella lo hará.
Sí, mi tesoro. Ella puede. Y cuando estén muertos, podremos quitárselo.
Oh, bien muertos. Sí, shhh.
¡En marcha, hobbits! Largo sendero aún nos queda. Sméagol les mostrara el camino. Seguidme...
Gandalf: ¡No puedes pasar!
Frodo: ¡Gandalf!
Gandalf: Soy siervo del Fuego Secreto, administrador de la Llama de Anor. ¡Atrás!
Regresa a la sombra.
Tu fuego oscuro es en vano, ¡Llama de Udûn!
Gandalf: ¡No puedes pasar!
Boromir: ¡No, No!
Frodo: ¡Gandalf!
Gandalf: Corred, insensatos.
Frodo: ¡Noooo!
Frodo: ¡Gandalf!
Sam: ¿Qué pasa, señor Frodo?
Frodo: Nada. Sólo un sueño.
Sam: ¿Puede ver el fondo?
Frodo: No. No mires hacia abajo. Sigue descendiendo.
Sam: ¡Coja eso! ¡cójalo, señor Frodo!
¡Señor Frodo!
Frodo: ¡Creo que he encontrado el fondo!
Sam: Ciénagas, soga y a saber qué más. No es natural. Nada de esto.
Frodo: ¿Qué hay dentro?
Sam: Nada, un poco de aderezo, por si un día podemos asar un pollo o algo parecido.
Frodo: ¿Asar un pollo?
Sam: Nunca se sabe.
Frodo: Sam. Mi querido Sam.
Sam: Es muy especial. La mejor sal de la Comarca.
Frodo: Es especial. Una pizca de hogar.
Si dejamos esto aquí podrían seguirnos.
Sam: ¿Quién va a seguirnos hasta aquí abajo, señor Frodo? Lástima claro, la Dama Galadriel me la regaló. Auténtica soga élfica. No hay nada que hacer, es uno de mis nudos, no se suelta ni queriendo.
Frodo: Auténtica soga élfica.
Sam: Mordor, el único lugar de la Tierra Media que no queremos ni ver, el mismo al que intentamos ir, y al que no podemos llegar. Aceptémoslo señor Frodo, estamos perdidos. No creo que Gandalf quisiera pasar por aquí.
Frodo: No quiso muchas cosas de las que han pasado Sam, pero ha sido así.
Sam: ¿Señor Frodo? Es el Anillo, ¿no?
Frodo: Cada vez pesa más.
¿Qué comida nos queda?
Sam: Déjeme ver, oh sí, ¡qué rico! Tenemos lembas... y aquí, más pan del camino.
No es que aprecie la comida forastera, pero este pan élfico no está mal.
Frodo: Nada ensombrece tu ánimo, ¿cierto Sam?
Sam: Quizá esas nubes negras.
Sam: Esto me resulta extrañamente familiar.
Frodo: Porque ya hemos pasado por aquí. Estamos dando vueltas.
Sam: Agg, qué peste insoportable, juraría que hay un cenagal por aquí, ¿no lo huele?
Frodo: Sí, lo huelo. No estamos solos.
Gollum: Los ladrones, los ladrones, sucios medianos ladrones, ¿dónde está? ¿Dónde está? Nos lo robaron, mi tesssoro, malditos ellos, los odiamos, es nuestro, sí, y lo queremos.
Frodo: Ésta es Dardo, ya la has visto antes, ¿me equivoco, Gollum? Suéltale o te corto el cuello.
Gollum: ¡Quema! ¡Nos quema! ¡Nos da frío! ¡Me ahogo! Soga de inmundos elfos. ¡Quitádnosla!
Sam: ¡Cállate! No hay manera. ¡Hasta el ultimo orco de Mordor oirá este escándalo! Lo dejaremos amarrado aquí.
Gollum: ¡No! Ellos nos matarán. Nos darán muerte.
Sam: No te mereces otra cosa.
Frodo: Es posible que merezca morir, pero ahora que le veo me inspira lástima.
Gollum: Seremos buenos con ellos si ellos buenos con nosotros. Soltadnos, dejadnos. Juramos cumplir su voluntad, juramos... sí.
Frodo: No hay promesa tuya en la que pueda confiar.
Gollum: Juramos servir al amo del tesoro. Juraremos sobre el tessoro. ¡Gollum! ¡Gollum!
Frodo: El Anillo es traicionero, te tomaremos la palabra.
Gollum: Sí, sobre el tessoro, sobre el tessoro.
Sam: ¡Yo no te creo! ¡Abajo! ¡Al suelo!
Frodo: ¡Sam! ¡Sam!
Sam: ¡Intenta engañarnos! Suelto nos estrangulará mientras dormimos.
Frodo: ¿Conoces el camino a Mordor?
Gollum: Sí.
Frodo: Has estado allí, ¿verdad?
Gollum: Sí.
Frodo: Nos llevarás hasta la Puerta Negra.
Gollum: Hasta la puerta, a la puerta ordena el Amo, sí.
No, no volveremos, no allí, no a Él. No pueden obligarnos. ¡Gollum! ¡Gollum!
Pero juramos servir al amo del tesoro...
No, ceniza y polvo y sed. Sólo hay fosos, fosos, fosos. Y orcos, orcos a millares y siempre gran Ojo vigilante. Vigilante. ¡Baaaah!
Sam: ¡Eh, vuelve ahora mismo! ¡Vuelve aquí! ¿Lo ve? ¿Qué le dije? Ha huido el muy villano. Adiós a sus promesas.
Gollum: Por aquí hobbits, ¡seguidme!
Pippin: Merry. Merry.
Grishnákh: Llegáis tarde. Nuestro señor se impacienta. Reclama las ratas de la Comarca.
Uglúk: No acepto órdenes de orcos, gusano. Saruman tendrá su presa. Los entregaremos a tiempo.
Sam: Merry, ¡Merry despierta!
¡Necesita agua! ¡Mi amigo está enfermo! ¡Por favor!
Uglúk: ¿Enfermo dices? Dadle de nuestra medicina, muchachos.
Pippin: ¡Basta!
Uglúk: ¡No sabe tragar!
Pippin: ¡Dejadle en paz!
Uglúk: ¿Por qué?
¿Tú también quieres? ¿Eh? Entonces mantén la boca cerrada.
Pippin: Merry.
Merry: Hola Pip.
Pippin: ¿Estás herido?
Merry: Estoy bien, estaba fingiendo.
Pippin: ¿Fingiendo?
Merry: ¿Ves? Tú también has caído. No te preocupes por mí Pippin.
Mauhúr: ¿Qué es? ¿Qué hueles?
Uglúk: Carne humana.
Mauhúr: Nos siguen el rastro,
Pippin: Aragorn.
Mauhúr: ¡Paso ligero!
Aragorn: Aprietan el paso. Habrán captado nuestro olor. ¡Aprisa!
Legolas: ¡Ánimo Gimli!
Gimli: Tres días persiguiéndolos, sin comida, sin descanso, y ni rastro de la presa salvo vagas huellas en roca viva.
Aragorn: Las hojas de Lórien no caen sin razón.
Legolas: Podrían seguir con vida.
Aragorn: A menos de un día de nosotros, ¡vamos!
Legolas: Vamos Gimli, estamos ganando terreno.
Gimli: Soy un negado a campo traviesa, los enanos somos veloces en el llano, muy peligrosos en las distancias cortas.
Aragorn: Rohan, hogar de los caballeros jinetes. Algo muy extraño hay en esto. Algo malvado espolea a estas criaturas y juega en nuestra contra.
Legolas, ¿qué ven tus ojos de elfo?
Legolas: El rastro vira rumbo noreste. ¡Llevan a los hobbits a Isengard!
Aragorn: Saruman.
Saruman: El mundo cambia. ¿Quién tendrá ahora la fuerza de hacer frente a los ejércitos de Isengard y Mordor? ¿De rebelarse al poder de Sauron y Saruman y la unión entre las dos torres? Unidos, mi señor Sauron, seremos reyes de la Tierra Media.
El viejo mundo se consumirá en los fuegos de la industria. Los bosques morirán. Un nuevo orden surgirá, seremos adalides de una máquina de guerra a espada, lanza y puño de hierro de orco.
¡Los quiero armados y listos para marchar en dos semanas!
Orco: Pero mi señor, ¡son demasiados! No habrá tiempo, no disponemos de los medios.
Saruman: Levanta un dique, detén el arroyo, trabajad los hornos día y noche.
Orco: No hay leña suficiente para los fuegos.
Saruman: El bosque de Fangorn llega a nuestro umbral. Quemadlo.
Orco: Sí.
Dunledino: Lucharemos por vos.
Saruman: Júralo.
Dunledino: ¡Nuestras muertes serán por Saruman!
¡Los jinetes os arrebataron las tierras! Han confinado a vuestro pueblo a unas colinas, para malvivir de la roca desnuda.
Salvajes: ¡Ladrones!
Saruman: Recuperad las tierras que os robaron. ¡Incendiad sus aldeas!
Salvajes: ¡A ellos!
Saruman: Tan sólo hay que aniquilar a aquéllos que se nos oponen.
Comenzad por Rohan. Demasiado tiempo se os han opuesto sus aldeanos, pero nunca más.
Mujer: ¡Éothain! ¡Éothain! Lleva a tu hermana. Iréis más rápidos los dos solos.
Freda: Padre dice que Éothain no debe montar a Garold: es muy grande para él.
Mujer: Escúchame, debes llegar a Edoras y dar la alarma, ¿me has comprendido?
Éothain: Sí, madre.
Freda: Yo no quiero ir. No quiero, mamá.
Mujer: Freda, después nos veremos allí.
¡Rápido! Corred, hijos.
Saruman: Rohan, mi señor, está lista para capitular.
Éomer: Théodred. ¡Buscad al hijo del Rey!
Rohir: Mordor pagará por esto.
Éomer: No son orcos de Mordor.
Rohir2: ¡Mi señor Éomer, aquí!
Éomer: Sigue con vida.
Éowyn: Théodred.
Vuestro hijo está malherido, mi señor.
Éomer: Fue emboscado, por unos orcos. Si no defendemos nuestra tierra, Saruman la tomará por la fuerza.
Gríma: Eso es mentira. Saruman el Blanco ha sido siempre nuestro amigo y aliado.
Théoden: Grima... mi hijo... Gríma.
Éomer: Los orcos campan a voluntad por nuestras tierras, impunes, sin oposición, matando a placer. Con el emblema de la mano blanca de Saruman.
Gríma: ¿Por qué cargas tus tormentos a una mente ya atormentada? ¿No te das cuenta? Tu tío esta hastiado de tu malcontento, de tu belicismo.
Éomer: ¿De mi belicismo? ¿Cuánto hace que Saruman te compró? ¿Cuál fue el precio convenido, Grima? Cuando no queden hombres, ¿tendrás tu parte del tesoro?
Basta de observar a mi hermana. Ya basta de vigilar sus pasos.
