El Martillo de Thor, también llamado Mjöllnir o el Destructor, fue creado por dos enanos que eran hermanos, Brokk y Eitri, con un metal mágico, conocido como uru, a raíz de una apuesta con el tramposo dios Loki. El poder del Martillo era enorme podía destruir una montaña de un solo golpe.
Para manejar el Martillo, Thor tuvo que duplicar su fuerza, mediante el cinturón Megin-giörd y el guante de hierro Iarn-greiper, con los que consigue dominar el temible poder del Martillo, que cuenta entre sus poderes la capacidad de provocar tormentas, hacer rugir el trueno y controlar los rayos. Además el Mjöllnir tenía la virtud de volver siempre a las manos de Thor y de acertar siempre en el blanco.
Cuenta la leyenda que un día al despertar, Thor se percató de la falta de su esplendoroso Martillo, consternado, acudió al dios Loki, y éste le respondió que quizás algún gigante podría haberlo robado. Thor se dirigió a la tierra de los gigantes, donde en efecto se encontraba su Martillo, que había sido tomado por Thrym, el rey de los gigantes. El gigante no estaba dispuesto a entregarlo, a menos que le dieran a Freya como esposa. Loki, astuto y suspicaz como siempre ideó un plan, este consistía en disfrazar a Thor con la ropa y el collar de Freya, además de cubrirse la cara con un velo. Una vez en la tierra de los gigantes, Thrym ofreció un banquete en honor a su boda. Al sellar el matrimonio con el Martillo, Thor se desprendió de su disfraz y lo tomó, Thrym suplico piedad, pero ya era muy tarde, el salón se inundó de truenos y relámpago, y con su martillo dio muerte a Thrym y a todos los gigantes.