Gríma: Tú ves mucho Éomer, hijo de Éomund. Demasiado. Desde ahora quedas desterrado del reino de Rohan, bajo pena de muerte.
Éomer: ¡Careces de autoridad aquí! ¡Tus órdenes no valen nada!
Gríma: Esta orden no procede de mí. Procede del rey. La firmó esta mañana.
Gimli: Respirar. Ésa es la clave, respirar.
Legolas: Corren como si escaparan de los latigazos de su amo.
Orco: No daremos un paso más si no tenemos un respiro.
Uglúk: ¡Enciende una hoguera!
Pippin: ¡Merry! ¡Merry!
Merry: Creo que cometimos un error saliendo de La Comarca, Pippin.
Pippin: ¿De dónde viene ese ruido?
Merry: Son los árboles.
Pippin: ¿Qué?
Merry: ¿Te acuerdas del Bosque Viejo, donde acaban los Gamos? Cuenta la tradición que algo en el agua los empujaba a crecer altos, y a cobrar vida
Pippin: ¿Vida?
Merry: Árboles que susurran, hablan entre ellos y pueden moverse.
Uglúk: Estoy hambriento, hace días que me alimento de pan lleno de asquerosos gusanos.
Orco: ¡Eso! ¿Por qué no comemos carne? Su carne es tan tierna...
Uglúk: ¡No están aquí para saciarte!
Grishnak: ¿Sus piernas, quizás? No las necesitan! Oh, parecen tan tiernas.
Uglúk: ¡Apártate, escoria!
Los prisioneros llegaran a Saruman vivos y de una pieza.
Grishnákh: ¿Vivos? ¿Por qué vivos? ¿Dan buena recompensa?
Uglúk: Portan un objeto, un arma élfica. El señor la quiere para la guerra.
Pippin: Creen q tenemos el anillo.
Merry: Sshh, en cuanto descubran que no, estamos muertos.
Orco: Sólo un bocadito. ¡Un pedacito de costillar!
Uglúk: ¡Vuelve a haber carne en el menú, muchachos!
Merry: Pippin. ¡Huyamos!
Grishnákh: Adelante, pedid auxilio. Gritad, no hay nadie que os salve ahora.
Merry: ¡Pippin!
Legolas: El sol se alza rojo, se ha vertido sangre esta noche.
Aragorn: ¡Jinetes de Rohan! ¡¿Que nuevas tenéis de la Marca?!
Éomer: ¿Que asuntos traen a un elfo, un hombre y un enano a La Marca? ¡Explicaos!
Gimli: Dadme vuestro nombre, caballero, y os daré el mío.
Éomer: Enano, te rebanaría la cabeza si se alzara un poco más del suelo.
Legolas: ¡Estarías muerto antes de tocarle!
Aragorn: Soy Aragorn, hijo de Arathorn; él es Gimli, hijo de Gloin y él Legolas, del reino de los bosques. Somos amigos de Rohan y de Théoden, tu rey.
Éomer: Théoden no distingue ya amigo de enemigo, ni siquiera a los de su sangre. Saruman ha envenenado la mente del rey y reclama la soberanía de estas tierras. Mi compañía son los leales a Rohan y por eso sufrimos destierro. El mago blanco es ladino, vaga aquí y allá según cuentan, como un anciano encapuchado, y por doquier sus espías escapan a nuestras redes.
Aragorn: No somos espías. Seguimos a una partida de uruk-hai por el llano rumbo este.
Tienen cautivos a dos amigos nuestros.
Éomer: Los uruks ya no existen, los abatimos durante la noche.
Gimli: ¡Pero había dos hobbits! ¿No encontrásteis a dos hobbits con ellos?
Aragorn: Son muy pequeños, como niños a nuestros ojos.
Éomer: No quedó alma con vida. Apilamos los cadáveres y los quemamos.
Gimli: Muertos.
Éomer: Lo lamento. ¡Hasufel, Arod! Que estos caballos os traigan mejor fortuna que a sus antiguos amos. ¡Adiós! Buscad a vuestros amigos, pero renunciad a toda esperanza. Ésta ha abandonado esas tierras. ¡Rumbo al norte!
Gimli: Es uno de sus pequeños cintos.
Legolas: Hiro hyn hîdh ab'wanath (Encuentra la paz después de la muerte)
Gimli: Les hemos fallado.
Aragorn: Un hobbit yació aquí y otro aquí. Gatearon. Estaban maniatados. Cortaron sus ataduras. Corrieron por aquí. Aquí los persiguieron.
Merry: ¡El cinto! ¡Corre!
Aragorn: Las huellas se alejan de la batalla. Hacia el bosque de Fangorn.
Gimli: Fangorn... ¿Qué locura los ha llevado a entrar ahí?
Pippin: ¿Le hemos despistado?
Merry: Creo que sí.
Grishnákh: Voy a sacaros vuestras inmundas entrañas. ¡Venid aquí!
Merry: ¡Árboles, a los árboles!
Merry: Se ha ido.
Pippin: ¡Merry!
Grishnákh: ¡Voy a hacerte pasto de los gusanos, basura!
Pippin: ¡Corre, Merry!
Bárbol: Orcos enanos, hurrarrum.
Pippin: Esta hablando, Merry. ¡Este árbol habla!
Bárbol: ¿Árbol? No soy árbol, soy un Ent.
Merry: Un pastor de árboles, un pastor del bosque.
Pippin: No hables con él, Merry. No le animes.
Bárbol: Bárbol me llaman algunos.
Pippin: ¿Y de qué lado estás?
Bárbol: ¿Lado? No estoy del lado de nadie, porque nadie esta de mi lado, pequeño orco. A nadie preocupan ya los bosques.
Merry: No somos orcos, somos hobbits.
Bárbol: ¿Hobbits? No sabía de la existencia de hobbits. A malvado orco me suena más bien. Vienen con fuego, vienen con hachas, talan, queman, arrancan, cortan, calcinan... Destructores, usurpadores... Mal rayo les parta.
Merry: No lo entiendes, somos hobbits, medianos. De la Comarca.
Bárbol: Tal vez sí y tal vez no. El mago blanco sabrá.
Pippin: ¡El mago blanco!
Merry: ¡Saruman!
Gollum: ¿Ve? ¿ve? Los hemos sacado. Prisa, hobbits, prisa. Suerte que les encontramos. Buen hobbit.
Sam: ¡Oh! Es una ciénaga. ¡Nos ha metido en un cenagal!
Gollum: Cenagal, sí, sí. Venga amo, os llevaremos por sendas seguras a través de la niebla. Vengan, hobbits, vengan. Iremos deprisa. Yo lo encontré, sí. El paso de la ciénaga. Orcos no conocen, orcos no conocen. Darán rodeos, millas y millas. Vamos, deprisa. Livianos y ligeros como la niebla debemos ser.
Sam: Odio este lugar. Demasiado tranquilo. Ni un sólo canto de pájaro en dos días.
Gollum: No, no pájaros que comer, no crujientes pajarillos. Estamos hambrientos, sí. Hambrientos estamos, oh tesoro.
Frodo: Toma.
Gollum: ¿Qué come? ¿Está rico? ¡Puajjj! ¡Intenta ahogarnos, nos ahoga la comida hobbit, moriremos de inanición!
Sam: Pues muérete, a ver si hay suerte.
Gollum: ¡Oh, cruel hobbit! Trae sin cuidado que tengamos hambre. No importa que muramos, no como el Amo. El Amo se preocupa, el Amo sabe, sí, tesoro.
Cuando se apodera de ti, ya nunca te suelta.
Frodo: ¡No me toques!
Sam: ¡Hay muertos! ¡Caras de muertos en el agua!
Gollum: Todos muertos. Todos putrefactos, elfos, hombres y orcos. Hace mucho, gran batalla en la Ciénaga de los Muertos. Sí, sí, ese es su nombre. Por aquí. No seguir luces. ¡Cuidado ahora! O los hobbits se hundirán para unirse a los muertos y se convertirán en diminutos cirios.
Sam: ¡Frodo!
Frodo: ¿Gollum?
Gollum: No seguir las luces.
Frodo: ¡Gollum!
Sam: Señor Frodo, ¿está bien?
Gollum: Tan brillante... tan preciosso... Oh, tessoro...
Frodo: ¿Qué has dicho?
Gollum: Amo debería descansar. Amo necesita recuperar fuerzas.
Frodo: ¿Quién eres tú?
Gollum: No nos pregunten, no le importa. ¡Gollum! ¡Gollum!
Frodo: Gandalf me dijo que eras un habitante del río.
Gollum: Frías las manos y el corazón del viajero alejado de su región.
Frodo: Dijo que tu vida es una triste historia.
Gollum: No pueden seguir la vereda con el sol escondido y la luna muerta.
Frodo: No fuiste muy distinto a un hobbit un día, ¿verdad, Sméagol?
Gollum: ¿Cómo me ha llamado?
Frodo: Una vez fue tu nombre, ¿no es cierto? Hace mucho tiempo.
Gollum: Mi nombre, mi nombre. Sss... Sss... Sméagol.
Sam: ¡Jinetes Negros!
Gollum: ¡Esconder! ¡Esconder! ¡Esconder!
Sam: ¡Vamos, Frodo! Vamos!
Gollum: Rápido. ¡Les van a ver! ¡Los verán!
Sam: ¿No estaban muertos?
Gollum: ¿Muertos? No, matarlos no puedes, no.
Espectros, espectros alados. Lo están buscando, el tessoro, lo están buscando.
Sam: Señor Frodo, estoy a su lado, estoy aquí.
Gollum: Rápido, hobbits. La Puerta Negra está muy cerca.
Gimli: Sangre de orco.
Aragorn: Qué extrañas huellas.
Gimli: El aire esta tan cargado aquí.
Legolas: Este bosque es viejo, muy viejo, colmado de recuerdos... y de cólera. Los árboles hablan unos con otros.
Aragorn: Gimli, baja el hacha.
Legolas: Tienen sentimientos, amigo. Los elfos se los dieron. Despertaron a los árboles, les enseñaron a hablar.
Gimli: Árboles parlantes. ¿De qué hablaran los árboles? Excepto de la consistencia de los excrementos de ardilla.
Legolas: Aragorn, nad no ednas (algo se mueve ahí)
Aragorn: Man cenich? (¿Qué ves?)
Legolas: El mago blanco no anda muy lejos.
Aragorn: No le dejéis hablar o nos embrujará.
Debemos ser rápidos.
Gandalf: Estáis siguiendo el rastro de dos pequeños hobbits.
Aragorn: ¿Donde están?
Gandalf: Pasaron por aquí, antes de ayer. Se encontraron con alguien que no esperaban. ¿Eso te reconforta?
Aragorn: ¿Quién eres? ¡Muéstrate!
No puede ser.
Legolas: Perdóname. Te confundí con Saruman.
Gandalf: Soy Saruman. O como Saruman debía ser.
Aragorn: Tu caíste.
Gandalf: Entre fuego y agua. Desde la abismal mazmorra hasta la más alta cumbre hice frente al Balrog de Morgoth.
Hasta que al final abatí a mi enemigo y esparcí sus restos por la ladera de la montaña. La oscuridad me llevó y perdí la noción del tiempo. Las estrellas recorrían el firmamento y cada día era largo como una edad en la tierra. Pero no fue el fin. Sentí vida de nuevo en mí. Se me ha devuelto aquí para completar la tarea.
Aragorn: Gandalf.
Gandalf: ¿Gandalf? Sí... así solían llamarme, Gandalf el Gris. Ese era mi nombre.
Gimli: Gandalf.
Gandalf: Soy Gandalf el Blanco. Y en los albores de la tempestad vuelvo a vosotros.
Una etapa de vuestro camino ha terminado, otra comienza. La guerra ha llegado a Rohan, debemos cabalgar a Edoras a galope tendido.
Gimli: ¿Edoras? No es distancia corta.
Aragorn: Rohan está en apuros. Su rey padece enfermedad.
Gandalf: Sí, y no de fácil curación.
Gimli: Entonces, ¿hemos llegado tan lejos para nada? ¿Abandonaremos a esos pobres hobbits aquí? En este hórrido, oscuro, malsano, infestado...
Quiero decir... adorable, ¿tan adorable bosque?
Gandalf: No fue mera casualidad lo que trajo a Merry y a Pippin a Fangorn. Un gran poder ha dormitado aquí durante años incontables. La llegada de Merry y Pippin será la caída de los pequeños guijarros que dé paso al derrumbe de las montañas.
Aragorn: En algo no has cambiado, estimado amigo. Sigues hablando con enigmas
Gandalf: Algo esta a punto de ocurrir; algo que no pasaba desde la Edad antigua. Los Ents despertarán y descubrirán su fortaleza.
Gimli: Fortaleza, eso está bien.
Gandalf: Abandona tu desazón maestro Enano. Merry y Pippin están a salvo. De hecho, más seguros de lo que estaréis vosotros.
Gimli: Este nuevo Gandalf es más gruñón que el otro...
Legolas: Es uno de los mearas, si mis ojos no me engañan por algún hechizo.
Gandalf: Sombragrís, el señor de todos los caballos, que se ha enfrentado conmigo a múltiples peligros.
Bárbol: Oh fresno mío,
te vi brillar,
en un día estival,
sobre tu cabeza,
bermejo dorado,
el de tu alta corona.
Qué bellos versos...
Pippin: ¿Aún falta mucho?
Bárbol: Hurrarrum, no seas impaciente. Podría considerarse lejano, tal vez.
Mi hogar se esconde en lo profundo del bosque, junto a las raíces de la montaña. Le prometí a Gandalf que os mantendría a salvo y, a salvo estaréis donde os llevo.
Creo que disfrutaréis este otro. Es una composición propia. Escuchad.
Bajo la bóveda de dormidas hojas,
los sueños de los árboles se desvelan,
cuando las salas de la foresta
son verdes y frescas,
y el viento sopla del oeste.
Regresa a mí, regresa a mí,
y proclama que mi tierra es la mejor.
Dormid, pequeños habitantes de la Comarca. No reparéis en los ruidos de la noche. Dormid hasta la luz de la mañana, tengo quehacer en el bosque. Muchos han de ser llamados, tantos como deben acudir. La sombra se cierne sobre Fangorn. La desolación de todos los bosques.
Gandalf: La furtiva sombra que aviesa tiñe el este, adquiere forma. Sauron no sufrirá rival alguno. Desde la cúspide de Barad-dûr, su Ojo vigila sin tregua, pero no es tan poderoso, aún no es inmune al miedo. La duda le carcome, el rumor le ha llegado, el heredero de Númenor aún vive. Sauron te teme, Aragorn. Teme en lo que puedas convertirte. Por eso atacará sin reservas al mundo de los Hombres. Usará su marioneta Saruman para destruir Rohan. La guerra está próxima. Rohan debe defenderse solo, y ese es nuestro primer desafío; Rohan está débil y a punto de caer. El rey poseído, esclavizado, sirve ahora a Saruman. Su presa sobre Théoden es ahora muy poderosa. Sauron y Saruman tensan juntos el nudo. Pero contra todas sus argucias nos resta una ventaja. El anillo sigue oculto, y que no cejemos en destruirlo no ha sido concebido ni en sus más oscuros sueños. Es por eso que el arma del enemigo avanza hacia Mordor en manos de un hobbit, cada día mas cercano a los fuegos del Monte del Destino. Debemos confiar en Frodo. Todo depende de la presteza y el sigilo de su misión. No te pese haberle dejado a su suerte. Frodo debe cumplir su misión solo.
Aragorn: No está solo. Sam partió con él.
Gandalf: ¿Si? ¿Es eso cierto? Bien. Sí, muy bien.
Gollum: La Puerta Negra de Mordor.
Sam: Válgame el cielo. Mi viejo tío nos diría algunas cosillas si llegara a vernos.
Gollum: Amo pide que le muestre el camino a Mordor y el buen Smeagol así hace, amo lo dijo.
Frodo: Eso hice.
Sam: ¿Y ahora qué? No podemos cruzarla.
Orientales: ¡Za dashu snaku Zigur, Durbgu nazgshu, Durbgu dashshu! (¡Salve Sauron, Señor del Anillo, Señor de la Tierra!)
Sam: Atento. La puerta, se está abriendo. Veo un camino de bajada.
Frodo: ¡Sam! ¡No!
Gollum: ¡Amo!
Frodo: No tienes que venir conmigo Sam.
Sam: Lo sé, señor Frodo. Dudo que estas capas élficas nos oculten ahí dentro.
Frodo: ¡Ahora!
Gollum: ¡No, amo! ¡No! Le cogerán, le cogerán. No se lo lleve a Él. Él busca mi tessoro, siempre lo esta buscando. El tessoro quiere volver a su sombra, pero hay que impedir que él lo posea.
¡No! Hay otro camino, más secreto, más oscuro.
Sam: ¿Y por qué no nos lo habías dicho?
Gollum: ¡Porque el amo no preguntó!
Sam: Éste trama algo.
Frodo: ¿Hay otra manera de entrar en Mordor?
Gollum: Sí, hay un sendero y muchas escaleras y después un túnel.
Frodo: Nos ha traído hasta aquí Sam
Sam: Señor Frodo, no.
Frodo: Ha cumplido su palabra.
Sam: No.
Frodo: Guíanos, Sméagol.
Gollum: Buen Sméagol, ayuda siempre.
Merry: ¿Hola? ¿Bárbol? ¿A dónde habrá ido?
Pippin: Ayer tuve un sueño maravilloso. Soñé con un gran barril lleno de hierba para pipa. Y nos la fumábamos toda, y después tú enfermabas. ¡Ay! ¡Una calada de la del viejo Toby!
Merry: ¿Has oído eso? Ahí está otra vez. Algo pasa aquí, y no me gusta nada.
¡Acabas de hablar en lengua ent!
Pippin: No, qué va. Me estaba estirando.
Merry: Eres más alto.
Pippin: ¿Quién?
Merry: Tú.
Pippin: ¿Que quién?
Merry: ¡Pues que yo!
Pippin: Siempre he sido más alto que tú.
Merry: Pippin, todo el mundo sabe que yo soy el alto y tú el bajito.
Pippin: Venga ya, Merry, ¿cuánto mides? ¿Un metro diez como mucho?
Pues yo mido un metro trece.
Uno dieciséis.
Merry: ¡Uno dieciséis! Algo has tramado.
Pippin: ¡Merry no, no bebas! ¡Merry!
Merry: Quiero un poco.
Pippin: No, Bárbol dijo... ¡Bárbol dijo que tú no debías beber!
Merry: Quiero un poco.
Pippin: Dijo... ¡dijo que podría ser peligroso! ¡Devuélvemelo Merry! ¡Merry!
¿Qué está pasando? ¡La pierna!
Pippin: ¡Merry! ¡Noo! ¡Socorro!
Bárbol: ¡Detente! No deberías estar despierto. Come tierra. Cava hondo. Bebe agua. Ve a dormir. ¡Basta ya! Vamos, el bosque despierta. No es seguro.
Los árboles crecen salvajes y peligrosos, la ira campa en sus corazones, negros son sus pensamientos, fuerte su odio, os harán daño si pueden. Quedan pocos de los nuestros, demasiado pocos ents para someterlos.
Pippin: ¿Por qué sois tan pocos cuando habéis vivido tanto? ¿Hay crías ent?
Bárbol: Hurrarum. Ho ha habido vástagos de ent desde horribles tiempos inmemoriales.
Merry: ¿Y eso por qué?
Bárbol: Perdimos a las Ent-Mujeres.
Pippin: Oh, lo siento. ¿Cómo murieron?
Bárbol: ¿Morir? No, las perdimos. Y ahora no podemos encontrarlas. Supongo que no habréis visto Ent-Mujeres en la Comarca...
Merry: Yo desde luego no. ¿Y tú Pip?
Pippin: ¿Qué aspecto tienen?
Bárbol: Ya no me acuerdo.
Gandalf: Edoras y el casillo dorado de Meduseld, hogar de Théoden rey de Rohan, cuya mente ahora se halla perturbada. El lazo con el que Saruman ata a Théoden es muy poderoso.
Éowyn: Mi señor. Vuestro hijo ha muerto, mi señor... Tío. ¿No iréis a verle? ¿No haréis nada?
Gandalf: Cuidad lo que decís, no esperéis ser bienvenidos.
Gríma: Oh, debe de haber muerto durante la noche. Qué tragedia para un rey perder a su único hijo y heredero. Entiendo que su marcha sea dura de aceptar, más aún ahora que tu hermano os ha abandonado.
Éowyn: ¡Déjame sola, serpiente!
Gríma: Pero si ya estás sola. ¿Quién sabe que habrás hablado con la oscuridad, en las amargas guardias nocturnas, cuando toda tu vida parece menguar, con los muros de tu aposento estrechando tu espacio, cercado animalillo en su madriguera? Tan bella, tan fría, como una pálida mañana de primavera cerrada al hielo invernal.
Éowyn: Tu voz es un veneno.
Gimli: Hay más alegría en un cementerio.
Háma: No puedo llevaros ante el rey Théoden armados, Gandalf el gris. Órdenes de Gríma, Lengua de Serpiente.
Gandalf: Ya...
Háma: La vara.
Gandalf: No querrás privar de su apoyo a un anciano...
Gríma: Mi señor, Gandalf el Gris se presenta. Heraldo de infortunios.
Gandalf: La cortesía de tu castillo ha disminuido últimamente, rey Théoden.
Gríma: No es bienvenido.
Théoden: ¿Por qué habría de darte la bienvenida, Gandalf, Cuervo de la Tempestad?
Gríma: Una justa cuestión, mi rey.
Tardía, es la hora, en que decide aparecer el conjurador, Lathspell te nombro, malas nuevas de un indeseado.
Gandalf: ¡Silencio! Mantén tu lengua bífida tras tus colmillos. No he vencido al fuego y a la muerte para intercambiar falacias con un gusano sarnoso.
Gríma: ¡La vara! ¡Os dije que le quitarais la vara!
Gandalf: Théoden, hijo de Thengel, mucho has vivido en las sombras.
Gimli: Yo en tu lugar no me movería.
Gandalf: ¡Escúchame! Del hechizo yo te libero.
Théoden: ¡Ja, ja, ja! No tienes poder aquí Gandalf el Gris.
Gandalf: Te sacaré, Saruman, como se saca al veneno de la mordedura.
Aragorn: Esperad.
Saruman: Si salgo, Théoden caerá.
Gandalf: No me mataste, ni le matarás a él.
Saruman: Rohan es mío.
Gandalf: Sal de él.
Théoden: Reconozco tu rostro, Éowyn. Éowyn. ¿Gandalf?
Gandalf: Vuelve a respirar aire libre, amigo.
Théoden: Sombríos han sido mis últimos sueños.
Gandalf: Vuestros dedos recordarían mejor su fuerza si empuñaran una espada.
Gríma: ¡Ah! Siempre he estado a vuestro servicio, mi señor.
Théoden: ¡Tus malas artes me habrían postrado a cuatro patas como las bestias!
Gríma: ¡No me alejéis de vos!
Aragorn: ¡No, mi señor! Dejadle ir. Ya lleva suficiente sangre en su cuenta.
Gríma: ¡Apartad de mi camino!
Háma: ¡Salve, rey Théoden!
Théoden: ¿Dónde está Théodred? ¿Dónde está mi hijo?
Éowyn: Bealocwealm hafað fréone frecan forth onsended
giedd sculon singan gléomenn sorgiende on Meduselde...
Théoden: Simbelmyne. Siempre ha crecido en las tumbas de mis antepasados. Ahora adornará la tumba de mi hijo. Tiempos aciagos me ha tocado vivir. Los jóvenes perecen, los ancianos se agostan. Lástima vivir para contemplar los últimos días de mi casa.
Gandalf: La muerte de Théodred no ha sido obra tuya.
Théoden: Ningún padre debería enterrar a sus hijos.
Gandalf: Era fuerte en vida, su espíritu encontrará el camino a la casa de vuestros padres. Vuestro hogar.
Westu hál. Ferðu, Théodred, Ferðu.
Éowyn: Nadie los advirtió, estaban desarmados. Los hombres salvajes avanzan por el Folde Oeste quemando lo que encuentran, pastos, chozas y árboles.
Freda: ¿Dónde está mamá?
Éowyn: Sssh.
Gandalf: Es sólo una muestra del terror que Saruman desatará, mucho más poderoso ahora, impulsado por el temor a Sauron. Cabalgad y hacedle frente. Apartadle de vuestras mujeres y niños. Debéis luchar.
Aragorn: Contáis con dos mil buenos hombres en el norte mientras hablamos. Éomer os es leal. Sus hombres regresarán y lucharán por el rey
Théoden: Estarán a 300 leguas de aquí ahora mismo. Éomer no puede ayudarnos. Sé lo que quieres de mí, pero no llevaré más muerte a mi pueblo. No me arriesgaré a una guerra abierta.
Aragorn: Ya os ha sido declarada, arriesguéis o no.
Théoden: Si mal no recuerdo, Théoden, y no Aragorn, es el rey de Rohan.
Gandalf: ¿Cuál es la decisión del rey?
Háma: ¡Por orden del rey la ciudad debe ser evacuada! Buscaremos refugio en Abismo de Helm. No carguéis con objetos valiosos, sólo las provisiones necesarias.
Gimli: El Abismo de Helm. Huyen a las montañas cuando deberían plantar cara. ¿Quién los ha de defender, si no es su rey?
Aragorn: Sólo obra pensando en el bien de su pueblo. El Abismo de Helm les salvó en el pasado.
Gimli: Es una ratonera sin salida. Théoden los lleva a una trampa en la creencia de que allí estarán a salvo. Solo conseguirán una masacre.
Gandalf: Théoden es de recio carácter, pero temo por él. Temo por la supervivencia de Rohan. Te necesitará llegado el momento, Aragorn. El pueblo de Rohan te necesitará. Sus defensas deben resistir.
Aragorn: Resistirán.
Gandalf: El Peregrino Gris, así solían llamarme. Tres mil vidas de hombres he hollado esta tierra, y ahora me falta tiempo. Con suerte, mi búsqueda no será en vano. Espera mi llegada con la primera luz del quinto día. Al alba mira al este.
Aragorn: Adiós.
Rohir: Ese caballo esta medio loco, poco se puede hacer.
Rohir2: ¡Vamos!
Aragorn: Fæste! Stille nú, fæste... Hwæt nemnað ðe? (Tranquilo, tranquilo... ¿cuál es tu nombre?)
Éowyn: Se llama Brego. Era el caballo de mi primo.
Aragorn: ¿Brego? Ðin nama is cynglic. (¿Brego? Tienes nombre de Rey)
Éowyn: He oído de la magia élfica. Pero no la esperaba en un montaraz del norte. Hablas como uno de ellos.
Aragorn: Fui criado en Rivendel, un tiempo. Deja libre al caballo. Suficiente guerra ha visto ya.
Háma: Gandalf el Blanco. Gandalf el loco. ¿Pretende humillarme con esa renovada piedad?
Gríma: Otros tres siguieren al mago. Un elfo, un enano y un hombre.
Saruman: Apestas a caballo.
¿El hombre era de Gondor?
Gríma: No, del norte. Un dunedain montaraz, diría yo que era. Pobre de vestiduras, y aún así llevaba un extraño anillo. Dos serpientes de ojos esmeralda, una devorando y otra coronada con guirnaldas doradas.
Saruman: El anillo de Barahir. Veo que Gandalf el Gris cree haber encontrado el heredero de Isildur. Al perdido rey de Gondor. ¡El muy necio! El linaje se interrumpió hace años. Poco importa ya, el mundo de los Hombres caerá y comenzará por Edoras.
Théoden: Estoy listo, Gamelin. Traed mi caballo. Esto no es una derrota. Regresaremos. Regresaremos.
Aragorn: Sois hábil con la espada.
Éowyn: Las mujeres de esta tierra aprendieron hace tiempo. Las que no las empuñan mueren a su merced. No temo al dolor ni a la muerte.
Aragorn: ¿A que teme entonces mi señora?
Éowyn: A una jaula. A empuñar sus barrotes hasta que la edad y la costumbre los acepte, y toda opción al valor ceda al recuerdo y al deseo.
Aragorn: Sois hija de reyes, escudera de Rohan, no creo que ese sea vuestro destino.
Gríma: Théoden no se quedará en Edoras. Es vulnerable y lo sabe. Esperará un ataque sobre la ciudad. Huirán al Abismo de Helm, la gran fortaleza de Rohan. Es un peligroso sendero a través de las montañas. Su paso será lento. Llevarán a sus mujeres, y a sus niños con ellos.
Saruman: Envía a tus jinetes de huargos.
Sam: ¡Eh, apestoso! No te adelantes tanto.
Frodo: ¿Por qué haces eso?
Sam: ¿Qué?
Frodo: Insultarle, humillarle constantemente.
Sam: Porque... porque eso es lo que es, señor Frodo. No es más que un hatajo de mentiras y engaños. Sólo quiere el Anillo. Es lo único que pretende.
Frodo: No tienes idea de lo que le hizo, de lo que aún le está haciendo. Quiero ayudarle Sam.
Sam: ¿Por qué?
Frodo: Porque debo creer que se recuperará.
Sam: No puede salvarle, señor Frodo.
Frodo: ¿Y tú qué sabes? ¡Nada!
Lo siento Sam, no sé por qué te he hablado así.
Sam: Yo sí, es el Anillo. No le quita ojo de encima. Le he observado. No come, apenas sí duerme. Le esta poseyendo, señor Frodo. ¡Tiene que evitarlo!
Frodo: ¡Sé lo que debo hacer, Sam! El Anillo me ha sido confiado. Es mi objetivo, ¡mío! ¡Sólo mío!
Sam: ¿No se oye? ¿Acaso no ve cómo se expresa?
Gollum: Lo queremos, lo necesitamos. Debemos conseguir el tesoro. Ellos nos lo han robado, sucios rastreros hobbits. Malos. Traidores. Falsos.
No, no, amo.
Síii. El tessoro. Falsos. Te engañan. Te sacuden. Mienten.
El amo es mi amigo.
Tú no tienes amigos. Nadie te quiere.
No oigo nada. No puedo oírte.
Eres mentiroso y asesino.
No.
Mentiroso.
Vete.
¿Que me vaya? ¡Ja, ja, ja!
Te odio, te odio.
¿Dónde estarías sin mí? ¡Gollum! ¡Gollum! Yo nos salvé. ¡Nos salvé! ¡Sobrevivimos por mí!
Ya nunca más.
¿Qué has dicho?
El amo nos cuida ahora, ya no eres necesario.
¿Qué?
Vete ahora y nunca vuelvas.
No.
Vete ahora y nunca vuelvas.
Grrrr.
¡Vete ahora y nunca vuelvas!
Le dijimos que se fuera, ¡y él se va! ¡Oh, tesoro! ¡Ido, ido, ido! ¡Sméagol es libreee!
Gollum: Mire, ¿ve lo que Sméagol encuentra? Je, je, je. Oooh. Son jóvenes. Son tiernos. Son ricos, sabrosos. Sí, ¡comedlos! ¡Comedlos!
Sam: Le harás vomitar si sigues comportándote así. Sólo hay una manera de cocinar unos conejos.
Gollum: ¿Qué está haciendo? Esstúpido hobbit seboso. ¡Lo desperdicia!
Sam: ¿Desperdiciar qué? Si no tienen ni pizca de carne. Unas buenas papas es lo que necesitan.
Gollum: ¿Qué es papas, tesoro? ¿Qué es papas?
Sam: Pa-ta-tas. En puré, cocidas o en un buen guiso. Fritas, grandes y doradas, con una buena porción de pescado.
Gollum: Prrfff.
Sam: Ni tú le dirías no a eso.
Gollum: Oh, sí lo diríamos. Es desperdiciar pescado. Dádnoslo vivo y coleando. Quédate con tus repugnantes papas.
Sam: No tienes remedio.
¿Señor Frodo?
Sam: ¿Quiénes son?
Gollum: Hombre malos, siervos de Sauron. Acuden a Mordor. El Señor Oscuro convoca a sus ejércitos. A no mucho tardar estará preparado.
Sam: ¿Preparado para qué?
Gollum: Para hacer su guerra. La guerra final que cubrirá el mundo de sombra.
Frodo: Hay que apresurarse. Vamos Sam.
Sam: ¡Señor Frodo, mire! Son olifantes. En la aldea no se lo va a creer nadie.
Frodo: ¿Sméagol?
Debimos irnos hace rato. ¡Vamos Sam!
Sam: ¡Eh!
¡Espere! ¡Somos viajeros inocentes!
Faramir: No hay viajeros en esta tierra, solo siervos de la Torre Oscura.
Frodo: Nos obliga un voto de secreto. Los adversarios del enemigo harían bien en no demorarnos.
Faramir: ¿El enemigo? Su sentido del deber no era menor que el tuyo, estimo. Te preguntas cual es su nombre, de dónde procede, si era en verdad malvado en su corazón. Y las mentiras y amenazas que provocaron su larga marcha. Porqué no prefirió permanecer allí, en paz. La guerra nos convertirá a todos en cadáveres. Amarradlos.
Gimli: Es cierto, no se ven muchas mujeres enanas. En realidad se nos parecen tanto en la voz y en apariencia que suelen tomarlas por enanos varones.
Aragorn: Es por la barba.
Gimli: De ahí surgió la creencia establecida de que no hay mujeres enanas y de que los enanos brotan de agujeros en el suelo.
Éowyn: ¡Ja, ja, ja!
Gimli: Lo que resulta ridículo.
Tranquilos, tranquilos, que no cunda el pánico. Ha sido deliberado. Deliberado.
Théoden: Hacía mucho que no veía sonreír a mi sobrina. Era una chiquilla cuando trajeron a su padre muerto, descuartizado por orcos. Contempló cómo su madre sucumbía al dolor. Luego, ya sola y temerosa, vivió sólo para atender a su rey.
Condenada a servir a un anciano, que hubo de quererla como un padre.
Éowyn: ¿Gimli?
Gimli: No, gracias. Muchas gracias.
Éowyn: He hecho un estofado. No es perfecto, pero está caliente.
Aragorn: Gracias. Rico...
Éowyn: ¿Sí?
Mi tío me contó algo extraño. Dice que fuiste a la guerra con Thengel, mi abuelo. Pero debía de estar equivocado.
Aragorn: El rey Théoden tiene buena memoria. Era sólo un infante por entonces.
Éowyn: Té debes tener entonces 60... ¿70?... ¿80?... No puede ser.
Aragorn: 87.
Éowyn: Así que eres un Dunedain, un descendiente de Númenor con el don de la larga vida. Se contaba que tu raza pasó a ser leyenda.
Aragorn: Quedamos muy pocos. Hace ya tiempo que se extinguió el reino del norte.
Éowyn: Lo siento. Por favor, come.
Arwen: La luz de estrella de la tarde ni aumenta ni mengua. Dárselo a quien quiero es mi privilegio. Como mi corazón.
Ve a dormir.
Aragorn: Estoy dormido. Esto es un sueño.
Arwen: Entonces es un gran sueño.
Duerme.
Aragorn: Minlû pedich nin i aur hen telitha (Me dijiste una vez que este día llegaría.)
Arwen: U i vethed, na i onnad. (Esto no es el final sino el principio.) Bóe bedich go Frodo, han bâd lîn. (Debes ir con Frodo. Es tu camino.)
Aragorn: Dolen i vâd o nin. (Mi camino se esconde de mí.)
Arwen: Si peliannen i vâd na dail lîn. (Lo tienes a tus pies.) Si boe ú-dhannathach (No puedes fallar ahora.)
Aragorn: Arwen.
Arwen: Ae u-esteliuách nad, estelio han, estelio ammen. (Si has perdido la fe en todo, ten fe en esto. Ten fe en nosotros.)
Éowyn: ¿Donde está? La mujer que os regaló esa joya.
Elrond: Nuestro tiempo aquí expira. El tiempo de Arwen se agota. Dejadla marchar. Dejad que embarque al oeste. Que se lleve su amor por ti donde nunca se extinga, a las Tierras Imperecederas.
Aragorn: Pero no será más que un recuerdo.
Elrond: No permitiré que mi hija muera aquí.
Aragorn: Se queda porque aún tiene esperanza.
Elrond: Se queda por ti. Ella pertenece a su pueblo.
Arwen: Nach gwannatha sin? (¿Así pretendías partir?)
Ma nathach hi gwannathach or minuial archened? (¿Pensabas evadirte con la primera luz, desapercibido?)
Aragorn: Ú-ethelithon. (No voy a regresar.)
Arwen: Estelio guru lîn ne dagor. Ethelithach. (Subestimas tu destreza en la batalla. Volverás.)
Aragorn: Ú-bedin o gurth ne dagor. (No es morir en batalla de lo que hablo.)
Arwen: O man pedich? (¿De qué hablas entonces?)
Aragorn: Edra le men, men na guil edwen, haer o auth a nîr a naeth. (Tienes la opción de otra vida, lejos de la guerra el dolor y la muerte)
Arwen: ¿Por qué dices eso?
Aragorn: Soy mortal, tú eres elfa. Ha sido un sueño, Arwen. Nada más.
Arwen: No puedo creerte.
Aragorn: Esto te pertenece.
Arwen: Eso fue un regalo. Consérvalo.
Éowyn: Mi señor...
Aragorn: Cruza las aguas hacia el occidente, con el resto de su linaje.
Gamelin: ¿Qué ocurre? ¿Háma?
Háma: No estoy seguro.
Legolas: ¡Un rastreador!
Théoden: ¿Qué es? ¿Qué has visto?
Aragorn: ¡Huargos! ¡Nos atacan! ¡Salid de aquí!
Théoden: ¡Los jinetes al frente de la columna!
Gimli: Eso va por mí. ¡Súbeme, soy jinete! ¡A la carga!
Théoden: Conduce a la gente al Abismo de Helm. ¡Parte ya!
Éowyn: ¡Sé luchar!
Théoden: ¡No! Debes hacerlo, por mí.
¡Seguidme!
Gimli: Adelante, al frente. Cargad de frente.
Éowyn: ¡Por la vaguada!
Gimli: Por el otro lado, eso es. Seguid.
Éowyn: ¡Todos juntos!
Théoden: ¡A la carga!
Gimli: Deja que te arregle esa carita con mi hacha.
¡Ese cuenta como mío!
Fétida criatura.
Legolas: ¡Aragorn!
Gimli: ¡Aragorn!
Dime qué ha pasado y te ahorraré sufrimiento.
Uruk: Muerto. Dio un ligero traspiés junto al acantilado.
Legolas: Mientes.
Théoden: Los heridos a caballo. Los lobos de Isengard volverán. Dejad a los caídos. Vamos.
Mujer: ¡Al fin! El Abismo de Helm.
Mujer2: Es verdad, ¡hemos llegado!
Mujer3: Estamos salvados señora, gracias.
Freda: ¡Mamá!
Mujer: ¡Eothain!
Éothain: ¡Madre!
Mujer: ¡Freda!
Éowyn: ¿Dónde está el resto?
Rohir: Sólo pudimos salvar esto, señora.
Éowyn: Llevadlo a las cavernas.
Rohir: ¡Dejad paso al rey! ¡Abrid paso a Théoden! ¡Dejad paso al rey!
Éowyn: Sois pocos, muy pocos habéis regresado.
Théoden: Nuestro pueblo está a salvo. Lo hemos pagado con muchas vidas.
Gimli: Mi señora.
Éowyn: El caballero Aragorn, ¿dónde está?
Gimli: Cayó.
Théoden: Replegad las fuerzas detrás del muro, trancad el portón y poned vigías alrededor.
Hombre: ¿Y los que no pueden luchar, mi señor? Las mujeres y los niños...
Théoden: Escondedlos en las cavernas. Largo ha crecido el brazo de Saruman si cree que puede vencernos aquí.
Gríma: El Abismo de Helm tiene un punto débil. Su muro exterior es de sólida roca, pero tiene una abertura en su base poco más grande que un desagüe.
¿Cómo? ¿Cómo puede el fuego derretir la roca? ¿Qué clase de artefacto derribaría el muro?
Saruman: Si logramos abrir brecha, el Abismo de Helm caerá.
Gríma: Aún abriendo brecha haría falta una innumerable multitud, miles, para asaltar el patio.
Saruman: Decenas de miles.
Gríma: Mi señor, no existe tal ejército.
Saruman: ¡Un nuevo poder resurge! ¡Su victoria está cerca! Esta noche la tierra será mancillada con la sangre de Rohan. ¡Marchad al Abismo de Helm! ¡No dejéis rastro de vida! ¡¡Guerra!!
No habrá amanecer para los hombres.
Pippin: Mirad, sube humo en el sur.
Bárbol: No ha cesado de elevarse desde Isengard en estos días.
Merry: ¿Isengard?
Bárbol: Hubo un tiempo en que Saruman paseaba por mis bosques. Ahora tiene mente de metal, y ruedas. Ya no cuida las cosas que crecen.
Pippin: ¿Qué es eso?
Merry: Son las tropas de Saruman. Ha estallado la guerra.
Arwen: Que la gracia de los Valar te proteja.
Aragorn: Brego.
Elrond: Arwen Tollen i lû. I chair gwannar na Valannor. Si bado, no círar. (Arwen, llegó la hora. Los barcos zarpan hacia Valinor. Vete antes de que sea tarde)
Arwen: He tomado mi decisión.
Elrond: Él no volverá. ¿Por qué demorarse cuando no queda esperanza?
Arwen: Aún hay esperanza.
Elrond: Aunque Aragorn sobreviviera a la guerra seguiríais separados. Incluso con Sauron derrotado y Aragorn nombrado rey, y aunque todas tus esperanzas se hicieran realidad, te quedaría el amargor de la mortalidad. Bien a espada o por el lento desgaste del tiempo, Aragorn morirá, y no habrá consuelo para ti. Nada reconfortará el dolor de su marcha. Él encontrara la muerte, una imagen de esplendor para los reyes de los hombres, la gloria intacta a pesar de desmoronarse en el mundo. Pero tú, mi hija, tú te consumirás en la oscuridad y en la duda, como un anochecer de invierno que llega sin estrellas. Aquí morarás, sumida en tu pesar, bajo los mortecinos árboles, hasta que el mundo cambie y saldes la cuenta de tus largos años de vida. Arwen, nada queda aquí para ti. Sólo muerte.
A im, ú-'erin veleth lîn? (¿Me queda al menos tu cariño?)
Arwen: Gerich meleth nîn, ada (Tienes mi cariño, padre)
Galadriel: I amar prestar aen. han mathon ne nen. han mathon ne chae. a han noston ned 'wilith.
El poder del enemigo crece. Sauron usará a su títere, Saruman, para destruir al pueblo de Rohan. Isengard ha soltado sus riendas. El ojo de Sauron está fijo ahora en Gondor. El último reino libre de los hombres. Su asalto sobre esta tierra llega inexorable. Siente que el Anillo está cerca. La fuerza del Portador se desvanece. En su corazón, Frodo empieza a entender que la misión reclamará su vida. Tú lo sabes, lo has augurado. Es el riesgo que todos asumimos. En la creciente oscuridad, el poder del Anillo se hace fuerte. Busca con avidez volver a las manos de los hombres que tan fácilmente se dejan seducir por su poder. El joven capitán de Gondor sólo tiene que extender su mano, aceptar el Anillo para sí, y el mundo caerá. Está cerca, muy cerca de conseguir su objetivo. Así Sauron tendrá dominio sobre toda vida en esta tierra, hasta el mismísimo fin del mundo. El tiempo de los elfos se ha consumido. ¿Abandonaremos la Tierra Media a su fatal destino? ¿Los abandonaremos a su suerte?
Faramir: ¿Qué nuevas hay?
Hombre de Gondor: Nuestros batidores informan que Saruman ha atacado Rohan. El pueblo de Théoden se ha refugiado en el Abismo de Helm. Pero debemos velar por nuestras propias fronteras, Faramir.
Faramir: Orcos en las fronteras.
Gondoriano: Sauron acaudilla a sus huestes. Orientales y sureños atraviesan la Puerta Negra.
Faramir: ¿Son muchos?
Gondoriano: Son millares, aumentando día a día.
Faramir: ¿Quién cubre el río por el norte?
Gondoriano: Hemos sacado 500 hombres de Osgiliath. Si asaltan la ciudad no habrá resistencia.
Faramir: Saruman avanza desde Isengard. Sauron desde Mordor. La lucha acorralara a los hombres por ambos frentes. Gondor es débil. Sauron pronto atacará, y atacará con dureza. Sabe que no tenemos capacidad para repeler su ofensiva.
Faramir: Mis hombres afirman que sois espías.
Sam: ¿Espías? Oye, un momento...
Faramir: Si no sois espías, ¿quiénes sois? Hablad.
Frodo: Somos hobbits de la Comarca. Frodo Bolsón es mi nombre, y él es Samsagaz Gamyi.
Faramir: ¿Guardaespaldas?
Sam: Jardinero.
Faramir: ¿Y tu asustadizo amigo? Esa grimosa criatura, tan poco favorecida...
Frodo: No hay ningún otro. Partimos de Rivendel con siete compañeros. A uno lo perdimos en Moria. Dos eran de mi raza. Había también un enano, un elfo y dos hombres: Aragorn hijo de Arathorn y Boromir de Gondor.
Faramir: ¿Eres amigo de Boromir?
Frodo: Sí. Por mi parte.
Faramir: Te entristecerá entonces saber que ha muerto.
Frodo: ¿Muerto? ¿Cómo? ¿Cuándo?
Faramir: Como compañero suyo esperaba que me lo dijeras.
Frodo: Si algo le ha ocurrido a Boromir podéis contárnoslo ahora.
Faramir: Su cuerno fue devuelto por las alboas. Seis días han pasado, partido en dos. Pero más que por eso me lo dice el corazón. Era mi hermano.
Gondorianos: ¡Boromir! ¡Boromir! ¡Boromir!
Boromir: Esta ciudad fue antaño la joya de nuestro reino. Un paraje de luz, de belleza, y música. ¡Y así volverá a ser!
Gondorianos: ¡Sí!
Boromir: Que las huestes de Mordor lo sepan: ¡No volverá la tierra de mi pueblo a caer en sus manos!
Gondorianos: ¡Sí!
Boromir: ¡¡Esta ciudad, de Osgiliath, ha sido reclamada por Gondor!!
Gondorianos: ¡Sí!
Boromir: ¡Por Gondor! ¡Por Gondor!
Faramir: Buena arenga. Corta e intensa.
Boromir: ¡Deja más tiempo para beber! ¡Ja, ja, ja!
Faramir: ¡Ja, ja, ja!
Boromir: ¡Abre la cerveza! ¡Todos están sedientos!
Gondorianos: ¡Sí!
Boromir: Recuerda este día, hermano menor. Hoy la vida es buena.
¿Qué?
Faramir: Está aquí.
Boromir: Un momento de paz, ¿ni eso nos concede?
Denethor: ¿Dónde está? ¿Dónde está el mejor de Gondor, mi primogénito? Boromir: Padre.
Denethor: Cuentan que doblegaste al enemigo con tu sola mano.
Boromir: ¡No, exageran! La victoria también pertenece a Faramir.
Denethor: Por Faramir esta ciudad se ve así. ¿No se te confió su protección?
Faramir: La habría defendido pero éramos muy pocos.
Denethor: Oh, erais pocos. Dejaste al enemigo conquistarla a placer. Siempre has sido una pobre sombra de mí.
Faramir: No ha sido esa mi intención.
Boromir: No le das ningún crédito y aun así intenta cumplir tu voluntad.
Te quiere, padre.
Denethor: No me atormentes con Faramir. Conozco sus artes, y son escasas. Tenemos cosas más importantes que debatir. Elrond de Rivendel nos llama a un consejo. No ha dicho por qué, pero adivino su propósito. Se rumorea que el Arma del Enemigo ha sido hallada.
Boromir: El Anillo Único. El Daño de Isildur.
Denethor: Ha caído en las manos de los Elfos. Todos lo reclamaran. Hombres, Enanos, Magos... No podemos permitirlo. Ese instrumento debe llegar a Gondor.
Boromir: ¿Gondor?
Denethor: Es un riesgo, lo sé. El Anillo siempre intentará corromper a los hombres. Pero tú, ¡tú eres fuerte! Y grande nuestra necesidad. Es nuestra sangre la que se va derramando. Nuestro pueblo el que muere.
Sauron espera su momento. Arma a nuevos ejércitos. Regresará. Y cuando lo haga, seremos incapaces de impedirlo. Tú debes ir. Tráeme ese poderoso don.
Boromir: No. Mi lugar está aquí, con mi pueblo, no en Rivendel.
Denethor: ¿Te opondrás a tu padre?
Faramir: Si es necesario iré a Rivendel. Envíame en su lugar.
Denethor: ¿A ti? Ah, ya veo. La oportunidad de Faramir, Capitán de Gondor, de mostrar su valía. Eso nunca. Confío esta misión sólo a tu hermano. El único que no me ha de fallar.
Boromir: Acuérdate de hoy, hermano menor.
Gondoriano: Capitán Faramir. Hemos encontrado al tercero.
Faramir: Debes acompañarme, ahora.
Ahí abajo. Entrar en el estanque vedado conlleva la pena de muerte. Esperan mi orden. ¿Disparamos?
Gollum: Vive en el agua
fresca y clara.
Tierno y jugoso.
Nuestro manjar.
Los ricos peces,
nuestro manjar.
Frodo: Espera. Esa criatura comparte mi camino y yo el suyo. Es nuestro guía. Por favor, déjame bajar hasta él.
Sméagol, el Amo esta aquí. Ven, Sméagol, confía en el Amo. Vamos.
Gollum: ¿Debemos irnos ya?
Frodo: ¡Sméagol! ¡Debes confiar en el Amo! Sígueme, ¡vamos! Ven. Vamos, Sméagol. Así, Sméagol. Eso es. Vamos.
¡No le maltratéis! ¡Sméagol, no te resistas! ¡Sméagol escúchame!
Gollum: ¡Amo!
¡No! ¡No!
Faramir: Es suficiente.
¿Dónde los guiabas? ¡Respóndeme!
Gollum: Sméagol, ¿por qué lloras, Sméagol?
Hombres crueles hacen daño. El Amo nos engaña.
Claro que sí. Te dije que era tramposo. Te dije que era falso.
Amo es nuestro amigo, nuestro amigo.
¡El amo nos traiciona!
No, no te incumbe. ¡Déjanos en paz!
Sucios, falsos hobbits. ¡Nos lo robaron!
No, no.
Faramir: ¿Robaron el qué?
Gollum: ¡Mi tesssorooo! ¡Baaaaah!
Sam: Tenemos que salir de aquí. Váyase. Hágalo ahora. Puede hacerlo. Use el Anillo, señor Frodo. Sólo esta vez. Póngaselo. Desaparezca.
Frodo: No puedo. Tenías razón, Sam. Intentaste decírmelo, pero... lo lamento. El Anillo me está poseyendo. Si me lo pongo, Él me encontrará. Me verá.
Sam: Señor Frodo.
Faramir: Esa era la respuesta a todos los enigmas. Heme aquí en estas soledades, con dos medianos, una hueste de hombres a mi servicio... y el Anillo de poder al alcance de mi mano. Haría que Faramir capitán de Gondor, mostrara su nobleza.
Frodo: ¡No!
Sam: ¡Basta! ¡No le molestéis! ¿No lo entendéis? ¡Tiene que destruirlo! ¡Por eso vamos a Mordor, a la Montaña de Fuego!
Gondoriano: Osgiliath sufre asedio. Reclaman refuerzos.
Sam: Por favor, ya tiene bastante. ¿No le van a ayudar?
Gondoriano: Capitán.
Faramir: Preparad la marcha.
El Anillo irá a Gondor.
Aragorn: Mae carnen Brego, mellon nin (Bien hecho Brego, amigo mío.)
Gimli: ¿Dónde está? ¿Dónde está? Dejen paso. Le voy a matar. Eres... el hombre más afortunado y el más astuto y temerario que he conocido. Bendito seas, amigo.
Aragorn: Gimli, ¿dónde está el rey?
Legolas: Le ab dollen. (Llegas tarde) Estás horrible.
Aragorn: Hannon le. (Gracias)
Théoden: ¿Una gran hueste dices?
Aragorn: Isengard ha quedado vacío.
Théoden: ¿Son muchos?
Aragorn: Diez mil efectivos al menos.
Théoden: ¿Diez mil?
Aragorn: Una tropa engendrada con un solo propósito: destruir el mundo de los hombres. Al anochecer ya habrán llegado.
Théoden: Pues que vengan.
Quiero a todo hombre joven y fuerte capaz de portar armas, listo para la batalla en el crepúsculo.
Cubriremos la empalizada y la puerta desde arriba. Ningún ejercito ha penetrado nuestras defensas ni puesto el pie en Cuernavilla.
Gimli: No es una chusma descerebrada de orcos. Éstos son Uruk-hai. Su armadura es gruesa y sus escudos fuertes.
Théoden: He librado muchas batallas, maestro enano. Sé cómo defender mi propia plaza.
Irrumpirán en esta fortaleza como el agua entre las rocas. Las hordas de Saruman lo saquearán todo. Ya les he visto obrar. Los campos pueden ser resembrados y las casas reconstruidas. Tras estos muros contendremos su embestida.
Aragorn: No vienen a Rohan a destruir cultivos y casas. Vienen a destruir a vuestro pueblo, hasta el último niño.
Théoden: ¿Qué esperas que haga? Mira a mis hombres. Su coraje pende de un hilo. Si esto es nuestro fin, haré que rubriquen un final que permanezca en las memorias.
Aragorn: Enviad emisarios, mi señor. Debéis pedir ayuda.
Théoden: ¿Quien acudirá? ¿Elfos? ¿Enanos? No somos tan afortunados en amigos como vos. Las viejas alianzas han muerto.
Aragorn: Gondor vendrá.
Théoden: ¿Gondor? ¿Dónde estaban cuando el Folde Oeste cayó? ¿Dónde estaba Gondor cuando nuestros enemigos nos cercaron? ¿Dónde estaba Gon..? No, mi señor Aragorn, estamos solos.
Las mujeres y niños a las cavernas.
Gamelin: Necesitamos más tiempo para aprovisionar...
Théoden: ¡No hay más tiempo! La guerra ha comenzado.
Gamelin: Afianzad la entrada.
Bárbol: Los Ents no hemos sido perturbados por guerras entre magos y hombres desde hace mucho tiempo, pero ahora algo se avecina que no ha ocurrido en esta edad: Ent-cuentro.
Merry: ¿Qué es eso?
Bárbol: Es una asamblea.
Merry: ¿Asamblea de qué?
Bárbol: Hayas, robles, castaños, fresnos... Bien, bien, bien, muchos han acudido. Ahora debemos decidir si los Ents vamos a la guerra.
Merry: ¡Bien!
Rohir: ¡Evacuacion! ¡Todos a las cavernas! ¡No pareis! ¡Más rápido!
Aragorn: Situaremos a la reserva a lo largo del muro. Que apoyen a los arqueros desde lo alto del portón.
Legolas: Aragorn, tú debes descansar. No nos sirves vivo a medias.
Éowyn: ¡Mi señor! ¡Aragorn! Me envían con las mujeres a las cuevas.
Aragorn: Honorable carga.
Éowyn: Proteger a los niños, dar comida y camas a los hombres que vuelven. ¿Qué reconocimiento hay en eso?
Aragorn: Mi señora, llegará el momento del valor reconocido. A quien mirará tu pueblo en la ultima defensa.
Éowyn: Dejadme a vuestro lado.
Aragorn: No está en mi mano disponerlo.
Éowyn: ¡No se lo habéis ordenado a los demás! ¡Luchan a vuestro lado porque nadie los apartaría de vos! Porque os quieren. Perdonadme.
Aragorn: Campesinos, herradores, mozos de cuadra... No son soldados.
Gimli: La mayoría ha visto muchos inviernos.
Legolas: O muy pocos. Míralos bien, están asustados. Lo dicen sus ojos. Boe a hyn, neled herain dan caer menig (Y deberían estarlo, 300 contra 10000)
Aragorn: Si beriathar hýn. Ammaeg nâ ned Edoras (Confían poder defenderse mejor aquí que en Edoras)
Legolas: Aragorn, nedin dagor hen ú-'erir ortheri. ¡Natha daged dhaer! (No son soldado. No pueden ganar esta guerra. ¡Morirán todos!)
Aragorn: ¡Entonces moriré con ellos!
Gimli: Déjale ahora, amigo. Déjale en paz.
Gamelin: Todo aldeano capaz de empuñar una espada ha sido enviado a la armería.
¿Mi señor?
Théoden: ¿Quién soy, Gamelin?
Gamelin: Sois nuestro rey, señor.
Théoden: ¿Tú tienes fe en tu rey?
Gamelin: Vuestros hombres, mi señor, os seguirán a cualquier final.
Théoden: Cualquier final...
¿Que ha sido del jinete y su caballo?
¿Qué del cuerno y su reclamo?
Han pasado como lluvia en las montañas,
como viento en la pradera.
Los días se apagan en el oeste,
tras las colinas, sumidos en la sombra.
¿Cómo hemos llegado a esto?
Merry: Llevan horas reunidos. Deben de haber decidido algo, ¿verdad? Bárbol: ¿Decidido? No, apenas hemos terminado de decir buenos días. Merry: Pero ya es de noche ¿verdad? No tienen toda la vida.
Bárbol: No tan aprisa.
Merry: ¡Se nos acaba el tiempo!
Rohir: ¡No os detengáis!
Aragorn: Dame tu espada. ¿Cuál es tu nombre?
Haleth: Haleth, hijo de Háma, mi señor. Los hombres dicen que no pasaremos de esta noche. Dicen que no hay esperanza.
Aragorn: Tienes buena espada, Haleth hijo de Háma. Siempre hay esperanza.
Legolas: Confiamos en ti y seguimos con vida. Perdóname. Me pudo el desánimo.
Aragorn: Ú-moe edhored, Legolas (No hay nada que perdonar, Legolas)
Gimli: Si hubiera tiempo me ajustaría esto. Lo llevo muy ceñido al pecho.
Legolas: Ese no es un cuerno orco.
Rohir: Llamad al rey. ¡Abrid el portón!
Théoden: ¿Cómo es posible?
Haldir: Porto nuevas de Elrond de Rivendel. Una vez existió una alianza entre elfos y hombres. En el pasado luchábamos y moríamos juntos. Venimos a hacer honor a esa Alianza.
Aragorn: Mae govannen, Haldir. (Bienvenido, Haldir) Eres más que bienvenido.
Haldir: Es un orgullo volver a luchar junto a los hombres.
Gimli: Podrías haber elegido un puesto mejor.
Al menos que la suerte que te protege pase de esta noche.
Legolas: Tus amigos están contigo, Aragorn.
Gimli: Ojalá pasen de esta noche.
Aragorn: A Eruchîn, ú-dano i faelas a hyn, an uben tanatha le faelas! (¡No mostréis piedad alguna, porque no la recibiréis!)
Gimli: ¿Qué pasa ahí fuera?
Legolas: ¿Te lo describo Gimli? ¿O te voy buscando un taburete?
Gimli: ¡Ja, ja, ja!
Aragorn: ¡Dartho! (¡Quietos!)
Théoden: Comienza la batalla.
Aragorn: Tangado a chadad (Preparados para disparar)
Legolas: Faeg i-varv din na lanc a nu ranc! (Su armadura es débil en el cuello y bajo los brazos)
Aragorn: ¡Hado i philinn! (¡Soltad las flechas!)
Gimli: ¿Los hemos alcanzado?
Théoden: Lanzad una descarga.
Gamelin: ¡Disparad!
Gimli: ¡Venid a mí, vamos!
Aragorn: ¡Pendraith! (¡Escalas!)
Gimli: ¡Bien!
Aragorn: ¡Espadas, espadas!
Gimli: ¡Legolas! ¡Llevo dos!
Legolas: ¡Yo llevo diecisiete!
Gimli: ¿Eh? ¡A mi no me gana ningún orejas picudas!
Legolas: ¡Diecinueve!
Pippin: Merry.
Bárbol: Hemos alcanzado un acuerdo.
Merry: ¿Y?
Bárbol: Les he dado vuestros nombres a la cámara Ent y hemos acordado que no sois orcos.
Pippin: Qué gran noticia.
Merry: ¿Y qué pasa con Saruman? ¿Habéis decidido algo respecto a él?
Bárbol: No tan raudo maese Meriadoc.
Merry: ¿Raudo? Nuestros amigos están allí, necesitan nuestro apoyo. Ellos no pueden ganar esta guerra solos.
Bárbol: Guerra sí, nos afecta a todos. Árbol, raíz y rama. Pero debes entender, pequeño hobbit, que lleva mucho tiempo pronunciar algo en lengua Ent. Y nunca decimos nada, a menos que merezca la pena el tiempo que requiere decirlo.
Gimli: ¡Diecisiete! ¡Dieciocho! ¡Diecinueve! ¡Veinte! ¡Veintiuno! ¡Veintidós! ¡Veintitrés!
Aragorn: ¡Na fennas! (¡Hacia la puerta!) ¡Hado ribed! (¡disparad a la corriente!) ¡Hado! (¡disparad!)
Théoden: ¿Esto es todo? ¿Sólo esto puedes convocar, Saruman?
Aragorn: ¡Togo hon dad Legolas! ¡Dago hon! ¡Dago hon! (¡Derríbale, Legolas! ¡Mátale! ¡Mátale!)
Théoden: ¡Apuntalad la entrada!
¡Contenedlos! ¡Con firmeza!
Gimli: ¡Aragorn!
Aragorn: ¡Gimli!
Hado i philinn, ¡Herio! (Lanzad las flechas ¡Cargad!)
Bárbol: Los Ents no pueden detener esta tormenta. Debemos adaptarnos a la situación, como siempre hemos hecho.
Merry: ¿Cómo tomáis esa decisión?
Bárbol: Ésta no es nuestra guerra.
Merry: Sois parte de este mundo. ¿O no? ¡Debéis ayudar, por favor! Tenéis que hacer algo.
Bárbol: Eres joven y valiente, maese Merry, pero tu parte en este cuento se acabó. Vuelve a tu hogar.
Pippin: Tal vez tenga razón. No somos de aquí, Merry. Esto nos viene grande. ¿Qué podemos aportar? Tenemos la Comarca. Deberíamos volver.
Merry: Los fuegos de Isengard se propagarán, y los bosques de Alforzada y los Gamos se quemarán, y todo lo que fuera verde y fresco en el mundo se acabará. No habrá Comarca, Pippin.
Théoden: ¡Aragorn, retirada al fortín! ¡Que se replieguen tus hombres!
Aragorn: ¡Na barad! ¡Na barad! Haldir, ¡Na barad! (¡Al fortin, volved al fortín!) .
Haldir: ¡Na barad! (¡Al fortín!)
Gimli: ¿Qué estás haciendo? ¿Para que me detienes ahora?
Aragorn: ¡Haaldiiir!
Théoden: Al portón, empuñad las espadas.
Aragorn: Retirada, seguidme.
Gamelin: Abrid paso.
Gamelin: No aguantaremos mucho más
Théoden: ¡Mantenedlos!
Aragorn: ¿Cuanto tiempo precisáis?
Théoden: ¡Cuanto puedas darme!
Gimli: ¡Ooy! Vamos. Ya son nuestros.
Aragorn: Es un salto largo.
Gimli: Empújame.
Aragorn: ¿Qué?
Gimli: No puedo saltar esa distancia. ¡Empújame! ¡Oh!, no se lo digas al elfo.
Merry: Ni una palabra.
Théoden: ¡Aquí! ¡Apuntalad el portón!
¡Gimli, Aragorn, salid de ahí!
Legolas: ¡Aragorn!
Théoden: Repliega a todos. Toca retirada.
Gamelin: ¡Volved, volved! ¡Todos atrás!
Aragorn: Han atravesado el portón. Están en la fortaleza.
Gamelin: ¡Retirada! ¡Retirada!
Aragorn: Rápido, adentro, ¡metedlos dentro!
Théoden: ¡Al fortín!
Bárbol: Os dejaré en el lindero occidental del bosque. Podéis tomar rumbo norte hacia vuestra tierra desde allí.
Pippin: ¡Para! ¡Espera, espera! Da la vuelta. Da la vuelta, llévanos al sur.
Bárbol: ¿Sur? Pero eso os lleva más allá de Isengard.
Pippin: Sí, exacto. Podremos pasar. Saruman no nos verá. Cuanto más cerca del peligro, más lejos del daño. Es lo único que no esperará.
Bárbol: Eso no tiene sentido para mí, pero sois muy pequeños. Tal vez sea cierto. Rumbo sur, pues. Allá vamos, amigos medianos. Siempre me gustó el sur. Es como... es como ir cuesta abajo.
Merry: ¿Estas loco? Nos cogerán.
Pippin: No es verdad. Esta vez no.
Gondoriano: Mire, Osgiliath esta en llamas. Mordor ha llegado.
Frodo: El anillo no salvará a Gondor. Sólo tiene poder para destruir. Por favor, dejadme ir.
Faramir: ¡Corred!
Frodo: ¡Faramir! ¡Debes dejar que me vaya!
Bárbol: Humm, estos endiablados ratones de campo se me suben al tronco y me hacen cosquillas. Siempre intentan llegar donde... ¡Oh!
Muchos de estos árboles eran amigos míos, criaturas que conocía como la corteza de mi tronco.
Merry: Lo siento, Bárbol.
Bárbol: Cada uno tenía su voz. Saruman, un mago debería saber lo que hace.
No hay término en élfico, lengua Ent o de los Hombres, para describir este horror.
Pippin: Mira, los arboles, se mueven!
Merry: ¿A dónde irán?
Bárbol: A saldar cuentas con los orcos. Y yo me las veré con Isengard esta noche, a roca y piedra.
Merry: Sí.
Bárbol: ¡Hurrarrum! Venid amigos. Los Ents irán a la guerra, aunque ello signifique nuestro final. La ultima marcha de los Ents.
Gondoriano: Faramir, los orcos están en la ribera este. Su número es ingente. Para el anochecer nos habrán invadido.
Sam: ¡Señor Frodo!
Frodo: Le esta llamando Sam. Su ojo pronto me verá.
Sam: Aguante, señor Frodo. Lo puede conseguir.
Faramir: Llevadlos a mi padre. Decidle que Faramir envía un poderoso presente. Un arma que cambiará nuestra suerte en esta guerra.
Sam: ¿Sabes qué le paso a Boromir? ¿Sabes por qué tu hermano murió? Intentó quitarle el Anillo a Frodo, después de jurar que le protegería. Intentó matarle. El Anillo volvió loco a tu hermano.
Gondoriano: ¡Cuidado!
Sam: ¡Señor Frodo!
Frodo: Están aquí, han venido...
Faramir: ¡Nazgûl!
Quédate aquí, apártate de su vista. ¡A cubierto!
Théoden: Han tomado la fortaleza, es el fin.
Aragorn: Dijísteis que esta fortaleza no caería mientras la defendiérais, y seguís defendiéndola. Ellos han muerto defendiéndola.
Aragorn: ¿No hay otra salida en la caverna para las mujeres y los niños? ¿Hay alguna otra salida?
Gamelin: Hay un pasadizo. Lleva a las montañas, pero no llegarán lejos. Los Uruk-hai son demasiados.
Aragorn: Ordena a mujeres y niños que vayan al paso de montaña, ¡y levantad una barricada!
Théoden: Demasiada muerte. ¿Qué pueden los hombres ante tan aciago destino?
Aragorn: ¡Cabalgad conmigo! Resistid y enfrentadlos.
Théoden: Por la muerte y la gloria.
Aragorn: Por Rohan, por vuestro pueblo.
Gimli: Está saliendo el sol.
Gandalf: Espera mi llegada con la primera luz del quinto día. Al alba, mira al este.
Théoden: Sí, sí. El Cuerno de Helm resonará en el Abismo una última vez.
Gimli: ¡Sí!
Théoden: ¡Ha llegado la hora de empuñar juntos el acero! ¡Coraje, despierta! ¡Ahora, por ira holocausto y rojo amanecer!
Théoden: ¡A ellos, Eorlingas!
Aragorn: ¡Gandalf!
Gandalf: El rey Théoden lucha solo.
Éomer: Hasta ahora. ¡Rohirrim!
Théoden: ¡Éomer!
Éomer: ¡¡Por el rey!!
Merry: ¡Bien!
Bárbol: ¡En el blanco! Buen golpe. ¡Uah!
Romped el dique. ¡Liberad al río!
Merry: Pippin, ¡agárrate!
Bárbol: Agarraos bien, amigos hobbits.
Sam: ¿Pero qué hace? ¿Qué está haciendo?
Soy yo, soy su Sam. ¿No conoce a su Sam?
Frodo: No puedo hacer esto, Sam.
Sam: Lo sé. Ha sido un error. No deberíamos ni haber llegado hasta aquí... Pero henos aquí, igual que en las grandes historias, señor Frodo, las que realmente importan, llenas de oscuridad y de constantes peligros. Ésas de las que no quieres saber el final, porque ¿cómo van a acabar bien? ¿Cómo volverá el mundo a ser lo que era después de tanta maldad como ha sufrido?
Théoden: ¡Victoria! ¡Nuestra es la victoria!
Sam: Pero al final, todo es pasajero. Como esta sombra, incluso la oscuridad se acaba, para dar paso a un nuevo día. Y cuando el sol brilla, brilla más radiante aún. Esas son las historias que llenan el corazón, porque tienen mucho sentido, aun cuando eres demasiado pequeño para entenderlas. Pero creo, señor Frodo, que ya lo entiendo. Ahora lo entiendo. Los protagonistas de esas historias se rendirían si quisieran. Pero no lo hacen: siguen adelante, porque todos luchan por algo.
Frodo: ¿Por qué luchas tú ahora, Sam?
Sam: Para que el bien reine en este mundo, señor Frodo. Se puede luchar por eso.
Faramir: Creo que ahora ya nos entendemos, Frodo Bolsón.
Gondoriano: Conoces las leyes de nuestro país, las leyes de tu padre. Si los liberas, lo pagarás con tu vida.
Faramir: Acepto la condena. ¡Soltadles!
Merry: No os acerquéis al bosque! ¡Apartaos de los árboles!
Legolas: ¿Recuento final? 42...
Gimli: ¿42? No está mal para un principito de orejas picudas. Yo he llegado cómodamente a 43.
Legolas: ¡43!
Gimli: ¡Ese ya estaba muerto!
Legolas: Se movía.
Gimli: ¡Se movía porque tengo mi hacha incrustada en su sistema nervioso!
Merry: No parece muy feliz, ¿no crees?
Pippin: Nada feliz, Merry.
Merry: Pero la vista debe de ser preciosa desde ahí arriba.
Pippin: Oh sí, un enclave de primer orden. Dicen que el material es excelente. ¿Qué haces?
Merry: Nada. El mundo vuelve a rodar, eso es todo.
Pippin: De eso nada. Me muero de hambre.
Merry: Hace falta suerte para encontrar algo decente aquí. Sólo hay ratas muertas y pan mohoso.
¡La despensa de Saruman! ¡Ja, ja, ja!
Pippin: No me lo puedo creer.
Merry: No es posible.
Pippin: Lo es.
Merry: ¡Hoja del Valle Largo! La mejor hierba de pipa del Folde Sur.
Pippin: ¡Es perfecto! ¡Un barril cada uno! Espera, ¿no hay que compartirla con Bárbol?
Merry: ¿Compartirla? No, no. Es una planta muerta, no lo entendería. ¿Y si es un pariente lejano?
Pippin: Oh, entiendo, no te precipites.
Merry: Exacto. ¡Hurrarrum! ¡Ja, ja, ja!
Pippin: ¡Ja, ja, ja!
Faramir: Es el viejo albañal. Cruza bajo el río hasta los límites de la ciudad. Encontrareis refugio en los bosques.
Sam: Capitán Faramir. Ha demostrado su valía, señor. La más elevada.
Faramir: Gran dominio ha de ser la Comarca, Maese Samsagaz, si los jardineros gozan de tan alto honor. ¿Qué ruta tomarás al llegar al bosque?
Frodo: Gollum conoce un camino cerca de Minas Morgul, que asciende por las montañas.
Faramir: ¿Cirith Ungol? ¿Se llama así?
Gollum: ¡No! ¡No! ¡Suéltame! Sí...
Faramir: Frodo, un Terror Negro mora en los pasos superiores de Minas Morgul. No se puede pasar por ahí.
Gollum: No hay otra opción, Amo dice que debemos llegar a Mordor. Debemos intentarlo.
Frodo: Debo hacerlo.
Faramir: Ve, Frodo, te acompaña la buena voluntad de todos los Hombres.
Frodo: Gracias.
Faramir: La muerte te alcanzará como intentes engañarles.
Sam: Vamos, no pares. El señor Frodo no esperaba que los montaraces te hiriesen. Lo sabes, ¿verdad? Intentaba salvarte, ¿entiendes?
Gollum: Salvarme.
Sam: Así que sin rencor. Perdonar y olvidar.
Gollum: No, no, nada de rencores. ¡Gollum! ¡Gollum! Sí, Amo. Buenos hobbits.
Sam: Muy noble por tu parte. Muy noble sin duda, Gollum.
Gandalf: La ira de Sauron será terrible. Su devastación, veloz. La batalla del Abismo de Helm ha terminado. La batalla por la Tierra Media no ha hecho más que comenzar. Nuestras esperanzas residen en dos pequeños hobbits, perdidos en la inmensidad.
Sam: ¿Cree que compondrán canciones o versos de esto?
Frodo: ¿Qué?
Sam: Me pregunto si la gente me dirá algún día:
"Cuenta la historia de Frodo y el Anillo". Y diré: "Oh, sí, es una de mis historias favoritas". "Frodo era muy valiente, ¿verdad, padre?". "Si hijo mío, el más famoso de los hobbits, y no es decir poco".
Frodo: Olvidas a un personaje fundamental, Samsagaz el Bravo. "Cuéntanos mas cosas de Sam. Frodo no habría ido tan lejos sin Sam".
Sam: Venga, señor Frodo, no se burle. Yo hablaba en serio.
Frodo: Yo también.
Sam: Samsagaz el Bravo.
Frodo: ¡Sméagol!
Sam: No te vamos a esperar, bribón. ¡Vamos!
Gollum: Amo... el Amo cuida de nosotros... Amo nunca nos haría daño.
Amo rompió su promesa.
No preguntes a Sméagol, al pobre, pobre Sméagol.
Amo nos traicionó. Perverso, traidor, falso. Vamos a retorcer su inmundo gaznate. ¡Matarle! ¡Matarle! ¡A los dos matarlos! Y después cogeremos el tessoro y seremos el amo.
Pero el hobbit seboso lo sabe, ojos siempre mirando.
Pues se los apuñalaremos, para sacárselos, y deberá arrastrarse.
Sí, sí, sí.
Hay que matarlos.
Sí... ¡No! ¡No! Es arriesgado, demasiado arriesgado.
Sam: ¿Dónde se ha metido? Eh Gollum, ¿dónde estás?
Frodo: ¿Sméagol?
Gollum: Hay que dejar que lo haga Ella.
Eso, Ella lo hará.
Sí, mi tesoro. Ella puede. Y cuando estén muertos, podremos quitárselo.
Oh, bien muertos. Sí, shhh.
¡En marcha, hobbits! Largo sendero aún nos queda. Sméagol les mostrara el camino. Seguidme...
Subscribe to:
Posts (Atom)